Telecinco ha puesto toda la carne en el asador para la vuelta de 'La isla de las tentaciones'. La séptima edición del polémico 'reality' arrancó justo después de las fiestas navideñas con una doble entrega el martes 9 y el miércoles 10 de ... enero. Y siguiendo con la tendencia de que cada edición sea más explosiva que la anterior, el primer programa aterrizó con una escena nunca antes vista: el primer abandono de la 'ceremonia de collares' de la historia del formato.
El explosivo carácter de la joven fue lo más comentado en el primer programa de la nueva edición del 'reality'
Los que generaron la primera bronca de 'La isla de las tentaciones 7' fueron Andrea y Álvaro, una pareja malagueña cuyo vídeo de presentación ya se había hecho viral en las redes sociales: suma más de 8 millones de visualizaciones. Ella tiene 18 años y él 26. Llevan dos años de relación, por lo que cuando empezaron, Andrea era menor. Se conocieron en casa del primo de Álvaro. Entonces él tenía pareja. Cuando rompió decidió ir a buscar a Andrea, pero siguió hablando con su ex, y ella se enteró tras tres meses juntos.
Por eso y por otros deslices la malagueña no confía al 100% en su novio porque dice que le ha fallado varias veces. Y la desconfianza continúa amenaando su relación, a pesar de que él se tatuó su nombre y su cara.
Las primeras tensiones entre las parejas
Las cinco parejas iniciaron la experiencia enfrentándose a la 'ceremonia de collares', la dinámica en la que conocieron a los tentadores y sus objetivos de conquista. Como es costumbre, todo el ritual se produjo con sus respectivas parejas siendo testigos, una visión que Andrea no soportó.
Álvaro, muy afectado tras la marcha de Andrea de la ceremonia de collares
Telecinco
La malagueña tuvo que presenciar como una de la solteras intentaba filtrear con Álvaro mientras le sugería que se lo quería pasar «muy bien» con él en la villa. A continuación, otra de las tentadoras hacía lo mismo poniéndole otro collar, a lo que respondía con una sonrisa. «¿Sonríes? Me voy», anunciaba Andrea, que cumplió su amenaza yperdió los papeles mientras se marchaba.
Álvaro, desolado, aseguró no entender la reacción de su novia. «Aquí hemos venido a tentarnos y a demostrarle que la respeto. Estoy un poco rayado. Hoy era mi cumpleaños y solo quería de regalo ver a mi chica sonriéndome». Ya de vuelta en villa, las demás concursantes conseguían tranquilizar a Andrea y animarla a seguir la experiencia.
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