El mundo oculto y censurado de Manuel Echegoyán

Gran escultor e imaginero con numerosas obras en su curriculum, estos días salen a la luz una colección de dibujos eróticos y pornográficos de Echegoyán, una carpeta oculta hasta la fecha y que gracias a sus herederos ha podido ver la luz en el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla, en una exposición titulada 'S Porno no romper', que era lo que con su puño y letra había escrito el propio escultor sobre la carpeta de esos dibujos.

El profesor y subdirector de CICUS, Luis Martínez Montiel que ha ejercido de comisario de esta sorprendente exposición, dice que, «Echegoyán hace los tondos de escultura que están en el Ayuntamiento, los de Ava Gadner, Grace Kelly..., y su nieta me llama un día y me dice que tiene el almacén de su abuelo y que le gustaría enseñármelo para que viéramos lo que había. Había muchas esculturas, bocetos, y demás, y una carpeta de dibujos que su padre no quería que salieran porque eran un poco íntimos. y claro, le dije, eso es lo que quiero ver. Y entonces me enseña un sobre grande que pone 'S porno no romper', y en ése sobre hay una serie de dibujos sorprendentes eróticos y pornográficos que Echegoyán hace en los años 60 del pasado siglo mientras está haciendo imaginería y otras esculturas«.

En 1931 el escultor logra un pensionado en París bajo patrocinio de la Diputación Provincial de Sevilla, allí conoce las nuevas corrientes estéticas y también conoce de primera mano, la producción de Picasso, o las formas concentradas de Brancusi y Hans Arp que habitualmente nutren su obra.

La Guerra Civil marcó su vida como la de tantos. Cuando el conflicto estalla, Echegoyán se encuentra en Madrid y es reclutado en las filas del bando republicano. Esta experiencia se deja ver en la introspección de sus dibujos y, debido al resultado de la contienda, le impidió una prometedora trayectoria. Tras la guerra fue depurado por el régimen, pero Echegoyán superaría las adversidades ideológicas acostumbrándose a satisfacer los gustos de una clientela conservadora. Son años de imaginería procesional en madera policromada, allegado a su viejo amigo Antonio Illanes, hasta que en los años 50 alcanza el reconocimiento de las autoridades con las respectivas medallas de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1952 y 1954.

«Echegoyán se reconvierte para seguir viviendo,pero tiene un mundo detrás que el que a él le interesa y que nunca muestra. Todos estos dibujos han estado guardado en este sobre que refleja su mundo desconocido e íntimo. Hay dibujos muy eróticos y otros bastante pornos directamente, y hemos compartido estos dibujos con los que él hace en las trincheras durante la Guerra Civil, que son muy bonitos y que parecen heredados de los constructivistas rusos. Hay uno estremecedor del entierro de un soldado amigo suyo. La exposición, es por decirlo así, de amor y guerra. El sentido de la exposición, más que buscar dibujos eróticos o pornos, era enseñar que grado de represión hubo en España en esos años que hasta él mismo artista se autocensuró. Aún en hoy día nos ha costado trabajo todavía que esto salga a la luz y que se exponga, porque hay cierta reticencia con el tema del género o del sexo, y todo lo que es el cuerpo. Estos dibujos son una manera de contar cómo nos hemos estado reprimiendo durante muchos años viviendo una vida que no era la que queríamos. Había sexo en los 60, pero no se exponía ni se explicitaba«.

Homosexualidad, lesbianismo, erotismo, dibujos pornográficos, «todos de un narcisimo absoluto. Algunos son muy picassianos, o de los inicios de Botero, se asimilan a los dibujos eróticos de Alberti, y todo ese mundo de los años 50 o 60 lo dibuja pero no lo expone. Dice en el sobre 'no romper', pero en el sobre parece que dice 'esto vale dinero'. El mismo sabía que eso tenía un valor. Y este es su mundo desconocido. Yo les dije a sus hijos que su padre estaría encantado de haber expuesto sus dibujos, porque él mismo puso 'no romper' en el sobre«.

En la exposición también se puede ver un álbum de familia con fotos de Echegoyán en París o delante de algunas de sus esculturas, «es un personaje muy reconocido, pero estaba más avanzado en el mundo personal que por el que se le reconocía, que era un mundo más retardatario».

Esta es la primera exposición que CICUS va a organizar de Manuel Echegoyán, «vamos a hacer otras muestras con toda la obra que tiene y será en el Rectorado. Pero la iniciátiva, ésta, es la que menos se espera la gente, que un señor de corte tradicional, tuviera ese transfondo y esa vivencia personal. Daba igual que los dibujos sean pornos o no, sino que eran desconocidos y nadie los había visto. Yo creo que lo que es innovador en Manuel Echegoyán es esto, es lo más atrevido sobre todo a tenor de lo que se hacía en ese momento en España. Eso es lo que le pone en valor ahora«.

Manuel Echegoyán falleció en 1984. Su versatilidad como escultor le permite una constante búsqueda de nuevas formas de expresión como demuestra el tardío monumento del Centenario de la Junta del Puerto (1974) frente a la autoridad portuaria, una de sus últimas esculturas.