El salvaje ring de 'Roast Battle': Sarcasmo, trapos sucios y mucho humor

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Aquí todo está permitido menos el contacto físico. Comparaciones, ironías, incluso asuntos personales. Todo sirve para esta lucha de zascas con el fin de conseguir salir vencedor en un ring que no deja a ninguno indiferente. Poner verde a alguien de forma pública en una reunión no está nada bien, pero hacerlo en un ring está permitido. ¿Por qué? Porque en Roast Batlle las cosas funcionan así. Si bien es cierto que hay un mayor grado de libertad una vez se cruza el ring, no todo vale. «Hay que saber meter bien la broma y el chiste muy bien. Es importante el contenido, pero sobre todo la actitud con la que lo haces porque si no faltas el respeto», asegura Soriano.

El objetivo de este programa es muy sencillo. No se trata de humillar, de machacar a un personaje o descargar la ira acumulada. La clave es hacer reír. «No hay nada mejor para acabar el día que ver a gente famosa y a cómicos pegándose tortazos», reconoce Soriano. Y lo cierto es que lo es. El formato presenta los rings desde una mirada divertida y el humor libera de cierto modo la tensión que puede haber en aquellos rostros que no están acostumbrados al mundo humorístico. Para la humorista, el humor es un bien muy preciado que parece que la sociedad está olvidando. «Antes se permitían ciertas cosas que ahora no. Creo que la comedia va muy de la mano de la sociedad y hay ciertas cosas que antes eran impensables. Tenemos que hacer por nuestra parte una revisión de las cosas, para ver si estamos en el punto que toca o hay algo que no es correcto», asegura.

Jordi Cruz contra Pepe Rodríguez, Arturo González-Campos contra Juan Gómez-Jurado, Leticia Dolera contra Eduardo Casanova… Aunque la batalla por excelencia ha sido sin duda la de Esperanza Aguirre contra Pilar Rahola. «Me quedé muy sorprendida con el nivel de Esperanza Aguirre. Tengo que decir que mis expectativas eran muy bajas, pero se pegaron verdaderas puñaladas. Era como ver un accidente de tráfico que te sabe mal mirar, pero no puedes dejar de hacerlo. Son dos personas que las hemos visto en otros formatos, pero nunca así». «No miréis a Esperanza Aguirre fijamente, os privatiza» o «Hacer la biografía de Feijóo podría ser un poquito más dura. Puestos a imaginar, tienes que meterte en yate, tienes que tener amigos, es como complicado». Estas son algunas de las perlas que la periodista independentista lanzó a la exministra del PP: «Pues para la de Puigdemont te tendrás que meter en la maleta del coche», contestó a la catalana. Así, suma y sigue.

Aunque parece que estos rings tienen poco de serio, el espectador ha podido experimentar cierta tensión en según qué batallas. Sin embargo, después de la lucha, la sensación es muy distinta. «Tras la batalla nosotros tenemos las risas y ese gusto de quien lo ha hecho o que desastre, pero los dos contrincantes se unen más. ¿Hay algo que te una más a alguien que una persona que te ha puesto verde en la cara, de frente? Esto te une y estrecha lazos», asegura la cómica. Este formato ayuda a quitar tensiones: «Recomiendo este programa porque faltar el respeto a alguien es un ejercicio muy desestresante».

Este programa no es apto para ofendiditos. Aunque en la batalla de estas dos mujeres se lanzaron auténticos dardos, la cómica reconoce que el humor es el eje del discurso y ayuda a destensar todo lo que pueda haber. «El humor no debería tener límites, y los tiene últimamente. El humor es una expresión que quita hierro a los asuntos más complicados. Ya hay de por sí discursos para dar gravedad a las cosas. Con el humor intentamos contrarrestar eso y aportar un punto de vista distinto», expresa la cómica.

El humor ha estado en el punto de mira en los últimos tiempos, sobre todo por un grupo de gente catalogada coloquialmente como 'ofendiditos'. Las redes sociales y otras plataformas facilitan la comunicación y la expresión de las opiniones, pero en ocasiones estas herramientas han causado daños. «No creo que haya más 'ofendiditos', pero sí que creo que hay más plataformas donde uno puede ofenderse. No teníamos ni instagram ni twitter. Son herramientas muy buenas para nosotros, pero cuando estás más expuesto, hay más gente que te da», asegura.

Eva Soriano ha participado tanto como combatiente como jurado. «No me gustaría volver para nada al ring. El jurado me posiciona en un lugar tranquilo. Me creo emperador romano. Al final estás con una persona que te quiere y no te apetece faltarte con ella. No me siento cómoda», asegura. Su criterio para valorar las batallas es muy sencillo. La cómica valora y puntúa el chiste, sobre todo como lo ha usado, si ha habido algún rapapolvo. «He intentado ser lo más técnica posible».

Aunque los contrincantes de esta temporada han sido variados y muchos que están lejos del mundo de la comedia, no todo el mundo vale para esto, ni siquiera los humoristas. «Tienes que conocer bien el formato. No hay nada peor que un cómico convertido en 'ofendidido'. Tenemos que aprender a pasar de los comentarios del otro y pensar que es comedia, porque si no, te vas a ofender mucho», asegura.