First Dates
Una soltera le para los pies a su cita por llamar 'maricón' a un famoso cantante: «Eso está feo»
Pepe e Inmaculada son dos jubilados con espíritu joven y muchas ganas de disfrutar de la vida, pero en algunas cosas él sigue siendo un poco chapado a la antigua
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María Robert
Faltaron las palomitas en el estómago, aunque Pepe (72) e Inmaculada (66) se llevaron a casa una grata experiencia de su paso por 'First Dates'. Y es que no siempre la compatibilidad de caracteres implica que dos personas acaben atrayéndose.
Desde Elche ... llegó al restaurante de citas de Cuatro este martes 7 de noviembre Pepe, quien dejó claro nada más llegar que que la edad para él solo es un número en su DNI. A sus 70 pasados, sigue considerándose «guapo y chuleta» y conservando su sex appeal. Si antes era una máquina en las artes amatorias, ahora que está jubilado lo es a la mitad. Parte de ese éxito ligando se lo debe al baile. Según él, en la pista de baile se siente como el Capitán Trueno.
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¿Cuál es el secreto de tanta seguridad en sí mismo? Haber sido boxeador, un deporte que lo ha ayudado a sentirse como «un tío de dos metros y musculatura de Sansón».
Consultado por Carlos Sobera sobre su prototipo de mujer, explicó que le gustan «simpáticas, risueñas y habladoras. También rellenitas, «para poder apretar». Estaba describiendo enteramente a Inmaculada, una alicantina «muy moderna» a la que no le gusta hacerse mayor.
Lo primero que hizo Pepe al conocerla es halagarla para que se sintiera bella, como cree que hay que hacer con cualquier mujer. Y eso que le pareció que no estaba lo suficientemente rellenita. Ella, por su parte, también lo vio bien físicamente hablando. «¿Qué voy a pedir más? No voy a pedir un Anthony Quinn», reflexionó.
Risas, buen rollo y alguna diferencia ¿insalvable?
Durante los primeros minutos de la velada parecían estar entendiéndose, hasta que chocaron en algunas cosas. Inma tiene dos gatitos en casa, mientras que a Pepe no le gustan las mascotas porque causan mal olor. Además, la soltera no es muy fan del baile, prefiere oír la música desde el sofá.
Sí que coincidieron en su cantante favorito: Camilo Sesto. Sin embargo, el hombre hizo un comentario sobre el cantante que su cita tuvo que afearle. «Era muy maricón», soltó Pepe. «No digas maricón porque está feo, se dice gays. Hay que respetar», reprochó ella.
«Si yo también respeto, pero no puedo cambiar mi lenguaje con 70 y pico años. Además eso es en inglés, nosotros no somos ingleses. En otra época se hablaba así. Lo de gay para mí es moderno», argumentó el ilicitano. «Pues yo tengo 66», zanjó Inmaculada.
Pese a las diferencias, al final de la velada coincidieron en que se lo habían pasado genial. De hecho, Inmaculada quiso tener una segunda cita con Pepe. Fue él quien no quiso, alegando, después de dorarle la píldora con buenas palabras, que «físicamente no me ha llenado».
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