arte
Exposición en Sevilla de Gala Porras Kim, la artista que mira a los museos a través de sus almas
La obra de la artista colombiana se presenta en España por primera vez en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo
Dionisio González: «En la contemplación de la obra de arte siempre hay una pérdida»
Sevilla
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Iniciar sesiónLa mirada de Gala Porras Kim (Bogotá 1984) en un museo va más allá de la mera contemplación de las piezas como objetos recogidos y conservados según costumbre iniciada por el primer museo en ponerse en marcha, el del Ashmolean en Oxford en 1683.
La artista centra sus creaciones en el alma de los museos, en aquellos aspectos que pasan desapercibidos o que están ocultos en los almacenes (a veces, dice más interesantes que las propias salas), o cómo las medidas de conservación de las piezas museísticas no contemplan el origen o las funciones iniciales de las mismas, y mucho menos lo espiritual. Porras Kim tiene más una visión del museo como expolio, sobre todo a partir de la época colonialista.
Gala Porras Kim, que reside en Los Angeles desde 1996, ha inaugurado en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo la exposición, 'Vistas más allá de la tumba', primera que se organiza de esta creadora en España, cuyos trabajos han sido expuestos en las Bienales de Gwangju en Corea del Sur, Sao Paulo, Brasil o en el Whitney Museum de New York. Porras Kim además fue becaria en el Radcliffe Institute de la Universidad de Harvard en Estados Unidos y residente en el Getty Institute de Los Angeles.
La muestra tenía que haberse celebrado el pasado año, «pero se ha retrasado por diferentes motivos, presupuestarios y de programación, se cambió, y esto ha tenido un resultado importante, y es que finalmente se realiza en la zona monumental de la antigua Cartuja, y al ir montando la exposición nos dimos cuenta de que el espacio era importante en relación al trabajo de Gala Porras Kim, quizás en sentido inverso. Lo que tenemos en la zona monumental es un espacio histórico que ha sido vaciado de todos los referentes, culturales, religiosos, incluso de cuerpos, porque aquí estuvo enterrado Colón. Es un espacio definido por la ausencia, pero quedan las voces que aquí estuvieron», dice Juan Antonio Álvarez Reyes, director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.
El trabajo de la creadora cuestiona cómo los museos coleccionan y mantienen las colecciones, cómo catalogan de manera científica y dataciones, buscando la preservación de los materiales, olvidando la cuestión espiritual de los objetos y el significado de los objetos en el pasado. Para ello hace dibujos, réplicas, envía cartas a los directores de museos, se fija en las esporas de los edificios, la salinidad de los muros..., en elementos contra los que luchan los museos, «pero para Gala Porras Kim son importantes traerlos al presente».
En total la exposición reúne treinta y tres obras, entre instalaciones, vídeos, dibujo, pintura y arte sonoro, que se distribuyen por todo el espacio monumental de la antigua Cartuja.
La iglesia grande del CAAC está presidida en diagonal por un enorme muro de hormigón, junto a éste, un cuadro de un dibujo «que tiene que ver con el Museo Británico. Ellos tienen la mayor cantidad de personas momificadas del mundo tras Egipto. Hubo una persona que sí creyó que iba a reencarnarse en un objeto, en una escultura de granito que está en el mismo museo. El dibujo es un museo de la antigüedad cuando esta persona estaba viva, y está hecho para que pueda empaquetar la hornacina que tiene el busto para que así pueda tener una vista..., si es que está ahí», dice Gala Porras Kim. Junto al dibujo, una carta para el conservador sobre el cuidado de las personas.
En la capilla de Colón, donde está la antigua cripta del descubridor, un sarcófago, réplica a tamaño real de uno de los sarcófagos egipcios conservados en el Museo Británico. Los antiguos egipcios enterraban a sus difuntos mirando hacia el Este, por lo que la artista simplemente propone, a través de una línea en el suelo, que se rote el sarcófago cincuenta grados para que pueda estar mirando al Este, y lo hace con carta incluida al director del museo.
Una exposición que muta
Pero la exposición tiene también un elemento cambiante que se irá produciendo a medida que pase el tiempo. Porras Kim trabaja con el polvo, las esporas, los hongos y la salinidad, elementos contra los que están siempre luchando los conservadores de los museos en la conservación de las piezas.
