crónica

Festival Interestelar Sevilla: dejarse llevar suena demasiado bien

La segunda y última jornada del multitudinario evento tuvo como claros protagonistas a Vetusta Morla

Crónica de la primera jornada de Interestelar Sevilla

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Vetusta Morla fueron destacaron sobremanera en la segunda jornada del Interestelar Sevilla F.R.m.

Fernando Rodríguez Murube

Sevilla

Climatología inmejorable, ni rastro del líquido elemento, armonía y buen rollo a raudales entre las 20.000 personas que se dieron cita cada día en la pradera del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo para disfrutar de las dos maratonianas jornadas de música en directo ... que sumaron más de una veintena de conciertos programados, los cabezas de cartel brillando con luz propia, efectiva organización… Todo lo que podía salir bien en el Festival Interestelar Sevilla, salió bien. Incluso lo que podía salir mal, salió bien también. Parafraseando a Vetusta Morla en uno de sus temas, las circunstancias eran ideales para dejarse llevar.

Esta segunda y definitiva jornada venía marcada con unos claros protagonistas, precisamente los referidos Vetusta Morla. Los de Tres Cantos atrajeron hasta el escenario Cruzcampo, uno de los dos principales, a la práctica totalidad de 'astronautas' que anoche se dieron cita en la pradera del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Pero antes de que los actuales reyes del indie hicieran acto presencia pasadas las diez de la noche, había mucho que oír y ver.

Con la gente todavía tomándole el pulso a la nueva jornada tras la fiesta del día anterior, el indie rock de letras preñadas de melancolía y animadas melodías que facturaron Niña Polaca y el indie clásico de los veteranos valencianos La Habitación Roja fueron un buen preludio para lo que se avecinaba.

Al contrario que otros años, el recinto cartujano registró una buena afluencia de público desde primera hora, y es que los idílicos 23 grados que marcaba el mercurio a las seis de la tarde eran una invitación casi irrechazable para disfrutar de la música en directo desde el inicio.

No obstante, el punto de inflexión llegó de la mano de Dani Fernández. El artista de Ciudad Real, ex miembro de Auryn, atraviesa el mejor momento de su carrera. Llena salas por toda la geografía española y es uno de los reclamos de moda de todo festival que se precie. Ayer dejó constancia de ese feeling con el público que le ha convertido en una de las estrellas del actual panorama musical del país. 'Bailemos', 'Clima tropical' y 'Dile a los demás' conquistó a los miles de fans que coreaban los éxitos del cantautor.

Otro de los pasajes destacados de su actuación fue la versión que hizo de 'Supersubmarina', tema de la banda homónima, que Dani Fernández llevó a su terreno con acierto no sin antes pedir poco menos que perdón por atreverse a revisitarla.

Luego, con la noche ya plantando seria batalla al día, llegó el turno de Second. La banda liderada por Sean Frutos nacida a finales de los noventa en Murcia, cantera inagotable del indie patrio, exhibió una elegante y sobria puesta en escena que tuvo sus momentos más álgidos con 'Mira la gente' y, ya en la recta final, la soberbia 'Rincón exquisito'.

Vetusta Morla, demostraron por qué son los reyes absolutos del indie español

Pasadas las diez de la noche llegaba el momento más esperado de la edición 2023 del Interestelar. En medio de una gran expectación, los Vetusta Morla mostraban desde el minuto uno de su extática actuación el por qué de los galones que los encumbran como reyes absolutos del indie español.

Considerada como la mejor banda española en la actualidad (y la de mayor proyección internacional), Pucho, Guille y compañía no defraudaron. Durante una hora y media exhibieron el hercúleo músculo de su directo, un auténtico sermón de la montaña del indie que puso a corear y a saltar a la inmensa multitud que abarrotaba la explanada del escenario Cruzcampo gracias a un set sencillamente inmejorable –pese a quedar en el tintero 'Maldita dulzura'– y a un sonido fabuloso.

En base a unas letras repletas de viveza intelectual, Vetusta Morla se sale de la ortodoxia del género para blandir la batuta de la investigación, de la experimentación musical, dando como resultado una propuesta excelsa que cautiva a público y crítica. Desde la inicial 'No seré yo' hasta la apoteosis final de 'Los días raros', los madrileños acumularon numerosos momentos para el recuerdo, '23 de junio', 'Consejo de sabios' y 'Copenhage', con ese sugerente 'dejarse llevar suena demasiado bien', entre ellos.

Glosa aparte merece la fabulosa 'Puñalada trapera', interpretada a dúo por Pucho y el cantaor onubense Arcángel, al que el vocalista de los Vetusta presentó como un 'Hereje', en clara alusión a su último disco y el single homónimo escrito por el rockero argentino Andrés Calamaro. Ambos firmaron una versión a caballo entre el indie rock y el flamenco que brilló y sorprendió a partes iguales a un público embelesado por la original propuesta.

Tras la brillantez y solemnidad de Vetusta Morla, cambio de escenario y de registro. La vulgaridad tomaba los mandos de la nave interestelar de la mano de Ladilla Rusa, irreverente dúo catalán que presumió de no haber dado «una puta clase de canto» en los seis años de carrera del grupo. No hacía falta decirlo, desde los aparcamientos del Charco de la Pava cantaba la gallina del desaguisado.

Una actuación que queda en el debe de la programación, más si cabe si se tiene en cuenta que en este horario de capital importancia para un festival de música en la pasada edición contó con Izal y Nathy Peluso, y en años anteriores con Fangoria. No obstante, cabe admitir que Ladilla Rusa puso a bailar a diestro y siniestro con sus hits descarados 'Macaulay Culkin', 'Todos los días lo mismo', 'Bebo', 'A un metro y medio de ti', su retro rumba de reminiscencias camelísticas 'Kitt y los coches del pasado' y sus guiños a Rafaella Carrá y el 'Estoy llorando por ti' de Minerva, entre otros.

Luego sería Sidonie quienes se encargaran de retomar la normalidad y continuar con la línea indie prevalente durante todo el fin de semana. 'Carreteras infinitas', 'El incendio' y 'Maravilloso', fueron algunos de los temas que encandilaron a la fiel y numerosa parroquia de seguidores de los veteranos barceloneses.

Ellyella, en el escenario Johnnie Walker, y Alexander Som, en la carpa Astro Club, fueron los responsables de hacer terminar muy arriba la edición 2023 gracias a dos conceptos muy diferentes pero igual de efectivos de hacer bailar a un público feliz, eufórico y agotado. Eran más de las tres de la madrugada cuando la música dejó de sonar. Desde ya comienza la cuenta atrás para que en mayo de 2024 vuelva a despegar la nave interestelar.

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