Iker Jiménez ponía el foco en el cierre de 'La nave del misterio' en el «ego». «No podemos dominarlo. Es como un monstruo que tenemos dentro y que sale», afirmaba el presentador en el arranque de su reflexión. «El ego está mandándonos señales todo el rato porque es parte de lo más material del ser humano... El mensaje es intenta acumular la mayor de experiencias placenteras...», apuntaba el presentador ante las cámaras de televisión, que ponía en el centro de su conversación a los medios. «Se está constantemente bombardeando con una sociedad a la que solo le importa el auto placer inmediato», indicaba Iker Jiménez que se hacía algunas preguntas en Cuatro.
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«¿Qué es lo que pasa? Que cuando se cumple ese placer, la dopamina te pide una siguiente escala y quizá sea este el problema de tanta gente metida hasta la ciénaga, Si no has dominado tu ego y tu propósito en la vida es el beneficio, cuando llegas a un nivel de aceptación, o que te crees una deidad, te aprovechas», apuntaba Iker Jiménez que pasaba a relacionar sus palabras con el caso de Iñigo Errejón y con la fama de los rostros de la pequeña pantalla, en el que el presentador del espacio de Cuatro se incluía.
«A nosotros mucha gente nos adora, a mi, a muchos colaboradores de este equipo, y por la calle te dicen que eres genial, que eres el número uno, un luchador… Entonces, tú tienes que entender que eso es fruto de la empatía. Ahora, si ya te lo crees de verdad, estás perdido. Si te crees el emisario de no se qué estás perdido. ¡Qué toma de tierra tienes que tener uno para que tanto afecto no te perjudique! A mucha gente el halago le cruza el cable», sentenciaba Iker Jiménez en 'La nave del misterio'.
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