El Madrid convoca a Cristiano, que espera que el CEDD le quite el castigo

El Real Madrid recurrió la sanción a los comités de Competición y de Apelación, que mantuvieron los tres encuentros de asueto, y acudió finalmente al máximo organismo disciplinario del deporte español, el Comité Español de Disciplina Deportiva. Lo hizo el 11 de febrero y expuso claramente que no presentaría ningún alegato más para que el CEDD dictara su veredicto cuanto antes y el portugués tuviera la opción de jugar en Getafe el día 16, si se le reducía el castigo a un solo partido, cumplido ya frente al Villarreal. Ilusos. Las cosas de palacio van despacio.

El CEED no ha abordado todavía el asunto. Por vergüenza torera, se espera que hoy o mañana, antes del partido Real Madrid -Elche, que se disputa a las cuatro de la tarde, hagan público su fallo. Si no es así, el delantero habrá cumplido su condena antes de ser juzgado por última vez. Es otro de los desfases de la justicia deportiva nacional.

El club tiene la esperanza de que el CEDD retire ese último encuentro de "descanso" a su estrella. Con esa fe, CR7 ha sido convocado por Ancelotti, que mañana piensa alinear a la BBC por decimotercera vez: Bale, Benzema y Cristiano. Jesé saldría en el segundo tiempo como revulsivo. Lo mismo sucederá el miércoles en campo del Schalke.

Ronaldo es víctima también del politiqueo. Los miembros del Comité Español de Disciplina Deportiva cesan ahora en sus cargos y se estrena un nuevo Tribunal Administrativo del deporte que, a esta hora, todavía no tenía ni presidente. Pero los abogados del CEDD quieren irse a casita sin ese sentimiento de culpa.

Culpable de todo se siente Cristiano. Ser una figura mundial ha puesto a los comités españoles en el centro de la crítica. El luso no solo fue suspendido con tres encuentros por aquel empujón con Iturraspe: le impusieron también una multa de 1.200 euros. Una cantidad que se convirtió en indignante para el Real Madrid cuando el mismo Comité de Competición valoró el mecherazo soportado por el futbolista en el estadio Calderón como un hecho sancionable a mitad de precio, 600 euros. La desproporción es evidente. La Federación Española debe reflexionar y cambiar este reglamento, o aplicarlo con justicia.

Es una anarquía de decisiones que ha alcanzado el punto máximo cuando el mismo Comité de Competición ha multado con 2.000 euros a Jona, un modesto futbolista del Jaén, por celebrar un gol enseñando una camiseta en la que expresaba. "Ánimo pequeñines", en apoyo al Día Mundial contra el Cáncer Infantil. El Comité de la FEF aplicó el reglamento a rajatabla y le sancionó con esos 2.000 euros, por infringir una norma aplicada mundialmente en el año 2002 para evitar «frases de motivos religiosos, políticos o personales», según expresa el Reglamento de la FIFA. Aunque ha rectificado y ha convenido en retirarle la multa .

Ahora, la Federación Española, molesta con este surrealismo, estudia reunirse para proponer «excepciones a un reglamento que es muy rígido en estos casos». En el propio CED, que ya tiene bastante con el asunto de Cristiano, se opina que «la normativa española es muy imprecisa y general en este tema y permite que se produzcan casos absurdos como éste».

El dilema es que la sanción mínima para castigar las expresiones personales en los campos de fútbol es de 2.000 euros. pero un mecherazo solo se considera con 600. Y señalarse la cara tras una expulsión, sin embargo, se precia en 1.200. El comité también tiene culpa, porque el mecherazo se puede fallar con un rapapolvo de varios miles de euros.

El caso es que Cristiano, el mejor futbolista del mundo, y Jona, un humilde jugador que soñaba con ser Cristiano, son víctimas de un desfase total. De una justicia lenta, injusta, desproporcionada y politizada. Hoy o mañana, CR7 espera creer un poquito en esa justicia.