La conversación que cambió de sitio a Bale

El nuevo técnico cogió este toro por los cuernos. El mejor futbolista de la Premier, bien conocido por él, no podía quedar escorado a una banda que no fuera la suya. Es verdad que muchos futbolistas juegan a pierna cambiada. Bale, sin embargo, es un delantero de velocidad y lo lógico es que la explote a gusto. «El golazo de Mestalla lo marcó desde la izquierda. Por la derecha no lo habría conseguido», reflexionaban en el Real Madrid. Benítez fue directo al problema. Preguntó al protagonista.

En plenas vacaciones acudió a verle jugar con Gales en Cardiff. Y le cuestionó dónde quería jugar en el Real Madrid para exprimir toda su clase. Fue claro: «Quiero ser media punta por detrás del delantero» . Es el puesto que le ha concedido el máximo responsable del equipo. Y ha sido un éxito. Ahora, el británico vive en el epicentro del fútbol blanco. Interviene en la mayoría de las jugadas. Da pases, dispara y penetra por el centro y por la izquierda. Lo más importante es que no tiene que sacrificarse defensivamente. Posee mayor libertad para irse al ataque sin mirar atrás.

«Ahora participa más y siempre juega bien» , aduce Benítez. El entrenador ha planificado dos sistemas que cambian según las posiciones de Cristiano y de Bale en el campo. El galés es media punta central en el esquema prioritario, el 4-2-3-1, con Ronaldo por el flanco izquierdo. Y Gareth ejerce de delantero por la izquierda cuando el técnico aplica el 4-4-2, con Cristiano como estilete por la derecha. «El sistema lo dictan los jugadores», argumenta el jefe del equipo. Son las dos estrellas las que definen la táctica.

Hay una variante clara: si Benzema no está, las dos figuras convierten la estrategia en un 4-4-2. Así sucedió frente a la Roma (3-0). Pero si, ausente el francés, el rival exige mantener el 4-2-3-1 para tapar más las bandas , uno de los dos será el delantero nato y el otro ocupará el lado izquierdo.

La mejoría en el rendimiento de Bale es evidente. «Tiene que jugar más en ataque, debe marcar más goles» , reflexiona Benítez. El responsable del plantel piensa que su anterior posición de extremo derecha le ha privado de enseñar en mayores ocasiones su excelente disparo. Ahora exige que lo demuestre. El galés tiene que explotar.

El Real Madrid luce mejor, más conjuntado, desde que Cristiano y Bale juegan en las posiciones que desean. El arte que Benítez ha conseguido plasmar en el campo es que los dos juegan con libertad total de movimientos en ataque y no se pisan la manguera. No penetran los dos por la izquierda. Son demasiado inteligentes para solaparse. Intercambian sus posiciones con un gesto. Esa decisión personal de los dos para atacar por donde quieran de manera pactada rompe los esquemas de los esquemas defensivos contrarios. Es mérito del nuevo entrenador alcanzar esta armonía estratégica de ambas estrellas.

Bale y Ronaldo también penetran por la derecha en momentos concretos para despistar a los rivales. Esa amplitud de campo para jugar exprime las mejores virtudes de las dos estrellas. James , Isco , Modric y Kroos encuentran más variantes de pases. Esa libertad de acción del británico y el luso será fundamental en la hora de la verdad, en competición oficial, cuando los cerrojos habituales de los adversarios exigirán ideas para romper esas murallas.

Las dos figuras son las claves del esquema futbolístico del técnico. El secreto del sistema Benítez es que no hay sistema. El entrenador ha demostrado ser dúctil al aplicar una norma básica de los grandes preparadores: «El esquema lo definen los jugadores» . No ha venido con una estrategia decidida, rígida. Las características de sus futbolistas marcan la estrategia. Y «la suerte de contar con dos delanteros como Cristiano y Bale» le permite dejar la táctica en manos, a los pies, de ellos. Los movimientos de ambos enmarcan la forma de jugar del conjunto. Benítez concede libertad de acción al Balón de Oro y al galés para que ofrezcan lo mejor de sí mismos.

El técnico ha hablado con los dos. Explicó la doble libertad de movimientos que tendrán ambos. «Si Gareth juega mejor, será mucho mejor para ti» , señaló a Cristiano. Es el máximo artillero del equipo y el Real Madrid continuará jugando para obtener sus mejores virtudes como rematador. «Es el número uno del mundo y también lo es en el equipo. Nadie lo pone en duda». Así se lo ha dicho. La pasada campaña anotó 61 tantos, récord personal. Suma 314 tantos en seis temporadas, a nueve del récord de Raúl. Su rol es indiscutible. Pero el míster tiene una misión especial: «Conseguir al mejor Bale». Es una asignatura pendiente. Jugando a gusto el británico, le dará más y mejores pases al portugués. La frase «mejor para los dos y mejor para todos» ha sido el santo y seña de esta reflexión del entrenador ante los dos fichajes más caros de la historia del fútbol mundial.