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Así suena 'RAAAH!', la carta de presentación de la sevillana julia de arco: «No quiero ser la típica que le da al play, eso últimamente se hace mucho»

Tras presentar su primer EP, 'RAAAH!', bajo el sello de Natalia Ferviú y Carlangas (Caries Record), la artista sevillana estará en festivales como el Monkey Weekend, el Vida Festival o el Pop CAAC

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Foto promocional del EP 'RAAAH!' de la sevillana julia de arco Natalia ferviú y paula barrera

E. M. Malpartida

Sevilla

Este verano Julia Valero (Sevilla, 2006) cumplirá diecinueve años. Su alter ego, julia de arco, sin embargo, todavía no ha cumplido uno desde que comenzó a subirse a los escenarios. La primera vez no fue en un pub o un bar, como suele ser lo normal para ir cogiendo tablas. Tan solo tenía un par de temas publicados cuando recibió una llamada para ser la telonera de los Crystal Fighters en la sala Custom. «Fue un bolo grande para empezar, no fue en un bar, me quedé súper contenta, la gente estaba muy animada», afirma julia —en minúsculas— en una entrevista con ABC.

A julia de arco todo le llegó de golpe: publicar sus primeros temas, dar sus primeros conciertos. «A día de hoy no hace ni un año que salió mi primer tema, mi colaboración con Carlangas, antes de eso subía música a Bandcamp por mi cuenta». Era selectividad y julia de arco se encontraba en una época palpitante a nivel creativo: «Estaba dispersa, aunque no salió mal selectividad, pero bueno. Componer, compongo cuando lo necesito. Hay veces que necesito componer algo y me pongo a forzarlo y aunque salen cosas realmente la inspiración cuando llega es irrefrenable. Da igual si tengo selectividad u otra cosa».

Ocurre a la vez, como si los astros de la buena fortuna se alineasen para ella. Por un lado, recibe un mensaje de Carlos Pereiro (Carlangas) y, por el otro, una llamada de Tali Carreto (co-director del Monkey Week). «Natalia Ferviú [co-fundadora de Caries Records] y una amiga de mi madre son primas», explica la artista sevillana. «Mi madre siempre dice que ella es como la madre de la Pantoja», cuenta entre risas, «porque cuando hago una canción, coge el enlace y lo pasa a todos sus contactos. Encima, no sabe que existe la opción de 'enviar a todos mis contactos' y lo hace a todos uno por uno. Ahora lo pienso y digo qué mona [risas]».

La canción que le llega a Ferviú es 'Tarde de verano', un tema que todavía no ha visto la luz. «Es el más funky», admite, «así que dijimos de coña: vamos a pasárselo al rey del funk [Carlos]. A la prima de Natalia le moló y se la envió y ella a su vez se la enseñó a Carlos. Al parecer le moló más de lo que esperábamos. Preguntó por mi número, empezamos a hablar y de salió super rápido la colaboración de 'Amor antiguo'», relata. «Esa canción me ha cambiado la vida».

En este último año la carrera artística de julia de arco ha crecido exponencialmente: de telonear a los Crystal Fighters a tocar en el Monkey Week 2024 o en la última edición de Nocturama (donde, además, leyó el discurso de despedida de David Linde). Ni Pereiro ni Tarreto se pusieron de acuerdo, pero hace un año que la carrera artística de julia de arco despegó, todo porque ambos vieron en ella lo mismo: una artista que el mundo debía conocer. «La propuesta de telonear a los Crystal Fighters me llegó de Tali. Todo me llegó de Tali, es como mi ángel de la guarda. Es el tipo más majo de la industria musical, lo sabe todo el mundo y todos lo tienen en alta estima. Está en todos lados».

Le tocaba, pues, montar un directo cuando todavía no tenía ningún tema publicado con su nuevo sello: «En verano me agobié un montón con los bolos», confiesa la artista sevillana que, aunque públicamente no era conocida, tenía canciones suficientes para montar un repertorio. «Podría decir tranquilamente que tengo en una carpeta unas 40 canciones terminadas. Así que en los directos no hay problema, pero me gustaría llevarlas con un máster real, cerrado. Al final, al directo llevo un millón de pistas y es una movida», explica. «La prueba de sonido es un estrés».

