real madrid
Bale, de sus dudas a la consagración
En febrero escuchó tímido silbidos ante el Elche. Pensó si la Liga era para él. Hasta que marcó un golazo. Se dijo: Voy a triunfar aquí»
tomás gonzález-martín
Rápido como una centella, potente como un tanque, Bale ha triunfado en el Real Madrid después de un comienzo difícil. Vino al club el último día de agosto, sin realizar pretemporada, y debutó a mediados de septiembre en Villarreal sin estar en plena forma. ... Marcó el segundo gol blanco (2-2). Debutó bien. Y después sufrió un largo purgatorio hasta convencer a los incrédulos.
El problema de Gareth Bale es que su potencia muscular le exige alcanzar una espléndida forma para explotar su velocidad y su fuerza. La presión mediática hizo que reapareciera y recayera como un Guadiana. Pero en sus destellos dejaba clara su clase. Goles bonitos, asistencias preciosas y una zancada prodigiosa.
Los enemigos de Florentino Pérez criticaban su fichaje por su precio, 91 millones, y cada lesión del galés era un tumulto de acusaciones contra el presidente en un ataque que tenía más razones económicas, sociales y políticas que deportivas. El futbolista respondía con nuevos goles de calidad o asistencias de oro. El problema es que su fútbol no se adaptaba fielmente al estilo del equipo. Era un buen verbo suelto.
Ancelotti consiguió que Modric fuera su mejor enlace en el campo, ya lo era en la vida real, y el británico ligó mejor su juego con Benzema y Ronaldo. En enero y febrero, Bale se cuestionaba si se adaptaría bien al fútbol del Real Madrid y a la Liga española en general. El entrenador le decía que no había problema. Era una cuestión física, de su falta de pretemporada, y el trabajo realizado comenzaba a dar sus frutos. Sus tantos y sus pases de gol eran cava vez más en cantidad y relevancia. Los tímidos silbidos sufridos ante el Elche, el 22 de febrero, le hicieron dudar de su conjunción con este balompié. Hasta que su trallazo que dio en la madera y entró en la portería ilicitana le hizo convencerse. Fue una de las mejores dianas de la temporada. «Voy a triunfar aquí, en el Real Madrid », se dijo. y así lo ha hecho.
Su explosión frente al Schalke fue sensacional. Su rendimiento frente al Bayern, descomunal. Su funcionamiento en la Liga, espectacular. Su gol en la final de Copa es uno de los más grandes de la historia de un club que tiene 112 años de vida. Y su segundo tanto en la final de la Champions encarriló la Décima. No se le puede pedir más a una temporada de estreno. «No le puedo pedir más a la vida», apostilló Gareth con razón.
Su balance del curso blanco magistral : 22 tantos y 16 asistencias en 44 partidos. Y eso que llegó sin realizar entrenamiento de precampaña «Esta próxima temporada la comenzará con normalidad y la jugará aún mejor», advierte Ancelotti.
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