Música
¿Por qué la agenda de conciertos de Sevilla está repleta de bandas tributo?
La capital hispalense albergará entre noviembre y diciembre casi una treintena de citas con homenajes a grandes iconos de la música
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E. M. Malpartida
Sevilla
Puede que haya sido la pandemia, o quizás es que vivimos en tiempos en los que la nostalgia se ha mercantilizado como nunca antes. Ya sea por recordar un pasado en el que fuimos felices o por las endorfinas que liberamos con los remakes ... y los revival, los grupos y bandas tributo (incluso de versiones) están viviendo un auge —en oferta y demanda— post COVID-19, que no es ajeno a la capital hispalense.
De hecho, entre noviembre y diciembre habrá más de una veintena de conciertos homenaje o tributo en Sevilla. Solo en la capital, y con una media de 18 euros por entrada (aunque los precios oscilan entre los 7 y los 42 euros, según el género o tirón del artista/banda), uno puede vivir la experiencia de escuchar en directo las canciones de grupos como Queen, Linkin Park, Nirvana o disfrutar de un homenaje a Metallica, Mecano, Extremoduro, así como a toda una década del indie español, entre otros.
Tanto es así que esta agenda de conciertos tributo tendrá un epicentro el fin de semana del 10 y 11 de noviembre, donde se darán cita en Sevilla hasta un tercio de dichas actuaciones, con grupos como The Buzz Lovers (tributo a Nirvana), Spiral Out (tributo a Tool), From The Wall (tributo a Pink Floyd), Brothers In Band (tributo a Dire Straits), ABBA Tribute y Sombra Doble (tributo al indie español).
¿Hay demanda para tanta oferta? La respuesta puede estar en lo que ofrecen este tipo de grupos, es decir, la experiencia en sí, mucho más allá de la música o la actuación en directo. «Las bandas tributo tienen la esencia y el estilo de las bandas a las que tributan, lo que hace que la experiencia sea muy parecida a ver al grupo real», afirma Patricia Salmerón ('Patu'), programadora de la Sala Fanatic (donde se espera próximamente la actuación de los grupos Spiral Out y Lincoln Park).
«Imagínate que amas a una banda específica y quieres escuchar sus canciones en vivo, sentir esa energía, revivir momentos y recuerdos que te han generado sus canciones, pero no puedes hacerlo porque ya no están activas. Por suerte, tenemos bandas tributos muy buenas que nos transmiten la misma energía que los grupos originales», apunta.
Tributos en Sevilla (noviembre y diciembre)
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The Buzz Lovers, tributo a Nirvana (10 de noviembre, 21.00h, Sala Malandar)
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Brothers In Band, tributo a Dire Straits (11 de noviembre, 21.00h, Cartuja Center CITE)
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Spiral Out, tributo a Tool (11 de noviembre, 21.00h, Sala Fanatic)
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ABBA Tribute (11 de noviembre, 18.00h, Sala Prisma)
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From The Wall, tributo a Pink Floyd (11 de noviembre, 21.30h, Sala Even). Entradas con oferplan
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Sombra Doble, tributo al indie español (11 de noviembre, 21.30h, Fun Club)
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Pongamos que hablo de Joaquín (16 de nov., 22.30h, Bar Long Rock)
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Sonnenstein, tributo a Rammstein (17 de noviembre, 21.00h, Sala Even)
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Tributo a Iron Maiden + Los Suaves (18 de noviembre, 20.30h, Sala Even)
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Candlelight: Tributo a The Beatles (24 de noviembre, 21.00h, Casa Salinas)
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Candlelight: Tributo a Coldplay (25 de nov., 21.00h, Acuario de Sevilla)
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Tributo a Depeche Mode, The Cure, U2 (25 de nov., 20.30h, Malandar)
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Candlelight: A Ludovico Einaudi (26 de nov., 21.00h, Acuario de Sevilla)
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Elvis Dream (1 de diciembre, 21.00h, Sala Custom)
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ExtremoPuro (2 de diciembre, 22.00h, Sala Malandar)
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Candlelight: Tributo a Hans Zimmer (2 de dic., 21.00h, Fund. Tres Culturas)
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Homenaje a Tina Turner (3 de diciembre, 20.00h, Malandar)
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Metallica Symphony (7 de diciembre, 20.00h, Auditorio Nissan Cartuja)
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Generation Grunge (8 de diciembre, 21.30h, Malandar)
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Los Escarabajos (9 de diciembre, 21.00h, Malandar)
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Tributo a Héroes del Silencio (15 de diciembre, 22.30h, Sala Even)
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Candlelight: Tributo a Queen (16 de diciembre, 21.00h, Acuario de Sevilla)
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Lincoln Park, tributo a Linkin Park (16 de diciembre, 20.30h, Sala Fanatic)
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One Pac - Otis Redding (16 de diciembre, 22.00h, Sala Malandar)
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Morricone, Zimmer y Williams (30 dic., 17.00h, Teatro Maestranza)
Desde un punto de vista antropológico y cultural, Iñigo Sánchez-Fuarros, investigador Ramón y Cajal en el Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT, CSIC), explica a ABC de Sevilla que «las bandas tributo, como cualquier otra formación musical que se precie, movilizan a personas que se pueden sentir identificadas con lo que la banda o la música en cuestión representan. En el caso de las bandas tributo esa identificación es, si cabe, más compleja, pues la banda tributo es a su vez una representación —un simulacro— de la banda o el artista objeto del tributo».
