Marina Carmona: «Llevo dos años currándomelo mucho como para que se piense que se me regala todo por mi apellido»

Cuando se lo propusieron, a Marina Carmona le faltó tiempo para acceder a participar en esta acción solidaria en Sevilla. Marina forma parte de la cuarta generación que sigue la dinastía gitana flamenca iniciada por su tatarabuelo, ‘Habichuela el Viejo’. Además de por su arte, a la familia Carmona se le conoce por su compromiso social, y no es la primera vez que alguien de este linaje pone su granito de arena en una causa benéfica.

Después de dos años de duro trabajo, el primer álbum de Marina Carmona, 'Mi identidad', por fin veía la luz el pasado 24 de mayo, y aprovechando el lanzamiento, mañana cantará en el estadio del Real Betis Balompié algunas de las canciones que forman parte del tracklist del disco, como 'No lo veo claro' o 'Contar hasta 10'.

- 'Mi identidad' es el nombre de su último trabajo, ¿cómo lo definiría?

- 'Mi identidad' ha sido un camino de búsqueda de mi propio sonido, de esas letras que realmente hablan un poco de Marina Carmona, de cómo ha sido todo ese proceso musical hasta encontrar esta identidad... Yo creo que el título es la definición perfecta para que todo aquel que no me conozca lo haga. ¿Quieres saber cómo soy? 'Mi identidad' es mi carta de presentación. De las diez canciones hay como diez cosas que me representan.

- Han pasado seis años desde que sacó su primer single, ¿cómo ha sido esa búsqueda de identidad?

- La verdad es que he ido mezclándome y fusionándome con diferentes colaboraciones, artistas, rebuscándome a mí misma, saber lo que no me gustaba más que lo que me gustaba, yéndome de gira con unos y con otros he aprendido musicalmente el concepto que quería desarrollar en mi propio disco.

- Además de ser un proceso musical, ¿ha sido también a nivel personal?

- Por supuesto, las oportunidades llegan cuando tienen que llegar, y a mí este disco me ha llegado en el momento en que me tenía que llegar. Ahora tengo la madurez suficiente para defender un disco. Un disco es un proceso que lleva mucho tiempo. Llevo dos años en bucle juntándome con doce productores y rebuscando mucho qué es lo que íbamos a hacer, cómo lo íbamos a contar... Al final trabajar con productores tan diferentes ha sido un reto que me ha ayudado a descartar cosas que no me gustaban y a encontrar cuando había algo que me representaba mucho. Yo creo que todo este proceso tenía que llegar cuando me tocaba.

- ¿Qué cosas le han inspirado en el proceso de creación musical?

- A mí me gusta mucho la música francesa, he escuchado bastante a artistas como Stromae, y me inspira muchísimo a la hora de hacer música. Por otra parte, siendo un poco más clásica-romántica, Kany García o Mon Laferte, Rozalén... Hay muchas artistas, mujeres, que me han inspirado mucho.

- ¿Y para la estética de este nuevo proyecto?

- Un poco en Sade Adu, una artista que me encanta, estéticamente me parecía que transmitía una barbaridad con dos cosas, y yo soy muy de que menos es más. La elegancia es algo que no se encuentra tan fácilmente, y si por lo menos lo tienes cercano, te tienes que atar a eso. Teniendo en cuenta que vivimos de la inmediatez, de que todo se enseña, de que todo vale, creo que el minimalismo se valora el doble. Las cosas pequeñitas llegan más.

- ¿Hay algún género musical con el que le gustaría experimentar?

- A mí fusionar la música me parece de las cosas más bonitas que podemos hacer como artistas. Además, en esa fusión desarrollas otras partes tuyas que a lo mejor estaban más ocultas y, de repente, te das cuenta de lo bonita que queda tu voz. Eso solamente lo encuentras jugando con la música. En ese aspecto nunca me he cerrado a ningún estilo en particular, pero creo que el heavy lo descartaría. Nunca me metería en un terreno así. En general, estoy abierta a probar nuevos estilos, mientras sea una canción que me llene o me inspire el artista.

- Hablando de mezclas, hay canciones que canta en francés. ¿Qué otros idiomas le llaman la atención?

- El italiano me encanta también. Me parece un idioma muy particular, muy romántico y con mucha fuerza. Eso es lo que me pasa con el francés, que me recuerda mucho al flamenco. Imagínate una Édith Piaf, para mí es como un Camarón; tienen letras que te rompen, y ella tenía una gran fuerza. Los idiomas me parecen una fuente que, si la tenemos cerca, los sabemos hablar y los sabemos defender, me parece que marcan un estilo. Parte de mi identidad es que canto en francés. Me hace distinta en una era en la que diferenciarse por algo es muy complicado.

También sé hablar inglés, pero el francés musicalmente me llena más, me parece más original, me gusta mucho cantarlo. La primera grabación que hice en mi vida fue con mi tío Juan, el 'Ne me quitte pas', una canción mitiquísima. Fusionarla con la bulería fue algo súper arriesgado y súper bonito a la vez. Además, marcó un comienzo para Marina Carmona, por eso la sigo cantando en directo, porque le tengo mucho cariño.

- El arte lo lleva en las venas, ¿cómo fue crecer en una familia con tanta influencia musical?

