Cristiano Ronaldo mete al Madrid en la final de Copa

Ni siquiera el tiro al palo de Raúl García, entre ambas penas máximas, fue consuelo alguno para un equipo que aspira a ganar la Liga y está en octavos de la Champions, pero que ha rozado el ridículo en esta eliminatoria . Apenas un par de tiros a puerta en los 180 minutos. El plan A de Simeone lo conocemos: intensidad, intensidad e intensidad. Del B no tenemos noticias. Al menos no en esta eliminatoria en la que ha sido muy inferior al Real Madrid. En la ida, ni se bajó del autobús. Y en el Calderón, ha vuelto a dejar una imagen impropia de un equipo que aspira a ser grande de nuevo. De hecho, su mayor objetivo tras el doblete de Cristiano desde los once metros fue provocar la amarilla de Sergio Ramos que le impidiera jugar la final. Raúl García simuló un par de veces dos codazos del de Camas en sendas saltos de cabeza. Undiano Mallenco, impecable arbitraje, no picó. Y Ancelotti, algo lento de reflejos, jugó con fuego toda la primera mitad al no cambiar al central sevillano hasta el descanso. Nacho ocuparía su lugar en el segundo acto.

Mientras, el navarro, una vez que no logró la cartulina para Ramos, abría nuevos frentes. Xabi Alonso y Arbeloa serían sus siguientes metas en esa estúpida carrera para tomarse la justicia por su mano. Cada lance de juego donde se veían las caras, Raúl García dejaba un recado. Ya fuera en forma de patadita, empujoncito o desafío verbal. Camino de los vestuarios, tras pitar Undiano el final de los primeros cuarenta y cinco minutos, quiso citar a Xabi para después del partido. La bravuconada del rojiblanco encontró un sereno «cuando tú quieras» como respuesta de Alonso. El tolosarra estaba disputando un partido de fútbol. A estas horas no sabemos aún a qué deporte estaba jugando Raúl García . De hecho, la mejor decisión de Simeone en todo el partido (y en la eliminatoria) fue cambiarlo a los veinte minutos de la segunda mitad. Un problema menos para el Madrid... y para el mismo Atlético.

Pero lo más feo en el Calderón no fue ni el juego del Atlético, ni las peleas contra un muro de Raúl García , ni el once de Diego Pablo Simeone. El foco se lo llevó un aficionado (ya localizado) que tiró un mechero contra la cabeza de Cristiano Ronaldo cuando el luso se marchaba al vestuario . Por suerte no le abrió brecha alguna y pudo seguir jugando, hasta que Ancelotti lo sustituyó por Jesé a falta de quince minutos para el final. Aquí estamos en lo de siempre. Un cafre no representa a una toda afición. Pero también es justo decir que en el Vicente Calderón llueve sobre mojado. Hace cuatro años, cuando Pellegrini entrenaba al Real Madrid , otro mentecato acertó con la testa del chileno. Veremos si la memez sobre Cristiano no le sale cara al Atlético. Los antecedentes no le ayudan y en dos jornadas recibe a los blancos en Liga.

Un Madrid que se dedicó a manejar el partido sin más y a ver pasar el tiempo desde que Cristiano hiciera el segundo . 75 minutos de fútbol control donde lo más importante era acabar sin lesionados, ni expulsados. El Atlético, impotente, ni pudo ni supo acabar con la imbatibilidad de Casillas. El mostoleño suma ya 862 minutos sin recoger un balón desde dentro de su portería. Dato que engrandece un torneo inmaculado del Madrid : siete triunfos, un empate, 13 goles a favor y ninguno en contra. Le falta ponerle la guinda y tomarse la revancha de la final de la pasada temporada. La cita es sábado 19 de abril, en plena Semana Santa. Y el rival, a no ser que la Real Sociedad haga la machada en Anoeta, será de campanillas: el Barcelona. En 24 horas la solución. Que pase el mejor.