El Madrid golpea primero tras vencer por la mínima en Cornellá

El guión de los primeros minutos fue un plagio del choque de Liga disputado hace diez días. Presión alta del Español y primera clara ocasión de ellos. La tuvo Pizzi, en el minuto 18, tras una gran combinación entre Lanza y Sergio Garcia. El luso se vio sólo en el punto de penalti con toda la portería para él y se empachó de balón. Su chut pareció más un ensayo que un disparo de fútbol. Ahí murieron los pericos, otra vez. Día de la Marmota de nuevo en Cornellá. La gasolina volvía a durarles veinte minutos. Aunque en esta ocasión cargarían el depósito a tiempo.

Mientras tanto, el equipo de Ancelotti empezaba a crecer y tras un par de avisos de Cristiano Ronaldo, uno de ellos al palo, se adelantó en el marcador en el minuto 21. El gol fue obra de Benzema a un gran centro de Arbeloa. Cómo será de bueno Carvajal que hasta ha logrado que el 17 blanco la ponga desde su banda a la cabeza de sus compañeros. En este caso fue a la de Bale, cuyo flequillo a lo «Vegeta» de «Bola de Dragón» le ayudó a superar en el salto a su marcador y dejar el balón en el segundo palo para que Benzema lo mandara a la red. Ni la buena estirada de Casilla, que rozó con sus guantes el testarazo del galo, pudo evitar el tanto. El partido y la eliminatoria se ponía muy de cara para el Madrid.

Los blancos pudieron aumentar su cuenta antes del descanso, pero de nuevo Cristiano, como hace diez días, tenía el punto de mira desviado en Cornellá y Casilla volvía a sacarle de sus casillas con paradas de mucho mérito. El portero blanquiazul fue otra vez el mejor de Español. Hasta Bale, al filo del descanso, probó de su medicina cuando le sacó un gran golpe franco del galés que ya se celebraba en la parroquia blanca. Así terminó una primer acto donde los blancos remataron trece veces y acumularon un 70 por ciento de posesión de balón. Se antojaba corto el cero a uno.

Tras el refrigerio, el panorama del partido dio un vuelco. El fútbol control del Madrid se diluyó en favor de un choque de ida y vuelta un tanto alocado en que el Español iba a golpear primero. Lo hizo Sergio García, en un buena jugada personal que finalizó con un chut que lamió el palo izquierdo de Casillas. Respondió el Madrid, con tres claras ocasiones. Primero, Cristiano desperdició su enésima oportunidad en Cornellá. Salto tanto para rematar un centro de Di María que sólo le quedó el recurso de picar el balón. No tuvo un final feliz el destino de ese cabezazo. Se marchó por encima del larguero de Kiko. Después, dos mano a mano consecutivos de Arbeloa ante Casilla tuvieron el mismo final: cara para el portero y cruz para el lateral, que ni por abajo, primero, ni con una vaselina, segundo, puso superar al tarraconense.

A Ancelotti no le gustaba el cariz que estaba adquiriendo el partido y dio paso a Xabi Alonso en lugar de Di María, infatigable desde el minuto uno. El Español seguía llegando bastante más que en la primera mitad al área de Casillas y, aunque lo hacía con más ruido que nueces, la sensación de peligro era latente. Y tanto que lo era. Que se lo digan a Casillas, que a cinco minutos de final tuvo que hacerle un Robben a John Córdoba. El colombiano se plantó sólo delante del mostoleño pero Íker, como en la final del Mundial, sacó una pierna mágica para evitar el tanto. No hay otro mejor que él en el mano a mano. El acoso perico continuó con una par de saques de esquina consecutivos que crearon mucha incertidumbre en la zaga blanca, pero el marcador ya no se iba a mover.

Los blancos se marchan al Bernabéu con un pie en semifinales, con la portería a cero otra vez y con un nuevo récord personal de Casillas (592 minutos imbatido). Eso sí, si la primera mitad recordó al mejor Madrid de la temporada, la segunda mostró cierta fisuras en defensa que parecían cerradas en los últimos partidos. Ancelotti y su equilibrio siguen teniendo trabajo por delante.