¿Por qué silban a Casillas?

El Real Madrid podía comprender que en un momento concreto se protestara por una mala actuación. No se entendía que no hubiera una mayor unión del madridismo cuando se escucharon esos pitos en el derbi liguero (1-2). Se culpaba al guardameta del primer gol de Tiago, en otro saque de esquina. Sucedió lo mismo en el Bernabéu en el duelo de la Supercopa de España (1-1), en otro testarazo de Raúl García. Lo que ya no era agradable es que se pitara a Íker en los siguientes partidos, como signo de protesta. Y lo que ya no se acepta es que se le pite ahora incluso cuando realiza buenas paradas, como ocurrió el domingo frente al Athletic.

Es de mal gusto que se proteste contra Casillas cuando lo hace perfectamente. Salvó un gol a bocajarro y la ovación de la generalidad de la afición blanca se vio contrarrestada por los silbidos de un grupo que no le perdona nada y que le culpa de todos los males del Real Madrid .

Hablemos claro: esos enemigos de Íker le culpan de ser el filtrador del vestuario en la etapa de Mourinho. También le culpan del adiós del entrenador portugués. Le culpan igualmente de la marcha de Diego López, a quien consideran mejor cancerbero que el madrileño. Ahora piensan que Keylor Navas se encuentra en mejor forma que Casillas. Y opinan que se mantiene la titularidad del madrileño por cuestiones de política interna, dado el apoyo que Íker recibe de un sector de la prensa y de la mayoría de los seguidores. Esta es la realidad. ¿Hasta cuándo soportará el guardameta los pitos? Es posible que durante toda la temporada.