Ante el desconocimiento, puesto que «apenas había visto conciertos, no había visto a nadie hacerlo, ni otras propuestas en directo porque hasta que no tienes 18 años no puedes entrar en las salas», julia de arco quiso hacer un directo más complejo de lo que realmente era: «Lo complejo fue llegar a lo simple». Así, la primera versión del directo que puso en pie estaba «basado en loops»: «Parte de lo que conseguí se mantiene, pero mantener un show de 35 minutos haciendo loops es muy difícil. Es que no soy DJ, y por ahora no me interesa serlo. Me gusta la producción hasta cierto punto. Hasta el que voy necesitando», detalla.

La clave del directo, afirma, se la dio Carlangas: «Me dijo que tenía que soltar las pistas e ir añadiendo cosas que se pueden interpretar en directo. Un lead de sinte, un solo de guitarra, coros. De hecho, yo tengo la coña de que no sé tocar la guitarra, solo los solos de los directos, parece que sé tocar pero solo aprendo lo que tengo que tocar. Todo lo que pueda ir haciendo en directo, mejor, y esa clave me la dio Carlos porque yo me estaba complicando la vida».

Tras el verano, llegó la hora de subirse a los escenarios: «Me daba mucho cague. Media hora de antes estaba como anestesiada, me entró frío, mucho frío, porque soy muy friolera, y todo lo suelta que me ves es porque en el escenario se me pasa todo, pero por compensar lo tiesa que estaba antes. Al final todo salió bien, vi tan buena reacción que me animó a seguir esa línea, a sentir la energía del público».

'RAAAH!' es su primer EP

La carta de presentación de julia de arco, que salió hace tan solo unos días, consta de 6 canciones. Aunque su primera idea para darse a conocer era un poco más ambiciosa, dado el número de canciones que tiene compuestas: «En esto me viene muy bien que me acompañen los de Caries Records [Carlangas y Natalia Ferviú]. Me van dando consejos: 'relájate, no es lo más inteligente sacar un álbum doble para empezar', me decían. Era lo que yo quería hacer para impresionar, del tipo: mira cuántas canciones tengo».

En su música encontramos reflejos de artistas como M.I.A. o rusiaidk, así como de Caroline Polachek o rojuu. «En términos musicales me dejan a mi bola», aclara julia. «Me dicen que haga lo que me salga, confían full en mí. Me aconsejan un montón sobre tiempos y maneras de hacer las cosas», comenta la artista quien, en la búsqueda de esa esencia genuina, llegó a incluso decirle a su sello que no quería sacar el EP: «De vez en cuando me entra la paranoia. Las dos canciones que tenía un día decidí que no me gustaban cómo sonaban, habían perdido la esencia, mi rollo y creo que eso es muy de la edad que tengo, esos ideales fijos. Ellos me quitan esas ideas de la cabeza. Les dije: creo que no vamos a pasar el EP, no sé qué. Pero ellos me tranquilizan».

Para definir este EP hay dos conceptos que sirven como puerta de entrada al universo sonoro que la artista ha querido construir con sus seis primeras canciones: oscuridad y onírico, «pero soy más onírica que oscuro», aclara. «Lo de oscuridad es literalmente porque la historia del EP se desarrolla en la madrugada». Respecto a lo onírico, la artista reconoce que incluso lleva un diario de sueños en un grupo de Whatsapp junto a dos amigos donde cada día comparten lo que recuerdan: «Se llama 'Mercadillo de sueños'. Empecé el grupo porque no concebía que un tercio de mi vida lo fuera a olvidar, encima un tercio tan guay porque en los sueños ocurren muchas movidas. Pensé que podía ser una buena fuente de recursos para cuando no me sienta inspirada, aunque no suelo tirar mucho de ahí».