No obstante, Sánchez-Fuarros no cree que la nostalgia explique por sí sola este fenómeno: «Se trata de un fenómeno complejo, de alcance global, que se entiende mejor como parte de un entorno mediático postmoderno en el que lo real y lo hiperreal se confunden: en las actuaciones de las bandas tributo, las estrellas del rock muertas vuelven a la vida, las bandas desaparecidas se recomponen y las actuaciones clásicas en directo de antaño se reproducen con precisión una y otra vez».
Para entender cómo se vive esta experiencia desde el escenario, el grupo sevillano ExtremoPuro relata a ABC de Sevilla que «la gente se sigue alimentando de las bandas de hace 30 o 40 años. El público busca lo seguro. No quiere sorpresas». ExtremoPuro tocará en la capital hispalense el 2 de diciembre en la Sala Malandar. Jesús López (bajista), Manuel Molina (batería), Jose Ángel Palacios (guitarrista y vocalista) y Jesús Navarro (guitarra solista) componen la formación de esta banda tributo a Extremoduro que puede llenar un vacío entre los seguidores de la banda original ahora que, precisamente, se encuentran huérfanos tras la cancelación de la gira de despedida por parte del grupo provocada por la pandemia.
El mánager de este grupo, Pablo 'GyrA', está especializado en las bandas tributo y apunta que cuando el público asiste a un concierto tributo «lo hace casi de la misma forma a la que lo haría con el artista al que se homenajea y lo disfruta tanto como si hubiese pagado una entrada cara, en este caso bastante más económica. Las ganas de pasarlo bien escuchando las canciones en directo de su banda preferida, es lo más gratificante, lo que te hace disfrutar el concierto».
Uno de los protagonistas del movido fin de semana del 10 y 11 de noviembre, The Buzz Lovers (grupo cordobés de tributo a Nirvana), cree que «la base es el entretenimiento. Uno quiere volver a experimentar lo que ya le gusta», según afirma el vocalista y guitarra de la banda, Kane. El músico cordobés piensa que hay dos motivaciones diferentes: «Una es la nostalgia de volver a sentir, a escuchar en directo las canciones que marcaron una época clave de tu vida y la otra es la necesidad de experimentar algo que no pudiste vivir en su momento pero a lo que te sientes profundamente conectado, y que ya no es posible vivir porque la banda ha desaparecido».
El homenaje o tributo, una cuestión de fidelidad
Hay varios factores que determinan cómo de bueno (o demandado) es un tributo o si gusta más o menos tanto al público como a los programadores culturales. No solo la banda o artista homenajeado influyen, sino también la fidelidad con la que suenan y se interpretan sus canciones. En este sentido, ¿importa tanto el contenido como el continente? «En nuestro caso no imitamos la apariencia física. Simplemente interpretamos su música y sus letras. Sí es cierto que hay bandas tributo de muchísimo prestigio que entran en eso, y además lo hacen muy bien, supongo que es un plus si encima te pareces a la banda, pero no es nuestro caso», explican en ExtremoPuro.
Esto no siempre es algo que se tiene en cuenta a la hora de programar las actuaciones en salas, teatros o auditorios, pero puede ser un factor decisivo de cara a que los programadores de los espacios culturales se decanten por un grupo u otro. Tal y como explica 'Patu', hay varios elementos a tener en cuenta: «La trayectoria, la calidad musical, el repertorio (es importante de asegurarse de que incluyan las canciones más populares), el aspecto y el vestuario de la misma (la presentación visual es importante para el público) o si interaccionan con el público ya que se crea una experiencia atractiva».
Luego viene, por supuesto, la parte más difícil para hacer disfrutar al público: más allá de parecerse a la banda deben sonar como ellos. «La gente espera escuchar lo mismo que en los discos, con el mismo sonido, entonación, solos de guitarra, etc.», afirman desde ExtremoPuro. «Los temas originales grabados en estudio están cargados de arreglos con una producción espectacular. La banda original, además de poder permitirse llevar a músicos arreglistas, suenan como les venga ese día en gana, cosa que una banda tributo de prestigio no se debería permitir. Debe sonar lo más perfecto posible».
