La Galería de ABC retrata el espíritu del art déco en la exposición 'A ritmo de jazz'

En ese contexto de 1925, el mundo se conectaba y se rendía a un estilo que incorporaba nuevos gustos artísticos, materiales y tecnología. Todo ello puesto en una coctelera, aderezado con el exotismo de África, Centro América y Oriente, y agitado bien, daría paso al surgimiento del art déco. Ese movimiento de difícil definición y acotación, que tardó cuarenta años en tener nombre propio, brilló con todo su esplendor durante los años 20 y 30. Especialmente, tras la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París en 1925. Un evento artístico de exaltación nacional cuyo objetivo era parar el auge del diseño y la fabricación austriaca y alemana, además de resucitar una industria moribunda. También se quiso proclamar al mundo la supremacía francesa en la producción de artículos de lujo. La nueva ola bañó todos los campos de la creación.

En España, la tendencia déco se había ido introduciendo desde los años 10 en lo decorativo, prueba de ello fue la participación nacional en la Exposición de París. En el interior del Grand Palais brillaban las obras presentadas por Rafael de Penagos, Salvador Bartolozzi y Emilio Ferrer, que fueron premiadas por los organizadores, además de las de Ramón Manchón, José Capuz y Tomás Gutiérrez-Larraya y Barradas entre otros. Propuestas muy bien acogidas por los críticos de autores muy presentes en la Colección ABC.

La revista Blanco y Negro y el diario ABC contaron con secciones donde el art déco se vio recogido pronto. De ello se ocuparon el nutrido grupo de artistas que se pueden ver en esta exposición. a los ya citados unimos a Carlos Sáez de Tejada, Rikardo, Luis Gil de Vicario, Antonio Cobos, Aristo-Teliez, Teodoro Miciano, Antonio Barbero, Carlos García Rosen, etc. El selectivo conjunto de dibujos que presentamos es una muestra más de la riqueza de los fondos de la Colección ABC.

Inmaculada Corcho, directora de la Colección de ABC y comisaria de la exposición, comenta que la muestra «saca un fondo de decoración e interiorismo que es muy difícil de encontrar en dibujos originales de esa época». Tras el parón de los años de la guerra civil, «la mayor parte de reportajes de interiorismo y decoración que se hicieron después de 1939 van con fotos. Aquí hay un material de dibujos impecables. Estos pertenecían a reportajes y a secciones de decoración y mobiliario. Asimismo hay dibujos que reproducen las tendencias de diseño de esa época. Incluso los propios dibujantes, en su trazo, recogían la modernidad del art decó: simplicidad de líneas y manchas de color plano. Teodoro Miciano es el decorador del Teatro Villamarta de Jerez. Allí ya hace una decoración que es indicio del art decó».

También esta experta en arte señala que el art decó «fue la tendencia de diseño que más ha marcado en el siglo XX porque empieza en los años diez y termina en los años cincuenta. Las dos décadas potentes fueron la de los veinte y los treinta. Es el periodo de entreguerras, que exalta la belleza, la exuberancia de detalles, los excesos y la idea de cambiar los estilos y los entornos. El art decó marcó no sólo el mobiliario, fue sobre todo diseño gráfico, moda, arquitectura, música, pintura, bellas artes. Fue un estilo muy permeable a todas las manifestaciones de creación y se convirtió en el gran estilo que rompió con el clasicismo de finales del XIX y principios del XX. Ahora mismo hay un revival del art déco. Se usan los dorados y se mezclan por ejemplo las líneas y los círculos en tejidos y cristalería. El art decó fue tan potente que es casi inagotable. Se sigue recuperando».

Añade Inmaculada Corcho que el art déco fue «el gran introductor de los nuevos materiales del diseño. También aparecen los plásticos, la fornica y los materiales sintéticos. Es el final de la revolución industrial del siglo XIX y el inicio de la revolución tecnológica del XX. Además aparecen los coches, los trasatlánticos, los aviones. Esos inventos de la mecánica moderna marcaron estas tendencias. Los remates de los rascacielos parecen remates de aviones y barcos. Es muy importante ver esos dibujos. Ilustradores como Romley hacían los dibujos y redactaba los textos de las críticas que lo acompañaban. Eran aristas que conocían muy bien las tendencias. Hacían escenografías y otro tipo de creaciones más allá de los dibujos».

La comisaria de la muestra recuerda que el art déco también está presente en Sevilla en edificios como el de Correos de la avenida de la Constitución, que cuenta con una fachada modernista. También esta estética está presente en algunas casas del barrio del Porvenir. Hay asimismo reminiscencias del art decó en diversos pabellones de la Exposición Iberoamericana del 29, aunque también cuenten con elementos regionalistas e indigenistas.