SEVILLA

Ruta por Triana: todo lo que puedes hacer en este barrio de Sevilla en un día

Desde visitas a monumentos hasta clases de alfarería, pasando por exposiciones singulares y bares con solera, Triana ofrece una enorme cantidad de planes para quienes cruzan el Guadalquivir y llegan a la otra orilla de la capital hispalense

Reapertura del Castillo de San Jorge en Triana: cómo y qué se puede visitar

Todos los planes que puedes hacer en el río Guadalquivir sin moverte de Sevilla

El Puente de Isabel II es uno de los monumentos más emblemáticos de Triana s.l.

Q. P.

Triana es uno de los barrios más emblemáticos de Sevilla y ofrece multitud planes para hacer e infinidad de historias que descubrir. Cuenta la mitología que fue fundada por Astarté, diosa de la fecundidad, cuando se refugió en la margen occidental del Guadalquivir ... en su huida de Hércules, quien se había obsesionado con ella y la perseguía sin descanso; él se quedó en la otra orilla del río y dio origen a la ciudad de Híspalis (nombre romano de Sevilla).

Mitos aparte, Triana es cuna de personajes ilustres. Vio nacer al navegante Rodrigo de Triana, quien acompañó a Cristóbal Colón en su viaje a la India y, sin esperarlo, se convirtió en el primero en avistar el continente americano, un momento que dio un vuelco a la historia de la Humanidad. También fue el hogar de Rodrigo de Bastidas, quien embarcó con el navegante genovés en su segundo viaje a América y regresó con su propia flota como conquistador, y de Andrés de Morales, que acompañó a Colón como piloto y cartógrafo. A ellos tres y a todos los trianeros anónimos que exploraron América en la Plaza de Chapina.

Entre sus patios y callejuelas también creció el celebérrimo Juan Belmonte, quien revolucionó el arte del toreo durante la primera mitad del siglo XX y tiene una estatua dedicada a él en la Plaza del Altozano, además de infinidad de cantaores y bailaores: Matilde Coral, Gracia de Triana, Paco Taranto, Naranjito de Triana, Antonio el Bailarín… e inspiró a la banda de rock Triana.

Viendo que se trata de un barrio con mucha historia y solera, proponemos una ruta para descubrir y redescubrir Triana que contiene desde visitas culturales hasta planes gastronómicos:

Puente de Triana J. M. Serrano

Pasar al otro hemisferio de Sevilla significa cruzar el Puente de Isabel II, más conocido como Puente de Triana. Mientras que los romanos desecharon la idea de construir un puente fijo, lo árabes fueron los artífices del de barcas (sobre una hilera de embarcaciones se colocaron tablones de madera para que los ciudadanos pudieran cruzar de una orilla a otra). No fue hasta 1852 cuando se inauguró el que actualmente es el puente de hierro más antiguo de España. Inspirado en el ya desaparecido Puente del Carrousel de París, obra de Polonceau, ofrece, junto con su entorno una las estampas más características de Sevilla.

Poniéndole punto y final al Puente de Triana está la Capillita del Carmen, nacida en 1928, obra del arquitecto Aníbal González y el ceramista Emilio García. Se trata de un pequeño edificio, de ladrillo visto y de un llamativo color rojizo, compuesto por la propia capilla y una torre campanario de planta octogonal; un enclave en el que merece la pena detenerse.

Iglesia de San Jacinto Juan Flores

Otro monumento que merece la pena visitar es la Iglesia de San Jacinto. Se construyó en el siglo XVII en el lugar que había ocupado la ermita de la Candelaria, que se desplomó tras unas inundaciones que asolaron la zona, gracias a iniciativa del acaudalado varón Baltasar Brun de Cervera.

En manos de la orden de los dominicos durante casi toda su historia, ha sido colegio de matemáticas, retórica y otras ciencias; casa de curación del hospital provincial para tratar a enfermos de una epidemia de cólera; una de las propiedades eclesiásticas que se vio sometida a la desamortización de Mendizábal y condenada al abandono; propiedad municipal y escuela de primaria; sede de varias hermandades, que se han resguardado entre sus muros a lo largo de su historia.

Tampoco podía faltar en este listado la Iglesia de Santa Ana, que nació cuando el rey Alfonso X el Sabio mandó a construir una pequeña iglesia junto al Castillo San Jorge para agradecer lo que él consideró un milagro: la cura de una enfermedad que padecía en los ojos. Comenzó a construirse en 1266 gracias a las manos de los maestros canteros castellanos que acompañaban a las tropas cristianas y de los alarifes musulmanes, expertos en la utilización del ladrillo, el material constructivo básico durante la época almohade. Es el primer templo que se levantó en Sevilla tras la reconquista de la ciudad, en 1248.