En 'RAAAH!' encontramos temas muy cortos, rápidos, llenos de matices, efectos y pistas. «Cuando se lo enseño a mi padre me dice 'yo le metería más espacios', porque a veces se convierte en el muro de sonido, con millones de detallitos, pero es la forma que me gusta a mí de componer». Sin duda, alguien podría pensar que es un movimiento pensado para el algoritmo o para sonar en redes, pero nada más lejos de la realidad: «Es verdad que las canciones tienden a eso, aunque nunca me lo he planteado hacerlo adrede. No tengo TikTok y lo digo mucho y estoy muy orgullosa, en los reels de Instagram nunca he pulsado ese botón, siento que no estoy contaminada». «Al minuto y cincuenta segundos, por algún motivo, me sale así. Ahí me he aburrido de mí misma, he dicho todo lo que tenía que decir. Tiene que ser generacional, de otra manera no me lo explico», concluye.

Otra explicación de esa actitud tan punk —esa efervescencia, esa urgencia y rapidez punzante— en su estilo puede ser la influencia musical de sus padres. «Sí, el punk me flipa, me encanta. He tocado la batería en un grupo setentero que se llama Ramona y eso me cambió un poco la concepción de los tiempos, de ir al turrón. También la estética. Mi padre era mod y ahora le pregunto muchísimo por eso, me estoy metiendo en esos géneros que no controlaba para nada, todo lo que tuviese una guitarra no me gustaba nada, ni rock, ni indie, ni nada, y ahora me estoy reconciliando un poco con eso». En este sentido, cuenta julia, tahan transmitido su pasión por la música: «Ambos comparten ese amor por la música. Nos gusta todo, lo moderno, lo antiguo. Nos han inculcado eso de no juzgar sin darle una oportunidad. Tengo mucha suerte».

Desde que recibió ambas llamadas, la artista no ha parado de tocar sobre todo en festivales. Se podría decir que este último año, entre estudios, trabajo y música, ha sido bastante intenso para la artista: «He estado haciendo muchas cosas. Empecé Bellas Artes pero lo dejé a los dos meses. La primera semana sí que pude ir, la segunda semana me tuve que ir para Madrid, la tercera sí pude ir, la cuarta volví a Madrid y la quinta tuve que ir a Granada, así que me perdí dos pruebas iniciales y dije: esto no va a funcionar si sigue así. Entonces me quité, pero quiero entrar en algún grado de fotografía o algo así».

Tras su paso con una beca en EE. UU. con tan solo quince años, donde recibió una formación artística sobre todo basada en el teatro, julia de arco tiene claro que el arte es lo suyo, aunque no quiere cerrarse ninguna puerta: «No quiero dedicarme solamente a hacer música y nada más, para mí sería incompleto, me aburriría, necesito hacer más de una cosa a la vez». Tanto es así que de un tiempo a esta parte julia de arco ha vuelto a escribir fanzines, la primera de las ramas artísticas que probó con tan solo once años y que, ahora, vuelve a retomar: «Soy una loca de los cómics y de la novela gráfica, es pasión-pasión. Cada vez que puedo hago fanzines. Venía para acá un poco tarde [a la entrevista] porque estaba inmersa en terminar una página de un nuevo fanzine. Quiero seguir haciendo cosillas aparte de la música».

Mucho antes que el fanzine vendrán los próximos bolos que julia de arco tiene agendados: el Vida Festival, el Monkey Weekend e incluso el Pop CAAC (compartiendo cartel con Judeline), y para los que ya está preparando el directo: «Si hago música en directo no quiero ser la típica que da al play y últimamente se hace mucho. A mí me gusta meter momentos interpretativos, cuanto más, mejor», asegura julia de arco, y concluye como lo haría cualquier coetáneo de su quinta, dejando el hype por las nubes: «Lo del Monkey va a rentar tela, va a ser un fiestón».

Conciertos de julia de arco

  • Vida Festival: 4 de julio, Vilanova i la Geltrú (entradas).

  • Monkey Weekend: 14 de junio, Puerto de Santa María (entradas)

  • Pop CAAC: 4 de septiembre, Sevilla (entradas).

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