Rechaza a su cita de 'First Dates' por encontrarlo un poco 'blandito': «Me pongo tacones y parezco su madre»
La última pareja de Marta era bisexual y le puso los cuernos con un hombre, un engaño que todavía le afecta
Una soltera octogenaria se burla de la vida sexual de su cita en 'First Dates': «Ya no estás para mucho…»
María Robert
La última relación de Marta (21) fue con un amigo bisexual, pero él la engañó con otro chico. Todavía tiene esa traición enquistada, un sentimiento que le impidió darle una segunda oportunidad a Alejandro (26) este viernes 20 de octubre en 'First Dates ... '. El soltero aseguró considerarse «una persona super buena», sin embargo, a la joven granadina le pareció «un poco blandito» como su ex. Y eso que entró pidiendo a alguien que no fuera ni chulo, ni vacilón ni creído.
Una soltera se niega a entrar en los juegos picantes de 'First Dates': «Eso no va a ocurrir ni de coña»
Mari Carmen ParraLaura y Carlos mantuvieron una cita que no se desarrolló tal y como esperaba el programa
Marta empezó a ponerle pegas a Alejandro desde el momento que lo vio. Reconoció que era un chico atractivo, aunque bajito para ella y así no le gustan los hombre. «Me pongo tacones y parezco su madre», manifestó. Curiosamente el soltero dijo lo mismo. «Que sea más alta que yo con tacones me ha afectado un poco, pero se pueden quitar», admitió en un total a cámara.
Hablando de relaciones
Marta tenía una serie de requisitos sobre su hombre ideal. El más importante era la sinceridad. Alejandro afirmó poseer esa cualidad, pero a ella no le compensó lo suficiente como para que le gustara. Transitando el tema de las relaciones, él fue perdiendo más puntos frente a Marta, a quien no le convenció la faceta fiestera de su cita argumentando que «si estás todo el día de fiesta, ¿para qué quieres una novia?».
Sin embargo, a Marta le costó aclararse sobre sus sentimientos hacia Alejandro. El chico tenía algo que le gustaba como para querer lanzarse. Y al mismo tiempo le vio una parte que la frenó. Además, cuando él no la oía, opinó que «se le veía un poco de pluma». Habiendo estado anteriormente con una persona bisexual que le hizo daño, la joven reconoció que «lo veo y no puedo». Él acabó dándose cuenta de que no estaba muy a gusto. Así que, entre unas cosas y otras, decidieron irse cada uno por su lado.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete