Di María se pone en venta, pero el Madrid no desea traspasarle

Cada caso es un mundo. Y el jugador que más preocupa a la afición es el argentino. La inmensa mayoría del madridismo no desea que se marche, aunque les cansa ver cómo Ángel «se vende» cada vez que abre la boca. Lo hizo en el mercado de invierno y lo vuelve a repetir ahora, en el Mundial.

Di María ya renovó en 2012. El Real Madrid demuestra «paciencia infinita» con el argentino. Cuenta con él para la próxima temporada. No le quiere traspasar. Valora su rendimiento. Son sus allegados, con su apoderado Eugenio López al frente, quienes le ponen en el mercado. Y el futbolista acepta esta política. Es una cuestión económica, aunque el centrocampista y su representante no lo reconozcan. El club le contrató en 2010 con una ficha de 1,8 millones. Le renovó dos años más tarde, con unos emolumentos de tres millones. Ahora pide más. Justifica sus diferencias con razones deportivas. Afirma que desea jugar de extremo en el puesto de Bale. Y define a Messi como el mejor. Provoca. La entidad madridista, a pesar de todo, le quiere.

Los otros cuatro futbolistas presentan situaciones mucho más claras. Khedira no ha renovado, le queda un año de relación contractual y debe decidir si desea seguir. Morata quiere marcharse y la casa blanca admite su cesión «si elige bien» un equipo donde vaya a jugar. También se pretende ceder a Casemiro «para ser titular».

El caso Illarramendi es más externo que interno. El Athletic y la Real Sociedad pretenden solicitar su préstamo, a la espera del fichaje de Kroos .

Di María. El Madrid cuenta con él, «solo» pide dinero. Es Ángel quien se pone en el mercado. Su representante argentino, Eugenio López, no deja de calentar su futuro, y el jugador le sigue la corriente: «No sé dónde jugaré». Pues tiene contrato con el Madrid hasta 2018. El club no desea traspasarle. Cuenta con él. Opina que toda la estrategia es para pedir otra renovación de contrato. «Solo» es cuestión de dinero.

Álvaro Morata . «Necesita elegir un equipo para jugar». La postura del club es clara. «Necesita partidos y debe elegir un equipo donde sea titular, cedido o traspasado con derecho de recompra. Para ser suplente es mejor quedarse aquí, porque jugará más».

Sami Khedira: «No hemos hablado de la renovación». Tiene contrato hasta el próximo año y «no hemos comenzado a hablar de su renovación», señala el club. Le pretenden equipos de la Bundesliga y de la Premier. El centrocampista tiene mejor valoración en el norte de Europa que en España. Ancelotti le quiere, aunque no le considera imprescindible, especialmente si llega Kroos. Está tasado de salida en 40 millones.

Casemiro. Le hace falta continuidad. Vive el mismo dilema que Morata. Le convendría irse, cedido o traspasado con recompra, para disputar un mayor número de partidos. Se aceptará su cesión si encuentra un equipo que le conceda protagonismo. Su precio es de diez millones. Carlo ensalza su potencia y su remate.

Asier Illarramendi. El Madrid le quiere, el Athletic le tienta. Ancelotti le tiene en su proyecto como relevo de Xabi Alonso. Para eso le fichó el club. También requiere una continuidad de partidos y no la tiene. Si llega Kroos, tendrá menos oportunidades de jugar. Es la opción que analiza el Athletic de Bilbao para solicitar su cesión, a las espera de los fichajes madridistas. La Real Sociedad también sueña con pedirle prestado.