First Dates
Un soltero no sabe quién es García Lorca y su cita no le puede perdonar su incultura: «Ese día falté a clase»
Raquel lleva tatuado un dibujo del poeta, en cuyos textos se refugia en los buenos y en los malos momentos. De ahí que se llevara las manos a la cabeza con el lapsus de Álex
Su cita le cuenta que busca una relación abierta y su reacción no tiene desperdicio: «Flipo en colores»
Raquel (21) es una chica que se refugia en la poesía de Federico García Lorca en las penas y en las alegrías. En las obras del escritor adscrito a la generación del 27 dice haber encontrado cosas que no han sido capaz de ... aportarle las personas. Su pasión por el poeta y dramaturgo granadino la lleva grabada a fuego en la piel en forma de tatuaje. Tatuaje que le sirvió para caer en la cuenta nada más arrancar su cita en 'First Dates' que el soltero que el 'dating show' de Cuatro le había buscado no era la persona idónea para ella.
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La joven barcelonesa, estudiante de trabajo social y criminología, después de dejar alucinado a Carlos Sobera al contarle cómo se comunica con la tercera dimensión teniendo sueños premonitorios de la muerte de las personas, sintió el mismo nivel de incredulidad nada más encontrarse con su cita.
El lapsus de Álex que estuvo a punto de arruinar la cita
Y es que Álex (21), estudiante de marketing nacido en Granollers, confesó que no sabía quién era Lorca. «Me vas a llamar idiota, pero no tengo ni idea. Falté a clase ese día», reconoció el soltero al ver el tatuaje, aunque luego intentó arreglar la metedura de pata monumental asegurando que sí lo conocía.
«Tengo que pensar si puedo perdonárselo. Es una cosa muy importante para mí», aseveró la chica delante de las cámaras de 'First Dates'.
Sin embargo, resultó que sí acabó perdonándole el lapsus a su cita cuando pudo conocerlo más. Álex no solo era físicamente el prototipo de Raquel, sino que además disfrutaron de la cena echándose buenas risas y compartiendo confidencias. Tanto es así que ella cambió de parecer con él y determinó al final de la velada que quería seguir conociéndolo. En cambio, él no llegó a considerarla para algo más que para una amistad. Sus ritmos vitales no estaban preparados para ir a la par.
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