El sueño cumplido de Florentino
Regresó en 2009 al Real Madrid con la meta de la Champions. Fichó a los mejores. Sacrificó la familia. Llegan los réditos
tomás gonzález-martín
Galopadas de Bale por los campos de Múnich. Disparos de Cristiano . Cabezazos de Sergio Ramos. Pases de Modric. Centros de Di María. El éxito del Madrid en la casa de Guardiola se cimienta en un tronco de futbolistas brillantes que sí deja ... ver el bosque. El culpable de la decimotercera final de la Copa de Europa es el hombre que ha sacrificado su familia y su vida personal con un trabajo largo y costoso ante el objetivo de devolver a la entidad a la cima del continente. El responsable de cuatro semifinales consecutivas de la Champions y del objetivo Real de la Décima, a un partido del éxito, se llama Florentino Pérez.
Criticado muchas veces por la carestía de sus fichajes, acusado de buscar la comercialización del equipo antes que su rendimiento, el presidente ha sido un incomprendido por muchos y durante mucho tiempo. Por ello no escondió su enorme alegría tras la histórica victoria en el Allianz Arena . El dirigente mostró una sonrisa sincera, se atrevió a enseñar una uve de la victoria con los dedos y descendió al vestuario para felicitar uno por uno a los protagonistas del triunfo. Buscó a Ramos y le echó el brazo al hombro. Bonito gesto. Le fichó cuando era chaval.
La filosofía de Florentino Pérez es poseer una plantilla difícilmente mejorable. Conseguir que el once del Real Madrid pueda vencer en cualquier estadio. Evitar que sea débil en cualquier campo o en cualquier competición. El directivo ha luchado contra viento y marea para que su esfuerzo por fichar a los futbolistas más cotizados se hiciera realidad.
Frente al mejor Barcelona
Nunca aceptó adquirir jugadores de medio nivel por ese arquetipo de rellenar las plantillas con segundones que no dieran problemas. «De cada cuatro fichajes, uno sale bien», le decían en la casa al llegar. Inaceptable. Él solo aprueba incorporaciones que pudieran rendir. La competencia dejará en el banquillo a los que no ofrezcan el nivel que exige este club.
Ha sido una labor dura, desde arriba, donde hace mucho frío, donde está solo en una pelea de altos vuelos. Se ha enfrentado a millonarios como Daniel Levy , dueño del Tottenham, para adquirir a Modric y a Bale en dos años consecutivos. Ambos forzaron su salida para cumplir el sueño de venir al Madrid. Y el presidente trabajó al límite para lograr esa meta. Antes consiguió contratar a Cristiano, a Xabi, a Benzema, a Di María, que son otros importantes pilares del equipo.
Pérez regresó a la presidencia en 2009 con el objetivo de devolver la institución al liderazgo de Europa. Conseguida la Champions en 2002, volvió al cargo siete años más tarde para poner en vereda la nave y colocarla de nuevo en la lucha constante por la Liga de Campeones .
Un hombre implacable
Han sido temporadas muy difíciles, duras. Fichó a Mourinho para frenar al mejor Barcelona de la historia y el portugués le ganó al máximo rival la Copa 2011 y la Liga de los récords (2011-12). En 2009 y en 2013, el Madrid quedó segundo en el campeonato, sumando puntos que en cualquier otra época habrían significado el título. El trienio con Mourinho se definió por tres semifinales de la Copa de Europa perdidas. Por algunos momentos, en diversas situaciones, criticado el presidente, vilipendiado el entrenador luso, Florentino pudo pensar en dejarlo, en decir «hasta aquí he llegado». Pero su madridismo, su ilusión y su inversión en trabajo y en futbolistas pudo siempre con esos instantes de decepción. Ha sacrificado la familia durante tres lustros con un objetivo que vivió cuando presenciaba los partidos del Madrid de las seis primeras Copas de Europa.
Se ha llevado muchos palos de mucha gente que no ha admitido una gestión diferente, estelar. «Si estos futbolistas son los números uno, hay que traerlos», dice hoy el responsable de una entidad que se hizo grande con Bernabeú fichando a figuras como Di Stéfano, Puskas, Santamaría, Kopa, Gento y Amancio. Ellos fueron la base de la filosofía que Pérez continuó desde el año 2000 con Figo, Zidane, Ronaldo Nazario, Beckham, Cristiano, Benzema, Xabi, Modric y Bale. «Santiago Bernabéu abrió este camino y así se consiguieron los grandes títulos. Nosotros, hoy, aplicamos esa misma política para alcanzar los mismos éxitos».
Ahora, la final «doce más una» del Real Madrid en la Champions premia una buena planificación de la empresa, que ha formado un once y un plantel homogéneos, con un equilibrio perfecto entre veteranos y jóvenes. Falta la guinda.
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