¿Será el Real Madrid el portador del nuevo tiki-taka?

El dichoso embrujo que separaba a los blancos de la corona europea ha sido deshecho, y con él la obsesión que se creó tras ganar la Novena y que apartó al Real Madrid de ofrecer un fútbol atractivo en pos de unos resultados que nunca llegaban. Esta vez el nuevo equipo blanco está apostando por centrocampistas jóvenes con esencia de toque.

El Real Madrid ha creado una plantilla para confeccionar un nuevo tiki-taka, un nuevo modelo que no será únicamente de toque, sino también de contragolpe por las características de sus jugadores. De cualquier forma, el propósito es ofrecer un fútbol vistoso que les permita dominar Europa. El nuevo Real Madrid intenta ser el portador del buen fútbol. Ahora solo queda preguntarse: ¿Estamos ante el inicio de una era blanca? ¿El nuevo tiki-taka será merengue?

La llegada de Pep Guardiola como comandante del ejército culé en el año 2008 rompió todos los esquemas de sus adversarios. El entrenador catalán implantó un estilo de fútbol caracterizado por el toque y la presión que narcotizaba a sus rivales y convertía el césped de cada estadio en un laberinto enfermizo sin salida de emergencia.

Los adversarios asumían su destino sin rechistar, más por incapacidad que por ganas. El Real Madrid de Gago, Mahamadou Diarra, Lassana, Guti, Sneijder, Van der Vaart y Javi García poco o nada tenía que hacer ante un Barcelona liderado por Xavi, Iniesta, Touré Yayá, Keita y un incipiente Busquets cuya capacidad para destruir y construir era el complemento perfecto de un equipo de ensueño. Las batalla entre ambos colosos se ganaba en la medular. Y allí el Barcelona era infinitamente superior.

El 2-6 en el Santiago Bernabéu fue el principio de la era Barcelona , la de de Messi y Pep, cuyo poderío se extendió sobre la Liga y sobre Europa durante años (3 Ligas, 2 Champions y 1 Copa del Rey en cuatro temporadas). Desde esa fecha, Real Madrid y Barcelona se han enfrentado en 22 ocasiones, con un balance claramente favorable para los azulgrana: 10 victorias, 6 empates y 6 derrotas.

No obstante, desde la 2012-2013 las estadísticas dicen que el Real Madrid ha ganado 4 partidos, ha empatado 3 y ha perdido otros 3. El cambio de tendencia es palpable durante los últimos años. El viento trasporta un aroma diferente.

A día de hoy, por primera vez desde hace una década, el Real Madrid tiene un mediocampo que ofrece más garantías que el del Barcelona. El equipo blanco se obsesionó durante años con la búsqueda de un nuevo Makelelé y comenzó a fichar pivotes defensivos de dudosa calidad, ofreciendo un fútbol simple y rácano, basado en los aspectos más primeros de este deporte.

Con esa filosofía los blancos perecieron sobre la tierra y aplaudieron a su rival mientras sus ojos se llenaban de envidia. No obstante, esa mentalidad ha sido extirpada de la cabeza merengue y, en su lugar, se está apostando por jugadores creativos que suponen un cambio de tendencia en el Real Madrid de los últimos años.

Tras el fichaje de James y Kroos , el equipo merengue ha creado un mediocampo joven y equilibrado cuyo propósito es soñar con la undécima y convertirse en el primer equipo de la historia del torneo en ganar dos Champions (que no Liga de Campeones) consecutivas.

El nuevo mediocampo blanco, con una media de 25,75 años, formado por Alonso (32años), Modric (28), Kroos (24), Khedira (27), Isco (22), James (23), Di María (26), Illarramendi (24), ofrece, al menos a priori, más garantías que la envejecida medular baulgrana, compuesta por Xavi (34), Iniesta (30), Busquets (26), Rakitic (26), Song (26) y Mascherano (30) y cuya media asciende hasta los 28,6 años.

Decía Guardiola que «los partidos se ganan y se pierden en el mediocampo». Aquel todopoderoso Barcelona que él construyó tenía una media de edad de 25 años en la medular, muy similar a la de este Real Madrid (25,75). Carlo Ancelotti lo sabe, huele la sangre azulgrana del enemigo malherido.

Tras el horrible final culé de la temporada pasada, se antojaba evidente la necesidad de cambios en can Barça. Necesitaban una transfusión de tiki-taka. Sin embargo, ha sido el club de Concha Espina el que ha empezado a renovar un cuerpo que tan solo se encontraba fatigado con futbolistas que tiempo atrás hubiesen cogido el avión con dirección a El Prat. Al final, la verdadera transfusión en el centro del campo está siendo merengue, no azulgrana. El Real Madrid ha mostrado sus cartas, y tiene escalera de color. De color a fútbol.