«64 años y toda una vida de esfuerzo y sacrificio para tener nuestra casa, nuestro hogar, luchando por tener una vivienda y ahora nos vemos así». Estas han sido las palabras de María, vecina de Alhama de Murcia, localidad murciana donde reside con ... su pareja, Fulgencio, y que han entrado en directo en 'El tiempo justo' (Telecinco) para utilizar las cámaras y denunciar lo que llevan sufriendo «un año»: «¡Ya no podemos más!».
Y es que fue hace 12 meses que arrendaron una habitación a un hombre con dos hijos, «un crío y una cría, de entre 10 y 14 años». Fulgencio solía poner en alquiler estancias en una conocida plataforma de alojamientos y siempre le había ido bien, hasta que llegó esta familia a su puerta. Reservaron para pasar «tres días» y pasado ese tiempo se negaron a irse: «Él nos dijo que nos iba a costar mucho trabajo echarlo, y vaya si se está cumpliendo». Él la miraba y a María le costaba incluso hablar, rompiendo a llorar ante las cámaras del programa, con Joaquín Prat del otro lado sin saber cómo abordar los hechos.
El presentador no daba crédito a la historia, sin conseguir entender en qué momento se precipitaron los acontecimientos que los han llevado a vivir en un garaje, el local de abajo de su vivienda. »Esto es un calvario, sin ventilación ninguna, nos separa una puerta y la hemos tapiado porque le tenemos miedo a él, al hombre», ha especificado ella. «No se quiere ir, se niega. Nos denunció porque no le hacíamos contrato de arrendamiento y él no entendía que esto no era una casa para alquilar. Se trata de habitaciones individuales. Le puso una denuncia a mi marido porque no se la arrendábamos un año, ya ves, y es que él se quedó sin trabajo y por eso decidió optar por esta solución», ha continuado explicando la mujer .
Joaquín Prat les ha vuelto a interpelar, tratando de entender qué hay tras este suceso: «¿Pero cómo pasó? No entiendo cómo se va de alquilarse una habitación a quedarse de okupa, ¿y la cocina, las zonas comunes?». «Es que en la oferta de arrendamiento también se ofrecía poder usar el baño, el aseo, la cocina… Y ahora encima tenemos que pagarle las facturas, que ha venido de luz hasta 260 euros, porque él no paga nada, claro, el okupa se desentiende de eso y nosotros no tenemos otra», ha añadido María.
Joaquín Prat se ha despedido de la pareja tratándole de darles ánimo y comentándoles que deberían denunciar y seguir peleando. «Nos va a dar algo», seguía afirmando ella, entre lágrimas. Él, a su lado, se ha mantenido callado y con gesto serio.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete