Ocho planes que puedes hacer en la Plaza de América de Sevilla

La Plaza de América fue diseñada por el arquitecto sevillano Aníbal González, quien también es autor de la Plaza de España y fue el director general de la Exposición. Plena de belleza e historia, la Plaza de América se encuentra en uno de los extremos del Parque de María Luisa y encabeza la lista de lugares más emblemáticos de Sevilla. En esta lista encontrarás ocho actividades que se pueden hacer en este rincón de la ciudad.

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Conocer las tradiciones sevillanas

La Plaza de América está rodeada por tres edificios principales, y uno de ellos es el Museo de Artes y Costumbres Populares. Este lugar, construido en 1972 y siguiendo el estilo neomudéjar, permite conocer en profundidad las tradiciones, costumbres y formas de vida de Sevilla y su región, así como la identidad cultural de la capital hispalense.

Además, abarca una amplia gama de objetos relacionados con la vida cotidiana, el trabajo, la artesanía, la indumentaria y las festividades populares de la zona. La visita a este lugar es enriquecedora, pues ofrece una visión panorámica de la cultura sevillana y su evolución a lo largo del tiempo.

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Contemplar la belleza neorrenacentista

¿Sabías que Ispal es el nombre primitivo de Sevilla? La ciudad pasionario a denominarse así en la época prerromana, alrededor del siglo VIII a.C., y significa «tierra llana». Aún se conservan piezas y artefactos de la época, y pueden verse en otro de los edificios que rodean la Plaza de América: el Museo Arqueológico.

Siendo inaugurado en 1879, custodia piezas milenarias. Los objetos más antiguos que alberga el museo, como cerámicas y herramientas de piedra y hueso, datan del Paleolítico. En su interior también se pueden observar piezas de arte romano, ibérico, numismática, elementos funerarios y otros artefactos cotidianos y domésticos, incluso elementos que forman parte del Tesoro de El Carambolo.

A pesar de su rico e interesante contenido, las puertas del Museo Arqueológico llevan cerradas desde principios de 2020, y, según lo previsto, no volverán a abrirse hasta 2026 debido a trabajos de renovación. No obstante, merece la pena ver su fachada neorrenacentista, una auténtica obra de arte.

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El Pabellón Real

De los tres edificios que rodean la Plaza de América, el Pabellón Real es el restante. Inspirado en la arquitectura gótica, fue construido para albergar las colecciones artísticas de la Casa Real que formaron parte de la Exposición Iberoamericana.

En la actualidad, el edificio alberga oficinas de la Administración municipal, por lo que lo único visitable del Pabellón Real es su exterior. A su alrededor hay seis pedestales de ladrillo tallado. En cada uno de ellos, van águilas con los escudos del Señorío de Vizcaya, Reino de España, Ducado de Borgoña y Toscana, Señorío de Molina y Reino de Jerusalén.

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Viaje a la niñez

No hay sevillano que no haya ido de niño al Parque de Las Palomas a dar de comer a estas aves. ¿Quién no tiene una fotografía así?

El Parque de Las Palomas debe su nombre a los puestos de comida para aves que hay pero, sobre todo, al centenar de palomas que pasean por él cada día. Aunque ya no hay tantas aves como hace unos años, sigue siendo un punto atractivo del parque al que las familias acuden para que los niños jueguen y den de comer a las palomas. Puedes comprar paquetes de alimentos para las aves en el kiosco Oasis de Las Palomas.

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Descubrir las esculturas

La Plaza de América en Sevilla es conocida por albergar diferentes esculturas que embellecen y enriquecen su entorno.

En primer lugar, las Fuentes de las Palomas, situadas en el parque que recibe el mismo nombre, son dos réplicas de las que Juan Ramón Lafita realizó en 1964 y que fueron destrozadas en 2017 por un acto vandálico. Cada una de estas fuentes representan a una niña sentada sobre sus piernas sujetando una pila, de donde sale el agua de la fuente. Una de las esculturas está policromada en tonos cálidos y la otra en tonos fríos.