Castillo de San Jorge

  • Dirección: Plaza del Altozano, s/n

  • Cuándo: De martes a domingo. Los lunes sólo hay información turística

  • Horario: De 9.00 a 14.00 horas (de lunes a viernes) y de 10.00 a 13.30 horas (domingos y festivo)

  • Horario del centro temático: De martes a sábado de 10.00 a 13.30 horas y de 17.00 a 19.30 horas

  • Precio: entrada gratuita

El Castillo de San Jorge nació como una fortificación defensiva en la época visigótica, una utilidad que siguió conservando cuando la ciudad quedó bajo el dominio almohade. Tras la reconquista cristiana pasó a pertenecer a la Orden Militar de San Jorge, patrón de soldados y caballeros, hasta que, más tarde, llegó su época más oscura: se convirtió en sede de la Inquisición. Durante ese periodo también fue prisión e inspiró al compositor Ludwig van Beethoven, que, en su ópera 'Fidelio' (1805) hablaba de una cárcel sevillana donde a finales del siglo XVIII se encerraba a presos de conciencia. Entre sus rejas, fueron a parar personajes tan célebres como el artista florentino Pietro Torrigiano, que, según los escritos del arquitecto y pintor Giorgio Vasari, murió allí.

Ya en el siglo XIX, el Castillo fue demolido para crear un ensanche desde la Plaza del Altozano hasta la Calle Castilla. En el solar se instaló un mercado de abastos que sigue en activo y cuya visita es también imprescindible para conocer la gastronomía y la idiosincrasia sevillana. En su subsuelo se encontraron multitud de restos arqueológicos que el Ayuntamiento no dudó en musealizar, creando el actual centro de reinterpretación de las ruinas y de lo que supuso la Inquisición para la ciudad.

Se puede aprovechar esta visita para recorrer el Callejón de la Inquisición, junto al propio castillo. Se trata de un pasaje estrecho de 35 metros de longitud por el que los reos eran conducidos para ir a la cárcel y ser juzgados o para, de ser considerados culpable y condenados, dirigirse a la hoguera.

Centro de Cerámica de Triana RocIo Ruz

Durante siglos, Triana contó con una presencia significativa del pueblo gitano, que se concentraba en una parte del barrio conocida como cava y que vivía de la artesanía, con actividades como la herrería y la alfarería. Es por ello que el barrio cuenta con el Centro de Cerámica Triana (CCT), que nació en 2014 con el objetivo de poner en valor la historia de su tradición alfarera.

Ocupa la que fue sede de la empresa Cerámica Santa Ana-Rodríguez Díaz S.L., un edificio de dos plantas: en la baja se describe el proceso productivo de la cerámica, recorriendo los espacios antiguos de la fábrica, y se habla de los numerosos talleres que estuvieron activos en el barrio a principios del siglo XX, como Mensaque, Montalván o Ramos Rejano; mientras que, en el primer piso, está la colección permanente, con obras de entre los siglos XII y XX, una sala de exposiciones temporales, y un espacio titulado 'Triana, corazón del Flamenco. Nombres y carteles de la Bienal', que alberga una exposición permanente que repasa la historia gráfica, a través de sus carteles desde 1980 hasta 2020, del acontecimiento.

Centro Cerámica Triana

  • Dirección: Calle Callao, 16, esquina calle Antillano Campos

  • Cuándo: De martes a domingo

  • Horario: De 10.00 horas a 20.00 horas

  • Precio: 2,10 euros la entrada general; 1,60 euros la entrada reducida (para estudiantes menores de 25 años, carnet joven, pensionistas y mayores de 65 años, así como grupos de más de 10 personas); y entrada gratuita para nacidos o residentes en Sevilla capital, menores de 16 años, personas discapacitadas con su acompañante con acreditación, y con la presentación de la entrada general del Alcázar

  • Web: https://icas.sevilla.org/espacios/centro-ceramica

Además, en la zona aún se conservan muchos talleres en los que se siguen fabricando productos artesanales de cerámica que, además, pueden adquirirse allí mismo. Muchos de ellos imparten clases para quienes quieran aprender este arte y oficio.

Corral de Herrera AdobeStock

Durante los siglos XVIII y XIX proliferó la construcción de corrales de vecinos por toda Sevilla, sitios que acumulaban las casas de varias familias que, además, podían crear su propia red social, una comunidad. El barrio de Triana es el que más corrales reúne, por lo que recorrerlos es una actividad que sirve para repasar buena parte de su historia, a la vez que se disfruta de la belleza de estos espacios. Ejemplos de ello son el Corral de Herrera, la Casa de la Virgen del Rocío, la Cerca Hermosa, el Corral Largo, el Corral de los Corchos, la Casa Quemada, el Corral de las Flores, el Patio de Quidello, el Corral de los Fideos y el Hotel Triana. Merece la pena visitarlos todos, pero, en esta ocasión, seleccionamos dos de ellos.