El gran muro de hormigón está situado en diagonal en medio de la gran iglesia de la antigua Cartuja. «Descubrí en México que cuando querían derribar un edificio, y no les dejaban, le hacían agujeros en la pared y los llenaban de sal, de forma que se descomponía el cemento y la pared se derrumbaba sola. Yo quiero averiguar si ello pasa y por eso hemos construido este muro, en el que ya se ven unos pequeños brotes de sal», dice Porras Kim.
Otra de las piezas situadas en iglesia es sobre el saqueo del Cenote Sagrado de Chichen Itzá, realizado entre 1901 y 1940, cuando la expedición patrocinada por Harvard extrajo del cenote más de 30.000 piezas, ofrendas al dios de la lluvia. «Esta pieza se ha producido aquí en el CAAC, y se ha creado un bloque mezclando copal con polvo obtenido del área de reserva del museo; periódicamente al bloque se le echa agua de lluvia. El copal y el polvo, el pasado y el presente, se entremeclan y se disuelven gracias al agua».
También en el altar, una pieza realizada con esporas, incorporadas a una tela blanca, encontradas en los almacenes del British Museum, «un moho que crecerá fuera de contexto de los almacenes y las piezas», dice Gala Porras Kim otorgando un nuevo significado a lo que es habitualmente una amenaza para las colecciones de los museos.
En la antigua sacristía, donde antaño estuvieran los grandes cuadros de Zurbarán, una gran pieza de arpillera está suspendida y bajo ella una madera que recoge el grafito que deja caer la tela cuando ésta, por la humendad se desintegra y cae. «Está creando un dibujo en la madera blanca, capurando la esencia del lugar», dice Porras Kim de esta obra titulada 'Señal Predictiva'.
La edad de un cadáver para ser expuesto
Gala Porras Kim habla también sobre la memoria, pero dice que no se inventa nada nuevo, «porque eso ya existía. Nos presentan los materiales en los museos, pero esos materiales ya existían, sólo varían cómo nos los muestran», asegura.
Piensa la artista que la gente sabe bien cuando el museo tiene algo de ritual, «cuando la gente entra en la sala de momias del Británico, baja la voz, hay un silencio. Saben que ahí hay personas. Una de las preguntas que siempre he tenido con materiales humanos es qué edad tiene que tener un cadáver para dejar de ser cadáver. No estoy posicionándome sobre si está mal o bien exhibir las momias, porque claro los egipcios si querían ser conservados así, pero sólo los egipcios».
Hacer que la obra cobre vida y mute no es algo específico. «Es una cuestión de investigación, de los que pasa a tu alrededor. Oyes que hablan sobre el moho, y te interesa. Ahora estoy haciendo un trabajo sobre el catálogo. Cómo el catálogo de un museo limita las cosas que definen ese material», dice
A veces le parecen más interesantes los almacenes de los museos, «aunque es verdad que la salas también muestran una escena. Los comisariados, la escenografía se hacen de muy distintas formas. Una buena museografía parece invisible, pero da mucho más información que la pieza en sí, la pieza es sólo material. Son la interpretación de las piezas lo que le dan contexto», afirma.
Muy satisfecha con el cambio de localización de sus obras en la zona monumental, dice que este es, «un lugar único, porque además ayuda mucho al público a entrar en la materia de la obra en sí. La gente entra aquí y no deja de pensar que esto es una iglesia, aunque ya no lo sea, y con las tumbas, igual. Los temas están ahí, y las he mostrado en salas blancas, pero este espacio es fascinante», dice la artista colombiana.
Exposición de Gala Porras-Kim
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Dónde: Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Entradas por Avda. Américo Vespucio, 2 | Camino de los Descubrimientos, s/
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Cuándo: Hasta el 3 de septiembre.
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Horario: Martes a sábado. De 11 a 21 horas. Domingos y festivos. De 10 a 15.30 horas.
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Precio de la entrada: 1.80 euros: visita al monumento o a las exposiciones temporales.
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3.01 euros: visita completa.
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Más información:www.caac.es.
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