Quién es Bizarrap: su verdadero nombre, su edad y su meteórica carrera

Nathy Peluso, Duki, Rauw Alejandro o Nicki Nicole son solo algunos de los artistas que han colaborado con el prestigioso músico. Aún así, la más importante ha sido Shakira, que aprovechó su colaboración para lanzar sus dardos más envenenados a su expareja, Gerard Piqué, y su nueva novia, Clara Chía, y consiguió más de 570 millones de visualizaciones con su tema. Sus más de 7.000 millones de reproducciones en YouTube no hacen más que confirmar su éxito mundial.

Pero ¿quién es realmente Bizarrap? Te contamos todo sobre el lado más personal del DJ y productor argentino.

El apodo de Bizarrap es bien conocido a nivel internacional, aunque su nombre real puede sonar más desconocido para el público generalista. El productor se llama en realidad Gonzalo Julián Conde y nació el 29 de agosto de 1998 en Ramos Mejía, Argentina.

Este sobrenombre ha sido el alias con el que ha llegado a la fama, pero los motivos por los que lo eligió son desconocidos hasta el momento. El argentino no ha querido pronunciarse sobre ello, aunque una cosa parece clara: es un juego de palabras entre la palabra 'bizarro' y el rap, el género musical en torno al que suelen girar las grandes producciones del artista.

Con apenas 24 años, Gonzalo Julián Conde (1998) ha conseguido ser reconocido como uno de los productores más importantes del panorama internacional. Esta pasión por la música creció en él muy pronto, cuando apenas era un joven desconocido en Argentina, y su incansable trabajo le ha permitido llegar a lo más alto.

Gracias a su padre comenzó a escuchar otros géneros musicales, con grupos como R.E.M. o Stone Temple Pilots y a acercarse a la música electrónica. Su carrera comenzó cuando solo tenía 14 años y comenzó a rapear junto a sus amigos en las batallas de gallos de Argentina. Aunque 'el Biza' decidió dejar a un lado su pasión para estudiar Marketing en la universidad, el destino acabaría llevándole a convertirse en uno de los artistas más prestigiosos de los últimos años.

En 2017, con su proyecto de Bizarrap ya en marcha, recibió la llamada de Warner para colaborar en una publicidad y surgió entonces la oportunidad de su vida. «Querían que anunciara una canción en una historia de Instagram. Entonces fui a su oficina, me pusieron una canción y les dije 'está buena', luego otra y dije 'está más o menos'. Les di mis opiniones y se ve que les gustó. Les dije que estudiaba marketing cerca de las oficinas y me preguntaron '¿che, no quieres trabajar acá?'. Y yo les dije 'venga, dale'. Así aprendí trucos y secretos de la industria», explicó el productor en una entrevista para el diario 'El País'.

Gracias a este trabajo en una de las grandes multinacionales del mundo de la música pudo entender más de cerca cómo funcionaba el sector. Así, comenzó a relacionarse con grandes personalidades y aprendió a grabar su propio contenido de calidad. Fue entonces cuando decidió apostar por su carrera como productor, bajo el nombre de Bizarrap y, tan solo dos años después de comenzar a trabajar para Warner, dejó su puesto.

Al igual que había hecho en su infancia, sus inicios en solitario fueron de la mano del mundo de las batallas de rap y el freestyle. Allí encontró a sus primeros aliados dentro del mundo de la música, junto a los que grababa competiciones que luego pasaba a compartir en YouTube.

Todo cambió cuando comenzó a grabar sesiones personalizadas con algunos raperos no muy conocidos en Argentina y, con el tiempo, fue ganando relevancia. Su colaboración con la famosa Nicki Nicole fue el punto de inflexión final, lo que le permitió empezar a colaborar con los artistas más grandes del mundo hispano.

Ahora, el artista puede presumir de haber compartido estudio con algunos de las grandes estrellas de la música hispanolatina. Nombres como Shakira, Nathy Peluso, Morad, Quevedo o Rauw Alejandro han pasado por sus manos, que todo lo que tocan lo convierten en oro.

Si eres fan de Bizarrap, habrás notado que el escenario de todas sus sesiones no cambia nunca: todos los temas están grabados en su pequeña y mítica habitación de luces azules, violetas y verdes. Sin embargo, ni el éxito mundial le ha hecho cambiar de estudio ni tiene planeado hacerlo.

«Me dicen desde siempre que cambie de estudio pero yo no quiero. Me gusta mostrarle a la gente que puede hacer temas y que los escuche un montón de gente desde un 'home studio'. Como acá, desde una habitación muy chiquitita con poca capacidad. No entramos muchos pero te juro que tiene magia. Yo soy re supersticioso. Creo en la mística, de la gente, de un lugar... Siento que entras y hay una energía diferente», explicaba el productor argentino.