Javier Caró propone una visión surrealista en 'Delirium Flamenco'

«Lo único que mueve esta fantasía es el color, lo sugerente y lo inquietante, lo que se escapa del raciocinio e interpela a los sentidos, a lo que entra por los ojos y nos despierta algo por dentro», revela el escritor Daniel Blanco en el catálogo que acompaña esta exposición. Las coplas y poemas que aparecen en este catálogo son anónimos y están extraídosdel libro de Antonio Machado y Álvarez 'Demófilo' (1848-1893) 'Cantes Flamencos'.

Una bailaora sobre postes clavados en el agua, una mano que sale detrás de una reja rodeada de azulejos, los flecos que rodean los labios de una mujer, manos y pies que aparecen entre volantes de una bata de cola o la cara de una bailaora de seductores ojos escondidos tras los volantes... Y así hasta dieciséis imágenes reveladoras.

El autor de este universo fotográfico nuevo es Javier Caró (Sevilla, 1974), licenciado en Geografía por la Universidad de Sevilla y máster en diseño gráfico, marketing y composición. Toda su carrera laboral ha estado vinculada al mundo artístico y de la cultura. Ha realizado trabajos para artistas como Dorantes, Rubén Olmo, Mayte Martín, Ainhoa Arteta, Falete, Juan Valderrama, Tsidii, Inma Cuesta, Félix Gómez, Esperanza Fernández, Renaud García-Fons, Taksim Trio, Noa y Sharon Fridman, entre otros.

En esta nueva exposición cambia un poco su forma de ver el flamenco y sobre todo de plasmarlo. «Desde que empecé en la fotografía intento dar una visión diferente del flamenco a la que estábamos acostumbrados, pero es verdad que en 'Delirium' me he soltado un poco la melena y aquí me he lanzado a algo mucho más surrealista y onírico, y de esta forma lo que prima en mis fotografías es el impacto visual, el color, la fuerza y acercarnos al flamenco sin ningún tipo de barrera», asegura.

Desde 'Habitantes flamencos', su primera exposición, Javier Caró se abre a la fotografía con el propósito de encontrarle nuevos registros gracias al diseño y a la postproducción. «En esta exposición hay algunos personajes que me han servido de inspiración, pero están metidos dentro de la estética de la fotografía, pero no me he querido centrar en el artista, sino en la parte más conceptual, más visual e incluso más estética. En muchas imágenes sí hay un elemento humano a través de bailaoras, sobre todo, pero es una parte más de la fotografía, no es el centro de ella», reconoce.

Las dieciséis imágenes instaladas sobre un soporte de pvc están situadas en la sala de exposiciones del Instituto Andaluz del Flamenco sin marco alguno «para que no hubiera ninguna distracción de marcos ni nada, y muy pegadas a la pared, para que quede muy limpio y muy abierto», dice el artista.

Cree el autor que el espectador identificará rápidamente el flamenco al mirar estas imágenes. «Sí, porque los elementos principales y reconocibles del flamenco están ahí, yo lo que simplemente he hecho es jugar con ellos de una manera diferente, pero la fuerza, la pasión, esos elementos que nos son tan familiares como el mantón, el abanico, el zapato, las flores, la peineta o las manos están ahí. Se ve claramente que es flamenco, pero llevado a un punto mas surrealista del habitual y cercano a lo onírico e incluso a la ciencia ficción», declara.

Javier Caró ha realizado retratos de artistas como Rubén Olmo, Dorantes, Antonio Canales, Rafaela Carrasco, Pastora Galván, Manolo Sanlúcar, Manuel Molina, Javier Barón, Manuela Carrasco y Carmen Linares, entre otros muchos. Sin embargo, parece que en la fotografía flamenca se buscan ahora otras premisas. «Desde que yo me inicié con 'Habitantes del flamenco', una exposición que rendía homenaje a las mujeres extranjeras en su mayoría bailaoras, en todo este periodo he visto cómo en el flamenco a nivel visual se ha avanzado e innovado muchísimo, haciéndose cosas mucho más atrevidas, y ese era el punto que siempre me ha atraído del flamenco, que es un arte que lo puede todo y se puede mover en cualquier escenario, en cualquier mundo posible. Eso es lo que quiero plasmar en mis trabajos», subraya.

El artista afirma que «el flamenco es muy fotogénico. Yo sigo haciendo fotografías y exposiciones de flamenco porque el juego que te permite es inagotable, prueba de ello es que esta que es mi quinta exposición y muestra un paso más de lo que yo venía haciendo antes. Ofrece un aspecto diferente siempre desde esa línea lírico-pictórica que tanto me gusta. Pero el flamenco siempre se puede reinterpretar», comenta.

Otras exposiciones de este autor han sido 'La cara oculta', 'Flamenco. Código abierto', 'Imperio Triana'. Después de esta muestra, Javier Caró está pensando cuál será su siguiente paso. «Me gustaría experimentar otros mundos, pero volveré al flamenco, siempre vuelvo, me apasiona y acabaré haciendo una exposición de flamenco en el futuro». Seguro.