El CICUS renauda las visitas al panteón de los sevillanos ilustres

Este panteón, situado bajo la iglesia anexa a la Facultad de Bellas Artes, guarda los restos de figuras históricas de la ciudad, incluyendo al célebre poeta Gustavo Adolfo Bécquer y su hermano, el pintor Valeriano Bécquer, el humanista Benito Arias Montano, el sacerdote y teólogo Mateos Gago, y la escritora Fernán Caballero, pseudónimo de Cecilia Böhl de Faber. La cripta, de estilo renacentista, fue construida en el siglo XVI por Hernán Ruiz II y pasó a manos de la Universidad de Sevilla en el siglo XVIII tras la expulsión de los Jesuitas, convirtiéndose finalmente en un lugar de descanso para algunas de las figuras más ilustres de Sevilla en la segunda mitad del siglo XX.

La reapertura de este panteón no solo invita a un recorrido por la historia de Sevilla, sino que también es una oportunidad para reflexionar sobre el legado de figuras que marcaron el desarrollo cultural y social de la ciudad. Los visitantes que accedan a esta cripta no solo podrán contemplar las tumbas y monumentos funerarios, sino también conocer los aspectos históricos de los ilustres personajes allí enterrados, gracias a la participación de los alumnos de bachillerato de los colegios sevillanos Buen Pastor y Saint Mary's School. Estos estudiantes han preparado materiales informativos en formato digital, disponibles mediante códigos QR, como parte de su programa de voluntariado, que busca conectar a los jóvenes con la historia local.

Las visitas se realizan todos los viernes por la tarde, siempre que no coincidan con festivos. Con una duración de tres horas cada viernes (de 17 a 20 horas), el acceso será completamente libre, aunque limitado a un aforo de 20 personas en la cripta de la Iglesia de la Anunciación. Para quienes deseen una experiencia más estructurada, el CICUS organiza visitas guiadas gratuitas para grupos, con un máximo de 20 personas, los miércoles a las 11 y a las 12:30 horas.

La creación del Panteón de los Sevillanos Ilustres es, en sí misma, una historia que vincula el arte, la historia y la identidad de la ciudad. Esta cripta fue concebida originalmente como lugar de culto por la Compañía de Jesús, y su estructura de planta de cruz latina con una elegante bóveda de cañón fue uno de los elementos que la hicieron ideal para convertirse en el actual panteón. Durante el periodo de restauración liderado por el director de Bellas Artes Florentino Pérez Embid en los años 70, el panteón recibió mejoras y ampliaciones que lo convirtieron en el sitio de homenaje que hoy conocemos, adaptado para albergar los restos de estos personajes emblemáticos.

La historia de este espacio es también un recordatorio del esfuerzo de la Universidad de Sevilla y de la ciudad por preservar y rendir tributo a las personas que, desde diferentes disciplinas, contribuyeron a la cultura sevillana. Su diseño, su valor histórico y los personajes allí enterrados hacen del Panteón de los Sevillanos Ilustres un rincón indispensable para los amantes de la historia y el arte.