Di Stéfano, el hombre que descubrió la «Quinta del Buitre»

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Lo ha dicho Emilio Butragueño en más de una ocasión. «La Quinta del Buitre salió del coraje y de la valentía de Di Stéfano». Sin él, quizás no habría sido posible, pese a que los cinco futbolistas llamaban a la puerta del primer equipo partido tras partido. Iban líderes de Segunda División y acudían cada domingo 20.000 personas a verlos jugar –acabaron yendo hasta 60.000–. Causaban sensación y Di Stéfano se acabó fijando en ellos.

Los subió poco a poco. Los primeros fueron Sanchís y Martín Vázquez, que debutaron en Murcia el 4 de diciembre de 1983. Después fue Pardeza el que tuvo su oportunidad y, más tarde, Butragueño. El que más tardó fue Míchel, el más esperado de todos.

Nunca llegaron a coincidir juntos en el once titular en un partido de Liga. Solo una vez comenzaron los cinco un encuentro, pero Pardeza militaba en el Zaragoza. La Quinta sí estuvo al completo en unas semifinales de Copa del Rey ante el Atlético de Madrid y durante ocho minutos en un partido de Liga contra el Español y, otra vez, durante trece contra el Barcelona en 1987.

Fueron años de títulos y de emociones, de remontadas históricas, ante el Anderlecht, el Inter y el Borussia Mönchengladbach. La Quinta triunfó con dos Copas de la UEFA (1985 y 1986), cuando Di Stéfano ya había abandonado el banquillo blanco, pero ya había dejado un camino a seguir. El que marcaban cinco chicos que él descubrió y que rescató del Castilla de Amancio.