'Pharsalia', un bello poema de esperanza

'Pharsalia' habla de guerra, y dice frases tan lapidarias como ésta: «Hacednos, si queréis, enemigos de todas las naciones, pero apartad de nosotros la guerra civil!... ¡Tan miserable es salir vencedor de una guerra civil!». Dos años le ha llevado realizar esta obra titulada como el poema 'Pharsalia', que se presentó anoche en el teatro Central, y que es sin ningún género de dudas una gran epopeya y homenaje al cuerpo y al movimiento.

Mientras realizaban el proceso creativo, comenzó la guerra de Ucrania, un dato más de que las guerras son inherentes al ser humano. Sin embargo este 'Pharsalia' es más un homenaje a la poesía y al amor que a la guerra. Es descubrir desde la belleza, la sensualidad, incluso la paz, los sentimientos que generan en el ser humano un conflicto, en cualquiera de sus géneros.

En escena once personajes que representan otros tantos que salen en los diez poemas, César, Cleopatra, Pompeyo, Cornelia, Catón, Marcia, Bruto, Sexto, Ericto, Julia..., y sus voces se 'escuchan' en grabaciones hechas por los propios bailarines: cada uno en latín 'épico' declama una de las frases de cada personaje de la obra, en conjungación con una banda sonora llena de matices y que es perfecta para cada momento coreográfico.

Una enorme cápsula preside la escena de un teatro abierto, sin calles ni chácena. La cápsula está cubierta de una gran tela que luego desaparecerá. Delante, un hombre y una mujer, César y Cleopatra, ejecutan un paso a dos de extraordinaria belleza. Ella se sube sobre él, recorre su cuerpo, mientras él la sostiene y la eleva al cielo como si fuera una Victoria Alada; la bailarina no toca el suelo en ningún momento, y él la sostiene mientras recorre su cuerpo en movimientos de enorme calidez y armonía, sin prisas, con un tempo que impone una visión llena de poesía. Emocionante inicio, auténticamente conmovedor y de una factura coreográfica enorme.

Y tras este hermoso prólogo, comienza el desarrollo de la obra. La gran cápsula se ha convertido en transparente y Antonio Ruz parece que quiere plantearnos el 'pasen vean', pasen porque empieza la guerra, vean lo que ocurre antes, durante y después. Por eso dentro de esta cápsula iluminada con una luz verde, el tiempo parece que se detiene, que va a otra velocidad, pero no por ello dejan de ocurrir cosas. Los once intérpretes están vestidos de soldados con cascos y botas. Desfiles, conflicto, enfrentamiento, muertos, horror, desasosiego..., Ruz transmite emociones, sentimientos, hechos incluso con rasgos cinematográficos, como esa sucesión de cadáveres, de cuerpos unos encima de otros, como si fuera una fosa común.

Los bailarines se despojan del atuendo militar, estamos en lo que ocurre después de una guerra. La gran cápsula se ha transformado, se ha desinflado convirtiendo el escenario en otro paisaje. El movimiento se convierte en algo más lírico, más intenso, más poético con una coreografía de movimientos corales hermosísimos y dúos espectaculares. Los bailarines finalmente vestidos con ropa de diario se van encontrando, es el resurgir, resucitar tras las heridas entre los escombros de lo que fue el conflicto. Aún hay esperanza.

Un final que es pura alegoría: una bandera de tejido transparente empieza a flamear por encima de los intérpretes que van bailando bajo ella. No tiene ningún color, ni siquiera el blanco de la paz, es transparente, cada uno que ponga el suyo, sobre todo cuando una de las bailarinas la flamea sobre los espectadores subiendo las escaleras de las gradas del Central y acabando de esta forma tan hermosa, creativa y poética este 'Pharsalia'.

Es un enorme trabajo en equipo. El diseño de iluminación de Olga García, la dramaturgia de Isabel Huguet y el diseño de vestuario y escenografía de Alejandro Andújar, son un compendio de talento y compenetración con la idea coreográfica y creativa de Antonio Ruz. Una obra valiente, de enorme fisicidad, con nada menos que once intérpretes en escena, que hoy en día es una compañía de gran formato, sobre todo como en este caso que es privada. Y los bailarines, una formación heterogénea, de orígenes estéticos distintos (danza contemporánea, danza urbana, danza española), pero con un lenguaje común y con una calidad técnica e intepretativa de muy alto nivel.

'Pharsalia' habla de la guerra, de los conflictos, de los enfrentamientos pero nos ha dejado una enorme sensación de paz, incluso de alegría, de sentimientos. Quizás porque para el ser humano no está aún todo perdido, aunque lo parezca, porque siempre nos quedará la belleza, al menos en esta obra, 'Pharsalia'que nació de la mano de un cordobés del siglo I para llegar a otras de un cordobés del siglo XXI.