Antonio Orozco sopla las velas en Sevilla para celebrar sus 25 años de carrera

El catalán cumplió su sueño de cantar en la Plaza de Toros con 'La Gira de Mi Vida' en honor a su primer cuarto de siglo de trayectoria

Ana Belén vino a ofrecer su corazón a Sevilla

Antonio Orozco cantando en la Plaza de Toros de Sevilla juan flores

Miles de personas disfrutaron ayer de una nueva jornada del ciclo 'Noches de la Maestranza' protagonizada por Antonio Orozco y 'La Gira de Mi Vida', el tour que celebra sus 25 años de carrera. Todo parecía ser casualidad, pero fue demasiada ... coincidencia que la vida reuniera a Sevilla con el catalán la noche de 'Luna de Sangre' en uno de los escenarios soñados del artista: la Plaza de Toros hispalense.

La cita estaba prevista para las 21.30 horas, y empezó puntualmente. Orozco arrancó con 'El tiempo no es oro', el tema que da nombre a su último disco. La banda estaba tocando los primeros acordes y Antonio entonando la primera estrofa cuando, de repente, empezó a llover intensamente. Sin embargo, no pareció ser un impedimento para que la audiencia disfrutara del concierto.

«¡Llevo toda la vida soñando con cantar en La Maestranza, y esta noche me parece mentira!», confesó el cantante. Acto seguido, señaló a diferentes sectores de la audiencia al tiempo que agradecía el apoyo con un «va por ti, y por ti, y por ti…».

La segunda canción que interpretó fue 'Hoy'. A estas alturas, tan solo chispeaba. Fue con el siguiente tema, 'Qué me queda', que la meteorología pareció dar tregua, porque dejó de llover. Por suerte, durante el resto del show solo cayeron pocas gotas, y de manera aislada.

Un concierto de ensueño

No todos los artistas consiguen cumplir un cuarto de siglo de trayectoria. En una industria musical tan cambiante como la actual, los cantantes deben saber cómo reinventarse y adaptarse al público de manera constante. En su caso, Antonio Orozco ha logrado consolidar el éxito conquistando el corazón de su audiencia a través de su emotividad, así como letras que acarician el corazón y, en ocasiones, la fibra sensible.

Ya desde el principio, la noche prometía ser una montaña rusa de emociones. Así fue. Además, uno de los platos fuertes de la cita vino acompañado de sorpresa. Entre 'Ya lo sabes' y 'El viaje', fue el turno de 'Devuélveme la vida', pero la cosa no quedó ahí: el catalán interpretó el tema desde la pista, recorriendo la mitad y abriéndose paso entre los asistentes.

A lo largo de la jornada, también hubo momentos dedicados al nuevo disco, de ahí que, en este bloque, sonaran 'Te estaba esperando', 'Bebé', 'El problema fue la solución' o 'Despierta'. No obstante, el artista enseguida volvió a viajar en el tiempo con 'Una y otra vez' y 'La Revolución'.

A continuación, fue el turno de los himnos, uno detrás de otro: 'Llegará', 'Te esperaré', 'Mi héroe', 'Pedacitos de ti', 'Temblando', 'Hoy será' y 'Lo que tú quieras soy'. Como no podía ser de otra manera, Sevilla cantó, bailó, saltó y, sobre todo, le acompañó en cada verso.

Tras el subidón de energía, llegó un momento de declive, en el que pareció que Antonio se despedía. De hecho, lo hizo. Miró la hora y, con gestos, expresó que era hora de irse a dormir. Como era de esperar, la ciudad se opuso tanto, que uno de los integrantes de la banda lo intentó sacar casi a rastras del escenario como parte del show, hasta que se dio por vencido.

«Me había prometido hablar poco esta noche. Llevo 25 años intentándolo, pero me siento como un niño con zapatos nuevos. Llevo muchos años esperando esto, estar aquí, pero ni en el mejor de los sueños me hubiera imaginado algo así. Los sueños se cumplen, y eso es algo que intento inculcarle a mi hija cada día».

Todos en el ruedo podían imaginar que, teniendo en cuenta muchas de sus letras, Antonio Orozco era un romántico, algo que demostró en directo con una declaración de amor a la madre de su hija para introducir su última publicación 'Te juro que no hay un segundo que no piense en ti': «La madre de mi hija ha venido al concierto por primera vez. La madre de mi hija, y probablemente la más bonita casualidad de mi vida. No te voy a nombrar, no te preocupes. Qué suerte tuve al rozarme contigo. Me paso la vida entera intentando escribir un poema que se te parezca, pero no lo consigo, y probablemente no lo conseguiré jamás. Te quiero. Un aplauso para las mamás fuertes, las mamás valientes. Yo siempre quise ser como tú. Te juro que no hay un segundo que no piense en ti».

Tras abrir su corazón, agradeció de nuevo a todos los allí presente por hacer esta noche posible con un «Sevilla tiene dos cojones para venir aquí un domingo de septiembre, a esta hora, teniendo que trabajar mañana. Para mí, ese es el regalo más grande, ¡gracias! Juro por mis dos hijos que la próxima vez que vuelva a Sevilla, será un sábado.

Orozco puso el broche de oro con 'Entre sobras y sobras me faltas'. Al final de la canción, se proyectaron cuatro velas en los visuales: 2, 5 -los 25 años que lleva sobre los escenarios-, y 5, 2 -los 52 años que cumplirá en noviembre-. «¡Muchísimas gracias por estos 25 años de música. ¿Me ayudáis a soplar las velas?». Y así fue cómo un soplido despidió a miles de personas que volvieron a casa cargados de dopamina.

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