El lado más desconocido de Olga Carmona: del flamenco al fútbol, el vínculo con su madre y la tragedia de su vida

La jugadora del Real Madrid experimentó ese día la victoria más agridulce de su carrera. Apenas unas horas después de levantar el título más importante de su carrera, recibía la triste noticia del fallecimiento de su padre, que ni siquiera pudo ver a su pequeña marcando el gol más decisivo de la historia del fútbol femenino español.

Sin embargo, antes de convertirse en la gran estrella de España en este torneo y la gran ídolo de muchas pequeñas que comienzan a amar el deporte de la pelota, Olga Carmona vivió unos inicios tumultuosos en el mundo del fútbol. De hecho, incluso estuvo a punto de dejar la práctica de este deporte por petición de su madre, con la que mantiene una relación muy especial.

Te contamos todo lo que debes saber sobre el lado más desconocido de Olga Carmona, la heroína de España en el Mundial.

Aunque ahora parece casi imposible pensar en Olga Carmona lejos de un balón de fútbol, lo cierto es que este deporte no fue el único que la joven, de 23 años, practicó a lo largo de su vida. La defensa nació el 12 de junio de 2000 en Sevilla, una tierra con mucho arte donde el flamenco viene en las venas. Es por ello que, desde bien pequeña, sus padres quisieron que la pequeña Olga se subiera a los tablaos.

Al margen del baile, la sevillana también probó suerte con otras disciplinas deportivas como la natación o el tenis, aunque ninguna le hizo 'tilín' hasta que conoció el fútbol con 7 años. Desde entonces, Carmona se despidió del resto de deportes y se centró completamente en el fútbol, un deporte que también practicaban sus hermanos, y allí encontró su verdadera pasión.

Inicialmente, su madre se resistió a que comenzara a practicar este deporte, aunque finalmente tuvo que consentir: «No quería que jugara al fútbol, porque entonces había muy pocas chicas jugando; yo quería que hiciera otros deportes, aunque me tuve que resignar porque lo único que quería era darle patadas a un balón», recordaba su madre en una entrevista en la Cadena Ser.

Desde bien pequeña, Olga Carmona comenzó a despuntar en el fútbol femenino en la Agrupación Deportiva Polideportivo Sevilla Este y, rápidamente, dio el salto a las categorías inferiores del Sevilla Fútbol Club. Fue con el equipo andaluz con el que debutó en 2017 en la Segunda División y, junto a sus compañeras, logró el ascenso a la máxima categoría.

La gran oportunidad de su vida le llegaría en 2020, cuando el recién estrenado Real Madrid se fijó en las increíbles cualidades de la defensa hispalense para formar parte de su nuevo equipo. La sevillana no tardaría en convertirse en una de las referentes de la plantilla del equipo blanco, donde permanece a día de hoy como presente y futuro de la entidad.

Sin embargo, el éxito en el club madridista ha venido acompañado de un gran sacrificio. Para continuar con su carrera, Carmona tuvo que dejar atrás a uno de sus grandes apoyos, su madre, algo que fue muy complicado para ambas por el gran vínculo que las une. A ella es a quien le dedica todos los goles besando el tatuaje en la muñeca que ambas comparten: una madre y una hija abrazándose con un símbolo de infinito.

Sus grandes actuaciones también le permitieron ser una de las futbolistas seleccionadas por Jorge Vilda para la Eurocopa femenina de 2022 y, apenas un año más tarde, para el Mundial. En este último torneo, Carmona acabaría dando el salto al once titular y convirtiéndose en una de las grandes artífices de la consecución del torneo internacional.

Fue en el minuto 28 de la gran final cuando Olga Carmona marcó el gol de su vida, el que daría el primer Mundial a España, y decidió dedicárselo a Merchi, la madre de una amiga que había muerto recientemente. Lo que la sevillana no sabía es que su padre también había fallecido unos días antes de la final. Su familia había decidido ocultarle la noticia para que no influyera en su rendimiento de cara al partido más importante de su carrera.

Horas después de darse a conocer la tragedia, la futbolista del Real Madrid daba la cara en redes sociales para despedirse de su padre de la manera más emotiva: «Y sin saberlo tenía mi Estrella antes de que empezase el partido. Sé que me has dado la fuerza para conseguir algo único. Sé que me has estado viendo esta noche y que estás orgulloso de mí. Descansa en paz, papá».