El Madrid, entre Granada y el «Cañón de Gales»

Llega entre el debate del portero , angustioso, y la llegada de Bale, esperanzadora, en una operación que está por cerrarse en las próximas horas si Daniel Levy, presidente del Tottenham, tiene a bien dar el sí definitivo a los 98,7 millones que le ha ofrecido el Madrid.

El tercer frente abierto es menos conocido, pero igualmente peligroso . Es la posibilidad de que algún pez gordo de la plantilla acabe marchándose. En los últimos meses han sido varios los que han subido a la zona noble pidiendo aumento de sueldo (el más conocido es Ozil, cuyo padre pidió siete millones de euros en vez de los cinco que cobra). Florentino, que está harto de que los jugadores intenten incumplir sus contratos, les ha dicho a todos que no, y que si se quieren ir que vengan con el dinero de la cláusula de rescisión. La llegada de Bale, y el dineral que va a cobrar, muy cerca de los más elevados (Cristiano y Kaká), ha levantado ampollas en la segunda fila de mejor pagados, pero Florentino no va a ceder . Si vienen buenas ofertas de aquí al dos de septiembre, que es cuando se cierra el plazo de fichajes, es posible que salga más de una estrella de relumbrón.