- Puede ser como una mini esponja que poco a poco va viendo toda esa gente que pasa por mi casa. Mi casa es un lugar en el que se acogen a muchos artistas de fuera, que también eso hace que conozcamos a artistas como Luis Enrique, Fernando Osorio, Kay García, que a lo mejor cuando vienen de fuera no los conocen pero cuando vienen a España intentamos hacerles sentir como en casa. Creo que tener cerca tanta música lo único que ha hecho ha sido que me divierta mucho, que tenga la suerte de haber conocido a tan buenos artistas y que haya influenciado también en mi propia música.

- ¿Qué consejos clave le han dado estos artistas, en especial, su padre, Antonio Carmona?

- Mi padre, sobre todo, que disfrute mucho de estas pequeñas cosas, de estos comienzos, que luego se da todo por hecho. Por ejemplo, a la hora de llenar una sala estás comiéndote todo el rato la cabeza pensando en cuánta gente vendrá, pero cuando vas creciendo, a no ser que tengas humildad y seas capaz de mantener los pies en la tierra, hay cosas que ya das por hecho, como que la sala se llenará, porque ya te parece normal llenar un teatro o un estadio. Mi padre me recuerda mucho que cada pasito que vaya dando lo disfrute porque los comienzos son lo más bonito de esta profesión.

- ¿Qué cree que es lo más importante para tener éxito en la industria musical actual?

- Creo que el éxito viene de la mano de creerte tú mismo lo que estás contando, por eso para mí era tan importante crear mi propia identidad, no ser un producto, no hacer canciones con las que no me sienta representada, sino que lo que yo vengo a contarte sea de verdad algo que soy yo al cien por cien, que me lo creo al cien por cien para poder defenderlo. Cuanto más confío yo en el proyecto y más me gusta a mí, más hace que a la gente le llegue.

- ¿En algún momento llegó a perder la confianza en 'Mi identidad' y en todas esas ideas que lo engloban?

- Muchísimas. Mis mantras son 'confía' y 'todo lo que sucede, conviene'. Son dos ideas que me he ido repitiendo a lo largo de estos dos años porque había mucha gente alrededor que me preguntaba si de verdad me iba a meter en un disco, y yo necesitaba hacerlo por mí y por mi persona. Por fin, todo aquel que no me conozca puede escuchar una línea musical de Marina Carmona, y no seguir haciendo temas que pueden triunfar más o menos, o te pueden llegar más o menos.

- ¿Qué pretende transmitir con este álbum?

- Pretendo que todos sientan esa cercanía que yo, como Marina Carmona, siempre intento transmitir en mis directos, que esas diez canciones al final también formen parte de su propia identidad. Por ejemplo, si tú también estás pasando una crisis existencial de tu vida, que te escuches la canción de 'Mi identidad' y digas «wow, esta canción es la banda sonora que necesitaba escuchar para llevar este momento mejor». Creo que la vida envuelta en canciones y con una banda sonora detrás siempre se lleva mejor.

Al ser un disco tan personal, no quería forzar las colaboraciones. Tengo en mi cabeza gente que me apetece muchísimo que canten algunas de las canciones, pero con Alemor me pasó como cuando te lo mandan tus ángeles y te dicen que esa es la persona. 'Contar hasta 10' era una canción muy especial para mí, y quería que la persona sintiera ese mensaje. Con ella fue todo al dedo. Cuando sabes que esa es la persona que tenía que cantarlo, la vida te la manda.

Con los artistas con los que me gustaría colaborar, tengo la poca vergüenza de que ya se lo digo a ellos directamente. Me he quedado con ganas de que canten algo Chambao, Macaco... Seguramente algún artista francés. Pero es lo que digo, a medida que vaya surgiendo esas colaboraciones, las canciones cobrarán identidad propia.

- ¿Qué es lo que más le ha gustado del proceso de creación?

- La búsqueda de ese sonido. Meterme en el estudio totalmente a 'full', estar pendiente de cada detalle, de las mezclas del disco... He sentido satisfacción propia al darme cuenta de todo lo que he conseguido en ese estudio con tantos productores. Al final cada uno tenía su sonido, pero yo era la capitana del barco. Toda esa búsqueda para mí ha tenido muchas más cosas bonitas que no bonitas.

- ¿De qué se siente más orgullosa?

- Me da mucho orgullo haber tenido la disciplina como artista de terminar el disco con diez canciones y que todas tengan un sentido, que todas vayan de la mano y que haya un concepto claro del disco, que eso, a veces, es complicado de encontrar.

A nivel personal, me pongo una medallita por la constancia que he tenido de trabajo. Llevo dos años currándomelo mucho como para que se piense que por mi apellido se me regala todo. No se me regala nada porque este proyecto en sí me lo he trabajado de verdad, desde dentro. Ha sido una búsqueda interna personal, y creo que precisamente por eso está llegando, porque hay mucha verdad.

La mayoría de veces la etiqueta de «hija de» es una limitación, pero es una lucha que he dado por perdida. Intento no intoxicarme con eso porque una de las cosas que he aprendido es que, haga lo que haga, el primer titular es «la hija de». Pero bueno, creo que, poco a poco, creando mi identidad, eso irá cambiando en algún momento. O no, porque mira las hijas de 'La Faraona', Rosario y Lolita siguen siendo las hijas de Lola Flores, y cada una tiene ya su propio camino consolidado. Ser «hija de» es algo que llevo conmigo. No puedo hacer otra cosa. Mi padre es mi padre, pero no es Antonio Carmona, es mi padre, y mi apellido es mi apellido, porque he nacido en los Carmona, pero no tiene más que eso.