Por una parte, destaca el Corral de Herrera, que fue construido en 1909 para dar cobijo a quince familias y más de cien personas. En la actualidad es una propiedad privada que, aunque con las viviendas independientes y restauradas, conserva su fisonomía tradicional. En el centro posee un estrecho patio de luz decorado a la manera sevillana con cerámicas, macetas, candiles de forja, carteles de fiestas populares y dos retablos cerámicos que protegen a los vecinos: Santa Rosa de Lima, en la planta baja, y Nuestro Señor del Gran Poder, en la superior.

Corral de Herrera

  • Dirección: Calle Pagés del Corro, 111

Por otro lado está la Casa de la Virgen del Rocío, llamada así porque un retablo de la Virgen preside su entrada desde 1915. Originario del siglo XIX, se trata de uno de los más pequeños de Triana, sin embargo, ha llegado a albergar a hasta 18 familias.

Casa de la Virgen del Rocío

  • Dirección: Calle Pagés del Corro, 103

Salir a comer: parte I y parte II

Bar Sol y Sombra Gurmé

Para poner el broche de oro a una visita a Triana, ¿qué mejor que disfrutar de su gran oferta gastronómica? Hay locales para todos los gustos y bolsillos.

Los amantes del queso no pueden dejar de visitar el Bar Juan Carlos, que acumula más de cien variedades de este producto lácteo y unos 60 tipos de cervezas internacionales, aunque también pueden consumirse otros manjares, como los montaditos. Su ambiente escapa al cliché trianero, ya que coquetea con aires urbanos y cosmopolitas, lo que lo convierte en un espacio genuino y singular.

Bar Juan Carlos

  • Dirección: Calle Febo, 6

  • Cuándo: De lunes a sábado

  • Horario: De 20.00 a 00.00 horas (lunes) / De 12.00 a 16.00 y de 20.00 a 00.00 horas (de martes a sábado)

Y ahora pasamos a un clásico de Triana, Casa Ruperto, reflejo de la sevillanía profunda. Se puede comer en la barra, en mesa alta o en alguno de los veladores, en una plazoleta de albero. Su plato estrella son las codornices fritas, conocidas como 'los pajaritos'. También son muy populares los caracoles, las cabrillas y los montaditos.

Casa Ruperto

  • Dirección: Avenida Santa Cecilia, 2

  • Cuándo: Todos los días menos el jueves

  • Horario: De 12.00 a 16.00 y de 20.00 a 00.00 horas (de viernes a martes) / de 20.00 a 00.00 horas (miércoles)

  • Contacto: 954 08 66 94

Otro clásico es Sol y Sombra. Inaugurado en 1961, este establecimiento conserva una decoración clásica con mesas de feria, carteles taurinos, botellas legendarias y techos cubiertos de jamones. En la misma tónica, ofrece platos típicos como las gambas al ajillo, el solomillo al ajo, el Don José, que son gambas con jamón, el revuelto de habitas o las cabrillas. Pero también novedades como los arroces como el negro, el de carabineros o el de cola de toro.

Sol y Sombra

  • Dirección: Calle Castilla, 151

  • Cuándo: De lunes a domingo

  • Horario: De 13.15 a 16.30 y de 20.45 a 00.00 horas

  • Contacto: 954 33 39 35

  • Web: https://www.tabernasolysombra.com/

Para los que quieran disfrutar de buenas vistas mientras comen también existe una opción perfecta: María Trifulca, desde donde se puede contemplar el Guadalquivir. Su cocina tiene un arraigo tradicional pero también posee aromas de originalidad, muestra de ello son sus platos estrella: las zamburiñas con gambas rojas al fuego con salsa picante, los boquerones abiertos fritos a la papirusa, el wok de verduras con fideos yakisoba y teriyaki, la ensaladilla de langostinos con crema de carabinero, la milhoja de queso de cabra con tomate confitado, las torrijas de pan brioche con crema de mascarpone y el helado de leche merengada.

María Trifulca

  • Dónde: Puente de Triana, Plaza del Altozano, 1

  • Cuándo: De lunes a domingo

  • Horario: De 13.00 a 2.00 horas

  • Contacto: 954 33 03 47 / reservas@mariatrifulca.com / eventos@grupotrifulca.com

  • Web: https://mariatrifulca.com/

La cercanía de Triana al río Guadalquivir también ofrece la posibilidad de pasear por su orilla, recorriendo y fotografiando la icónica calle Betis o montado sobre una bicicleta, así como surcar sus aguas en un barco, en un kayak o en una tabla de paddle surf. Encuentra en este enlace todos los planes que puede hacer en el Guadalquivir o en sus márgenes sin moverte de Sevilla.

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