El talento intermitente de Sneijder amenaza al Real Madrid

Cuatro años después de su etapa de blanco, Wesley Sneijder regresa al Santiago Bernabéu como principal amenaza de un Galatasaray dispuesto a dar la campanada en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Una cita muy especial para el holandés, que no olvida su paso por el Real Madrid ni su experiencia en el Inter de Milán junto a José Mourinho.

Wesley quiere volver a ser Sneijder en el mejor escenario posible, el Santiago Bernabéu. Un lugar singular para el centrocampista porque allí conquistó el mundo en 2010 junto a Mourinho en el histórico triplete del Inter de Milán , del que huyó este invierno, marginado por negarse a renovar su contrato a la baja. En Turquía aterrizó como una auténtica estrella, hasta el punto de ser zarandeado su coche en el trayecto entre el aeropuerto y las oficinas del club antes de su presentación.

Todavía muy lejos de su fútbol de pinceladas brillantes, a un paso de conquistar el Balón de Oro, Sneijder ha ido ganando peso en el equipo de Fatih Terim a lo largo de estos dos meses. En el campeonato turco suma dos goles en nueve partidos, pero solo ha podido completar dos encuentros sin ser sustituido antes del minuto noventa, de ahí que el físico siga siendo su asignatura pendiente .

De hecho, Sneijder llegará -una vez más- entre algodones después de la lesión en la ingle que le borró del partido de clasificación al Mundial 2014 ante Rumania. Su intermitencia le ha granjeado un buen número de detractores, pero todavía es un profesional valorado por su capacidad para moverse entre líneas y derribar defensas rivales. «Es mi capitán, no le voy a dejar así como así», explicaba Louis Van Gaal, seleccionador de Holanda.

Reencuentro con Mourinho

El duelo del Bernabéu servirá además para que Sneijder se reencuentre con Mourinho, un segundo padre para él. La triunfante campaña en el Inter forjó una gran amistad entre ambos. «Si no se hubiera ido Mourinho, nunca habría dejado el Inter», ha explicado recientemente el centrocampista, que saludó cariñosamente desde el césped al actual técnico del Real Madrid durante su viaje relámpago a Turquía para espiar al equipo de Terim.