liga bbva

Velocidad, carácter y ganas de Gareth Bale en su debut en el Santiago Bernabéu

Gareth fue, junto a Morata, el jugador más incisivo de los blancos, en un equipo sin sistema, orden ni ideas

Velocidad, carácter y ganas de Gareth Bale en su debut en el Santiago Bernabéu REUTERS

tomás gonzález-martín

Por fin. Después de descartarse frente al Getafe por una crisis de ansiedad que se tradujo en una inflamación muscular en la pierna izquierda, después de sentir el jueves que también le dolía la derecha, Gareth Bale (Cardiff, 1989) debutó por fin en ... el Bernabéu. Los doctores lo tenían muy claro. Sus molestias musculares fueron producto de la tensión por debutar en el estadio de un club que ha pagado 90,5 millones de euros por él. Sí, ustedes dirán que este galés ya debería estar acostumbrado a estos partidos, pues ha sido elegido mejor futbolista de la Premier. Pero fichar por el Real Madrid no es lo mismo que jugar en el Tottenham. Impone el propio acto de presentación, en el palco, escuchando las palabras de exigencia de este club. Y sabía que, en el día de su debut, había cientos de galeses en las gradas. Entre ellos, toda su familia. Los hubo en el encuentro ante el Getafe y volvieron para presenciar el estreno de su compatriota en el derbi madrileño. Sí, Bale saltó de una vez al césped del Bernabéu . Salió en el segundo tiempo y con una difícil misión, de las que marcan a este equipo: remontar un gol del Atlético. No lo consiguió, pero fue, junto a Morata y Cristiano, el único que lo intentó con carácter y personalidad.

El británico sustituyó a Di María, responsable de perder el pase que significó el 0-1 rojiblanco . El público aplaudió, enardecido, cuando le vio en el once que comenzaba el segundo tiempo. Se colocó por la banda derecha. Cristiano se pasó a la izquierda. Ancelotti sacó también a Modric para intentar crear fútbol en un equipo sin ideas, pues Khedira e Illarramendi no son directores de juego, sino peones en el centro del campo.

Galopada y disparo

La entrada de Bale aportó mayor velocidad al juego de los locales . Los blancos, hay que decirlo, buscaron en el contragolpe la solución de sus problemas. Bale provocó la primera gran oportunidad madridista en una incursión portentosa que la defensa del Atlético cortó con una falta al borde del área. Ronaldo lanzó muy alto el balón en el golpe franco.

Gareth quería ganarse al Bernabéu. Deseaba ser protagonista en un partido tan complicado, en la noche de su debut. Un disparo con bote peligroso antes de acercarse a la línea de gol puso en problemas a Courtois. El galés se pegó también una carrera de galgo que desbordó a dos rivales hasta que su balón fue despejado por un tercer adversario. Bale ansiaba hacerlo todo y el equipo no corría a su ritmo. Cuando cogió la pelota para sacar de banda, el gran fichaje no tenía a quien enviarle el esférico. Tuvo que esperar a que llegara Arbelo,a el lateral derecho, para que hubiera compañeros con quienes comenzar otra nueva jugada.

Se veía a sus familiares, sentados, pero levantándose constantemente, en el palco destinado a ellos. Sentían la misma tensión que Gareth y sus colegas en el césped. Lo dio todo GB11. Corriendo por la derecha, iba a todos los pases. Un arriesgado centro de Godín a Courtois encendió las gradas cuando el segundo fichaje más caro de la historia del fútbol persiguió esa pelota y forzó la salida del portero belga, que solventó la situación con problemas mientras Bale entraba tirándose por el suelo en busca del milagro.

Morata se gana la grada

La afición aplaudió la entrega del nuevo futbolista madridista. Ese genio es el que desearían ver en Benzema, un jugador de mucha calidad cuya frialdad no transmite amor al público. Los seguidores silbaron el cambio de Isco para que entrara Morata. Querían al canterano, pero en sustitución del francés, no del malacitano. Morata se ganó también al graderío con una lucha sin cuartel. El chaval protagonizó la mejor ocasión para empatar en un excelente disparo. Los incondicionales del Bernabéu jalearon su nombre. Gareth y Álvaro fueron los dos hombres que silenciaron los silbidos a Pepe, criticado por dar varios centros desdibujados. Cada vez que Bale y Morata tocaban el balón, la esperanza pervivía en el mundo madridista. Eran los únicos jugadores, junto a Cristiano, que intentaban encontrar la igualada. Muchos de sus compañeros estaban escondidos, cabizbajos, sin querer recibir el balón para evitar un error y los silbidos. Era cierto. La pelota quemaba en los pies de los pupilos de Carlo.

El galés, que no pudo debutar ante el Getafe por ansiedad, dio la cara en los cuarenta y cinco minutos disputados en el derbi. Pudo equilibrar la contienda en una última acción de listo. Courotis no tenía la pelota cogida con sus manos y Bale metió la bota, remató y no hubo empate por muy poco. Se marchó fuera, al lado de un poste.

Velocidad, carácter y ganas de Gareth Bale en su debut en el Santiago Bernabéu

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios