Diego López: «No era el niño bonito de Mourinho»

«Cuando fiché por el Madrid Mou habló conmigo, fue muy claro y me dio la fuerza necesaria para afrontar lo que se me venía encima. Me dijo que ya me había querido fichar la temporada anterior, y que confiaba en mí. Es una persona distinta, sólo con su mirada y sus palabras te lleva donde quiere», explica el portero.

Los momentos más complicados para el gallego llegaron cuando Casillas se recuperó de su lesión: «Yo sabía lo que iba a pasar. Mou me dejó muy claro que él pondría al que mejor viera en los entrenamientos y que no tenía nada en contra de Íker, yo no era su niño bonito. Lo quiero dejar claro porque fue así. Quizás Mou era el escudo de las críticas y cuando él se va la diana soy yo. Tenía una lupa encima tremenda».

Sobre la relación con Íker, su compañero de portería, Diego López aseguró que «nunca faltó el respeto entre los dos ni hubo un mal gesto. Mentiría si lo dijera, pero es cierto que nuestra relación cambió y yo no creo que hiciera nada para que cambiara». «Quizá ocurrió porque tenía que ser y la competencia lo provocó. Él seguramente lo pasó mal y yo me encontré fuerte. Este debate ha hecho mucha mella en los aficionados. No recuerdo que se hablara tanto de la competencia entre dos jugadores», añade.

Feliz en el vestuario del Milán, un histórico con uno de los mejores palmarés del mundo, el meta gallego se queda con que podrá «contarle a los nietos que tuve una competencia bestial con Íker Casillas, un mito de la portería del Real Madrid. Me retiraré y seguiré siendo el mismo de siempre. Estaré orgulloso de lo que he conseguido».