crítica de danza
'Trilla', un memorable encuentro
La coreógrafa y bailarina Luz Arcas y la músico andaluza Le Parody componen un formidable dúo en el teatro Central
Lo peor de mí

Crítica de Danza
'Trilla'
- Música Le Parodi
- Baile: Luz Arcas
- Luces: Jorge Colomer
- Espacio: Teatro Central, Sala B
- Día: 14 de diciembre de 2023
El ambiente atosiga, casi asfixia, porque el humo no nos deja ni ver el escenario porque la luz se insinúa, más que iluminar. Así comienza 'Trilla', de la coreógrafa y bailarina Luz Arcas y la músico Le Parody (Sole Parody). El ... espectáculo es el segundo que presenta la creadora malagueña en esta semana que el Teatro Central de Sevilla le dedica, y que tras haber puesto en escena 'Psicosis 4.48', continúa con 'Trilla' y termina el sábado día 16 con el tríptico, 'Bekristen/Tríptico de la Prosperidad', una obra de tres horas de duración con intervención de voluntarios mayores de 65 años.
Los cantes de trilla son un palo flamenco de origen folklórico, relacionado con las tareas del campo y con letras populares. Hace años que Luz Arcas recorrió un camino a la inversa buscando una nueva fórmula de expresar su danza alejada de los cánones europeos que imperaban y siguen imperando, de la danza contemporánea. Así, ha sido el folklore, sobre todo de Andalucía, y el flamenco su nueva fuente de inspiración, pero eso sí, con la reinterpretación de una creadora que viene de una danza más libre y menos encorsetada, y que sin embargo quiere conservar la esencia de los orígenes.
En su trabajo 'Mariana' Arcas hace un diálogo entre el flamenco y el folklore desde lo contemporáneo, evocando los arreos del animal que trabaja en el campo, por lo que se acompaña de cante, guitarra, zapateado interpretado por varios artistas. En 'Trilla' su cuerpo es el protagonista en diálogo constante con la banda sonora que en directo interpreta Le Paradoy y que resulta fascinante. En la voz de Le Parody suena un cante de trilla de letra tradicional: «A esta mulilla torda le gusta el grano, aligera y no comas que viene el amo», pero con una manera de cantarla a compás percutivo y diferentes tonalidades a las tradicionales y acompañada de la música electrónica.
Este paisaje sonoro tan especial marca la danza de Luz Arcas que parece partir del nacimiento para recorrer toda una vida. Está sóla en el escenario para bailar, sólo bailar. Son 45 minutos de danza en los que el cuerpo de la bailarina expresa con movimientos los sentimientos más íntimos, y más desgarradores. Se da golpes de pecho, se echa al suelo, se sumerge en su propio cuerpo agachándose hasta la extenuación, hace torsiones imposibles o pone todo su cuerpo a temblar. Incluso hace zapateados con los pies descalzos, dos golpes, talón... Es estremecedor. Saca una mantilla, en la que curiosamente hay en el centro el dibujo de dos bailarines, parece una viuda oriental o una virgen cristiana. Juega con ella, la deposita en el suelo, la acoge, la dobla con suavidad, como si fuera un lienzo sagrado.
Las luces de Jorge Colomer buscan cuidadosamente conservar ese lenguaje intimista que Arcas y Le Parody comparten con el espectador, y son absolutamente precisas en no dar más pistas de las que quieren las intérpretes.
La obra tiene una fuerza expresiva muy intensa. La comunión entre ambas creadoras es absoluta. La música en un alto nivel de volumen pone aún más el punto dramático a esta 'Trilla' que indaga de forma directa en el folklore, y que aparece sin duda constamentemente pero en una versión reinterpretada tanto por Arcas como por Le Parody. La danza está despojada de adornos, la música los tiene todos. Hermosa creación, que nos presenta un lenguaje creativo fresco y nuevo, lejos de los cánones pero más cerca de la piel y de los sentimientos de la mano de dos mujeres.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete