El arte del Renacimiento en Sevilla: últimos días para ver la gran exposición en el Museo de Bellas Artes

Durante estos meses, la pinacoteca sevillana ha programado varias visitas guiadas por un historiador del arte contratado por el Museo. Además, se ha abierto la posibilidad de que los grupos pudieran traer a sus propios guías. Con o sin cicerone, ya quedan muy pocos días para disfrutar del 'Arte del Renacimiento en Sevilla'.

El horario habilitado para su contemplación es el mismo que el del Museo de Bellas Artes: de martes a sábado de 9.00 a 20.45 horas y los domingos y festivos de 09:00 a 15:00 horas.

La entrada es gratuita para los ciudadanos de la Unión Europea, y de un euro y medio para el resto.

Sin duda, se trata de un plan más que interesante, ya que la muestra analiza la actividad artística de uno de los momentos más prolíficos del arte en la ciudad en muchas de sus manifestaciones: pintura, escultura, platería, cerámica y miniatura, reuniendo destacadas obras de grandes maestros como Roque de Balduque, Torrigiano, Alejo Fernández o Juan Bautista Vázquez el Viejo, entre otros.

La exposición explora la actividad artística en Sevilla a lo largo de todo el siglo XVI tratando de mostrar cómo se conformó el Arte del Renacimiento en la ciudad.

El recorrido de la muestra se estructura en tres apartados donde las obras expuestas ayudan a definir la evolución en el tiempo y cómo las diversas influencias van conformando a lo largo del siglo los principales rasgos del panorama artístico sevillano que finalmente desembocará en una representativa nómina de artistas asentados establemente en la ciudad, y que a la postre constituirán el fundamento de lo que será el Siglo de Oro del arte sevillano.

Así, cabe recordar que el principal núcleo de actividad artística fue la Catedral de Sevilla, que fue culminada a lo largo del siglo XVI. Esta demanda de artistas tuvo lugar en una ciudad que hasta dos siglos antes el arte figurativo había sido nulo y su actividad artística se había centrado en la construcción de templos mudéjares, de líneas sencillas y poco dados a la ornamentación.

Precisamente esta confluencia de corrientes, procedentes de culturas y lugares tan diversos como Italia, Portugal, Países Bajos e incluso Francia, junto a la tradición islámica local, fraguarán las características de la escuela artística sevillana del Renacimiento, una de las más pujantes de España en los siglos XVI y XVII.