Un soltero saca los colores a su cita con una ardiente conversación sobre sexo: «Me pongo como una bombilla»

Pese a las decepciones, Tomás se considera un hombre muy sentimental, alegando «en cuanto veo a cualquiera darse un beso se me saltan las lágrimas». También confesó su lado romántico y detallista. «Me gusta sembrar, pero también recoger. Porque si yo soy detallista para ti y yo no veo color en ti, pues se me quitan las ganas de todo», comentó durante su presentación.

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En definitiva, Tomás era un hombre muy necesitado de cariño. Y la suerte lo acompañó cuando los celestinos del programa le presentaron a Chari (60), una empleada del hogar de San Fernando (Cádiz) «muy cariñosa».

El flechazo entre los dos solteros fue instantáneo. «Me ha gustado mucho. Nada más verlo al entrar, digo: 'el mío'», declaraba ella convencida de que para el fin de semana ya estaría en Jaén cogiendo aceitunas. Alegremente empezaron a charlar de lo que le pedían a una pareja, dándose cuenta de que era exactamente lo mismo: salir por ahí y disfrutar.

«No pido mucho… Quiero una persona sencilla, que le guste el baile, la playa. Lo típico», le explicaba Chari. Tomás, por su parte, mencionaba sus preferencias por mujeres que fuesen «arregladas» y maquilladas, aunque al mismo tiempo dejó claro que «no me gusta que una mujer esté todo el día con el bolso en la calle, que esté de escaparate».

Si la soltera parecía casi convencida de que Tomás era lo que estaba buscando, él estaba en las mismas. «Me has dicho que eres cariñosa y una mujer de tu casa y ya me sobra todo. Una mujer que es presentable y es lo que yo últimamente buscaba», comentó él cuando la gaditana le preguntó por sus primeras impresiones.

A medida que la velada avanzaba, el 'feeling' entre los dos comensales iba creciendo… Quizás gracias a la intervención divina. Resulta que a Tomás le ocurrió una divertida anécdota mientras iba de camino a 'First Dates'. «Me he sentado al lado de un cura, le he contado que venía al programa y digo 'bendíceme'».

Con todas las cartas importantes sobre la mesa, solo faltaba un tema importante por abordar ente ellos. Fue Chari quien sacó a relucir el sexo, y Tomás se mostró en su salsa hablando sobre ello. «Me encanta… ¿Sabes lo que me gusta también? Que no se depilen», revelaba.

Ahí también estaba de acuerdo, pues según Chari, «me gustan los hombres con pelos en el pecho». «Pues te vas a hartar de pelos. Yo también tengo», dejaba caer su cita. En ese punto, la mujer empezó a ponerse colorada. «Cuando me dice cosas me pongo como una bombilla. Y la verdad es que me pongo nerviosa. Me notaba un poco ardiente», admitía la gaditana.

Y sin embargo, siguió la conversación por los mismo derroteros, queriendo saber si su pretendiente se toma «alguna pastilla». «Si es así y me tienes que sujetar… Yo las peleas que muchas veces he tenido con mis parejas ha sido por eso, porque no me harto. Es tocarme la oreja y 'madre mía'», respondía él con vehemencia.

Chari ya solo se preguntaba dónde había estado Tomás hasta ese momento y por qué no se habían cruzado antes en sus vidas. A solas en el reservado, sellaban una cita perfecta con una declaración y unos besos. «Cuando te llena una persona y el corazón te hace mariposas como dicen en Juan y Medio, ¿para qué esperar?», proclamaban al darse el 'sí' en la decisión final.