Antonio Ruz estrena en el Teatro Central 'Norma', un grito rebelde contra los estereotipos
El coreógrafo, Premio Nacional de Danza, impulsa en Córdoba un centro de creación coreográfica mientras sigue creando para su propia compañía
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Iniciar sesiónAntonio Ruz (Córdoba 1976) es uno más de nuestros artistas andaluces en la diáspora que en los últimos tiempos su tierra cordobesa ha recuperado en parte. Ruz, Premio Nacional de Danza 2018, presenta en el Teatro Central de Sevilla su obra 'Norma', ... una pieza para cinco bailarines con la música de Aire, su habitual colaborador y la escenografía y vestuario de Roberto Martínez.
'Norma' se estrenó en el Gran Teatro de Córdoba el pasado 4 de marzo y «quiere ser un grito contra los estereotipos», dice su creador. Ruz comenzó su carrera en su tierra natal desde donde partió a Madrid al conseguir una beca para la Escuela de Víctor Ullate, en cuya compañía interpretó personajes como el 'Albrecht' de 'Giselle'. Desde allí dio su primer salto internacional en 2001 para formar parte del Ballet del Gran Teatro de Ginebra, pasando poco después al elenco del Ballet de la Ópera de Lyon. En esta compañía baila la 'Carmen' de Mats Ek nada menos que junto a la gran estrella francesa Sylvie Guillem y entra en contacto con Sasha Waltz, coreógrafa que tiene gran influencia en sus inicios como creador.
En 2006 regresa a España para formar parte del elenco de bailarines de Nacho Duato en la Compañía Nacional de Danza, ballet institucional para quien crearía en 2021 la obra 'In Paradisum'. En 2009 funda su propia compañía donde vuelca su principal actividad creativa.
En el Teatro Central de Sevilla presentó en 2023 su pieza 'Pharsalia' y ahora regresa con 'Norma', que tiene una referencia a la infancia y la adolescencia del coreógrafo. «Con esta obra vuelvo a una palabra de origen latino. Yo siempre he pesando en la palabra norma como las escuadras que usan los carpinteros, pero también en razón a su etimología, regla, modelo, precepto, mandato o guía, una norma que rige a la sociedad. Me interesaba el tema de lo normal. Estando en Córdoba mi madre me dijo que había una bolsa llena de mis cosas y que me la llevara. Allí había fotos de cuando era bailarín con Ullate o en Ginebra, pero revisando el contenido descubrí un cuadernito que había perdido donde escribía mis reflexiones. Tenía 17 años y ponía cómo me sentía. En esa frustración e impotencia de mi salida o no del armario, de descubrir mi identidad, ocultarme, expresar mis sentimientos... En uno de los capítulos ponía: quiero ser normal. Y me di cuenta de que es algo que me escuece hace tiempo. La idea de ser observado, de no pertenecer a un grupo y de ser diferente que parece negativo». «Hoy día -prosigue este bailarín y coreógrafo-, con la que está cayendo, se celebra como la gente que es diferente y diversa. Por eso esta pieza es un homenaje al 'rara avis', como una fiesta de los raros y lo extraño, y plantea eso de por qué cuando nos miramos al espejo nos creemos extraños. Es ir contra las críticas que juzgan, sobre todo a través del cuerpo. Es una rebeldía contra los estereotipos, pero no desde una reivindicación, sino desde una celebración de los cuerpos diversos que la misma sociedad ha querido mandar al margen».
Muchos elementos escénicos ayudan en la dramaturgia, caracterizada por la libertad. «De mis últimos trabajos es el más teatral, más irreverente y más performático; también me ha ayudado mucho la colaboración que he tenido con Roberto Martínez, con quien ya trabajé junto a Rocío Márquez en 'Tercer cielo'».
Dice que en este trabajo se siente más colorista. «Quería dar el cambio a un nuevo Antonio, más estampado, más descarado y menos como son todas mis piezas que son minimalistas, sosegadas y tranquilas, pero en 'Norma' es todo lo contrario. Por eso necesitaba a un artista y un universo estético potente y creo que Roberto lo ha conseguido con la escenografía y el vestuario. Le mandé mil referencias, desde los 'Caprichos' de Goya a la pintura de Leonora Carrington, el surrealismo y montones de referencias en el mundo del arte que ya han trabajado lo onírico y lo extraño», asegura.