Kane (The Buzz Lovers) afirma que «aún teniendo cierta dosis de acting, realmente no estamos interpretando ningún papel, lo que intentamos es recrear las mismas emociones que sentíamos cuando escuchábamos a Nirvana en esa época». Y eso que, en su caso, el parecido con los protagonistas es muy real: «El físico tiene también su papel, nuestra intención ha sido hacer una banda tributo clónica, donde todos los elementos ayuden a construir esa ilusión, esa experiencia. Para nosotros el sentido del tributo queda justificado debido a que la banda original ya no existe y lo que intentamos es recrear y compartir lo más fidedignamente esa experiencia», apunta Javi, bajista del grupo.
Otro factor esencial es el respeto a la banda original. Y eso parte de la base de conocer su música, su historia, pero también incluso sus inquietudes. Es la única forma de que se cree la magia y el grupo pueda conectar con los fans. «Lo más importante es recrear la esencia, el espíritu de esa banda, de esa época. La energía que sucede arriba en el escenario es lo único que importa argumenta Javi (Buzz Lovers). «Hacer sentir que aún sabiendo que no son los originales, las emociones que te transmiten son las mismas. Obviamente la voz y la puesta en escena son claves, y otros elementos de vestuario y atrezzo son importantes para recrear cierta ilusión, pero el público no se deja engañar por cuatro pelucas y tres trajes acordes, lo que buscan es lo que les llega al corazón, lo invisible , eso que hace que conecten con el recuerdo de esa banda, con las emociones que les transmitían», apunta.
En el caso de ExtremoPuro, cuentan sus componentes, el grupo nace de «la idea de entrar en el mundo de las bandas tributos ya no por sacar unos euros, sino porque de alguna manera homenajeas a esa banda que ha formado parte de tu vida, que es tu esencia musical, con la que te sientes identificado y a gusto, con la que eres capaz de transmitir de hacer disfrutar al público». En este sentido, «necesitas respetar y conocer muy bien la banda a la que tributas. Haber sido fan de ellos», apostilla Kane (The Buzz Lovers). «Necesitas saber expresar bien esos elementos más emocionales del directo y no caer en el histrionismo fácil del disfraz».
Un calendario repleto de tributos
El resultado de esta oferta y demanda es una agenda llena de conciertos tributo. Hace poco, el tributo Remember Queen llenó durante tres noches seguidas el Auditorio Nissan Cartuja. Tan solo en los eventos de Candlelight hay hasta seis tributos entre noviembre y diciembre (Ludovico Einaudi, Queen, Hans Zimmer, Coldplay, The Beatles o ABBA).
El público al que se dirigen este tipo de espectáculos es tan diverso como la oferta, pero todos buscan lo mismo: divertirse y pasar un buen rato. «Después de los conciertos nos gusta mezclarnos con el público y compartir sensaciones. Muchas de las opiniones que recibimos apuntan a lo mismo, que por unas horas les has hecho felices, los has transportado a otro sitio, a otro momento. No es ya lo bien que hayas tocado o hayas sonado, lo que te conmueve es que tú hayas sido el vehículo para que otra persona haya encontrado ese momento de felicidad», apunta Javi (The Buzz Lovers). «Hay más cosas positivas que negativas», explican en ExtremoPuro. «Son muchos los fans de Extremoduro que quieren revivir y disfrutar la banda sonora que marcó los momentos de su vida».
Expone Sánchez-Fuarros que las bandas tributo «responden en muchos casos a una serie de deseos mundanos del público, como pueden ser revivir un momento concreto de su juventud o volver a ver a sus iconos musicales en directo (y quizá llevar también a sus hijos). Otros aficionados quizás valoren una vuelta a los 'orígenes' y la posibilidad de experimentar la música de sus bandas o artistas favoritos en locales más pequeños, íntimos y accesibles».
Aunque, si algo está claro, es que estas bandas mantienen «vivas» las canciones que amamos y nos permiten disfrutarlas en directo. «Hay quienes asisten a estos conciertos porque quizás no han podido vivir en la misma época de muchas de estas bandas a las que hacen tributo, como puede ser Queen, por ejemplo», explica 'Patu'. «Yo misma soy fan de Queen y me encanta disfrutar de un tributo en directo, puedo cantar mis canciones favoritas, bailar y pasar un buen rato con amigos que comparten mi amor por esa música», confiesa, quizás, dando con la clave del asunto: el amor del público por las canciones. Y puede que eso mueva mucho más que la nostalgia.
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