Por su parte, a lo largo de la Plaza de América hay 16 Victorias Aladas, obras de Coullaut Valera, Carbonell y Delgado Brackenbury. Después de más de cien años, por fin pudieron ser restauradas. Debido a la suciedad, el paso del tiempo y a la exposición a factores perjudiciales como la contaminación o las condiciones meteorológicas, algunas habían perdido estabilidad y alguna que otra extremidad. Finalmente, en 2021 volvieron a incorporarse a la Plaza de América tras haber sido intervenidas.

Estas Victorias Aladas representan elementos como el triunfo, la riqueza de El Nuevo Mundo, la industria e incluso el tabaco americano, uno de los productos importados del continente americano que dio pie al surgimiento de la Fábrica de Tabacos de Sevilla, entre otros.

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Recorrer las glorietas

Además de la de las Palomas, en la Plaza de América se encuentran las glorietas de Cervantes, de Rodríguez Marín, de la Mesa Mural y del Reloj de Sol.

La Glorieta de Cervantes se sitúa frente al Pabellón Real, y lo más destacado del lugar son los azulejos de los bancos, que incluyen escenas de la obra principal de Miguel de Cervantes, 'Don Quijote de la Mancha'. Este espacio lo custodian las esculturas de Don Quijote y Sancho Panza, reproducciones elaboradas en 2021 de la obra original de Eduardo Muñoz.

A su lado, de manera casi contigua, se encuentra la Glorieta de Rodríguez Marín, poeta especialista en la obra de Cervantes. En este caso, la disposición simula un patio sevillano tradicional, e incluye una fuente inspirada en el arte árabe. Al igual que en la Glorieta de Cervantes, esta contiene azulejos con imágenes de su obra.

Estas dos glorietas situadas al norte de la Plaza de América están separadas de las del sur por el Estanque Central. Sobre la superficie del agua se pueden ver nenúfares, alguna que otra rana y peces naranjas nadando en su interior.

En cuanto a la Glorieta de la Mesa Mural, al igual que muchos de los espacios del Parque María Luisa, fue diseñada por Aníbal González en 1911. En ella, una mesa cuadrada con un plano mural de cerámica de la Exposición Iberoamericana protagoniza y da nombre el espacio. A su alrededor, cuatro bancos invitan a los visitantes a sentarse a ojear la obra.

Por último, la Glorieta del Reloj de Sol también fue diseñada por Aníbal González. Su diseño es muy similar a la anterior: cuatro sillas alrededor de una mesa. Sin embargo, esta cuenta con la peculiaridad de que la mesa sirve como reloj solar. Otro detalle significativo es que los respaldares de hierro fueron realizados por la Fundición Juan Miró.

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Recorrer la plaza en bicicleta

Una de las actividades más populares que se pueden hacer en el Parque María Luisa es recorrerlo en bicicleta. Este plan se puede aplicar a la Plaza de América, especialmente ahora que la primavera ha llegado y cada vez hará mejor tiempo.

Si bien el recorrido de la plaza no es muy grande en comparación al Parque María Luisa, se puede ir con calma y hacer paradas en los lugares mencionados en esta lista. Además, se puede aprovechar el paseo en bicicleta para conocer los restos de la Exposición Iberoamericana de 1929.

Como complemento, una vez terminado el recorrido se puede optar por hacer un picnic sobre la hierba para recargar energías.

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Admirar las vistas con cerveza fría

Después de recorrer la Plaza de América, puede que lo que apetezca sea sentarse a tomar algo. Por suerte, en la Plaza de América hay dos terrazas que dan también a la Avenida de la Palmera: Alfonso y Bilindo. Si conoces la vida nocturna de la ciudad, probablemente hayas frecuentado alguno de estos sitios o hayas escuchado hablar de ellos, porque son dos de las terrazas más populares parra salir de fiesta durante la época estival.

A pesar de su actividad en las noches de verano, las puertas de estos locales permanecen abiertas durante el día. Por eso, desde sus terrazas podrás ver cómo los niños juegan en el Parque de las Palomas y cómo las personas pasean por la Plaza de América. Y lo mejor de todo: ¡con una cerveza fría, un zumo, un café, o lo que prefieras en la mano!