Aire es el autor original de la música, con quien ya ha trabajado Ruz en otras creaciones. «La música tiene un guiño a la ópera de Bellini 'Norma' porque me gustaba jugar con ese paralelismo que es que Norma también puede ser el nombre de una mujer. Hemos trabajado en la música la idea de deformar, alterar y estirar un aria que es muy estereotipada y que la gente la conoce mucho, la oyen en salas de esperas, en ascensores, y coger algo que para el público es cotidiano y hacer que esa música vaya a un universo peculiar y extraño es interesante».
En esta pieza Antonio Ruz rompe con muchas cosas. «En cada trabajo intento ser consecuente con lo que estoy contando, a lo mejor en la próxima vuelvo al universo barroco, pero ahora es otro el momento. Cuando hablas con un joven de hoy día ves que nos da muchas vueltas en diversidad, y siento que si no escuchamos nos quedaremos atrás. Debemos escuchar a la gente y esta pieza es un acercamiento a la gente que quiere romper», subraya el artista.
'Norma'. Compañía Antonio Ruz
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Dónde: Teatro Central
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Dirección: Avda. José de Gálvez. Isla de la Cartuja
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Cuándo: 31 de enero y 1 de febrero
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Horario: 20.30 horas
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Precio: 22 euros
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Entradas: Teatro Central.
El elenco de cinco artistas es muy diverso. «Está el cordobés Carlos Carvento, que es un bailarín impresionante, travesti y artista dragg; el actor-bailarín Chelis Quinza; Begoña Quiñones, Alicia Narejos y Manuel Martín, que son veteranos de mi compañía. Es un elenco diverso y es interesante cómo buscar esa conexión entre los personajes». Según Ruz, esta obra hace que el público se pregunte muchas cosas «porque hay una mirada muy hacia el público, como dejando que mire por una mirilla y vea esos intérpretes que no harían delante de un espectador».
Recientemente ha estrenado el 'Requiem' de Mozart como director escénico y coreógrafo invitado por la compañía alemana Tanz Kassel, un cambio de registro que no le supone un problema. «Llevo años haciéndolo. Los trabajos de encargo no es lo mismo que la creación propia, de autor con mi compañía con la que yo me libero, experimento y arriesgo mucho. Otra cosa es un encargo como la del 'Requiem' de Tanz Kassel, y como yo ya he trabajado con coros y orquestas, dije que sí. Además, mi padre acababa de fallecer y pensé que ese encargo estaba ahí para mí. Estéticamente una obra y otra no se parecen pero, claro, los trabajos se acumulan y en todos hay cosas de otros».
La Normal en Córdoba
Uno de sus proyectos más importantes es la puesta en marcha en Córdoba de 'La Normal', (volvemos a la 'norma' inicial como concepto y para romperlo), un centro de creación coreográfica. «Ya hemos empezado los trabajos en este caso en una sala cedida por el Conservatorio de Danza de Córdoba, porque el espacio que nos han concedido debe adecuarse y es algo que se está demorando. Hemos decidido hacer actividades porque recibimos un dinero público, así que hacemos jornadas, actividades, preparamos el día internacional de la Danza en abril para sacar la danza a la calle y esperamos empezar a funcionar en el espacio definitivo para después de verano. Lo importante de este proyecto es que la ciudad lo haga suyo y que cambie el color político de las instituciones que la apoyan, el proyecto siga porque Córdoba y su gente se identifiquen con él. Ahora, además del Ayuntamiento contamos con la Fundación Cajasur y la Diputación de Córdoba. Estamos muy contentos porque la ciudad está acogiendo muy bien la idea y estamos teniendo muchos apoyos, porque ideas tenemos muchas, pero sin apoyo no podríamos. El 2025 es el año del despegue y de crear programas. Yo creo que un centro coreógrafico tiene que tener la misión de conectar personas, relacionar artistas y eso de alguna manera fluye. Es un proyecto necesario», asegura el coreógrafo. Ruz anuncia futuras colaboraciones con el Centro de Creación Coreográfica de Andalucía, dependiente de la Consejería de Cultura, y con sede en Sevilla.
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