Iker Jiménez pide perdón tras la polémica de los bulos sobre la DANA y cuenta su versión: «Quería matar a Rubén Gisbert»

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Daniella Bejarano

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El pasado martes, el mecánico Ángel Gaitán, colaborador frecuente del programa de Iker Jiménez y uno de los voluntarios que está retransmitiendo las labores de ayuda humanitaria sobre el terreno, dejaba en manos de los 'likes' de Instagram el pueblo que recibiría el arsenal de productos que tenía para repartir. «Y os explico el motivo: tenemos que decidir dos pueblos de los que os estoy diciendo para el convoy de unas veinte furgonetas: Paiporta, Benetússer, Alfatar (Alfafar), Massanassa o Catarroja. Por comentarios se ponen los nombres y la gente vota. Así que los dos pueblos que más me gustas tengan serán los pueblos a los que vayamos», explicaba en el vídeo.

Paralelamente, el propio presentador de 'Horizonte' revelaba en su perfil de X de que «en el parking de Bonaire hay muchos cuerpos, muchos cuerpos». Una información que la Policía Nacional y Cuerpos de Seguridad desmentía una vez drenado el parking al completo. De hecho, afortunadamente no se encontró ni un solo fallecido en el aparcamiento subterráneo del centro comercial.

El revuelo ha sido tal que el conductor de 'Horizonte' anunciaba que en el programa de este jueves 7 de noviembre iba a reflexionar sobre lo ocurrido desde la autocrítica. «He cometido aciertos y errores y puede ser interesante para la audiencia y para mí», admitía en un breve mensaje en su perfil del antiguo Twitter.

«Lo que hemos vivido nosotros personalmente es un tornado. Un tornado como ese que arrasó Valencia. Porque créanme, la DANA no es una DANA, es un error absoluto llamárselo aunque lo sea. Es como una destrucción completa, y si no se está allí, no se entiende nada», arrancaba el expresando el presentador antes de comenzar el programa.

Recordaba además que él había pasado cinco dais allí. «Y he cometido errores. Creo también que he cometido algunos aciertos, que he intentado ayudar dejándome el alma. Un poco me he creído Robin Hood, y además de informar quería salvar a la gente. Eso es imposible absolutamente. He comprendido muy bien el caos, incluso con la fuente y la información. Con todo. Pero la experiencia humana es algo irrepetible». También prometía que daría las explicaciones, «mirando a la cara y sin guiones». «Nosotros estamos dispuestos a aprender de esta experiencia. Yo, el primero».

«Me tuvieron que agarrar, porque quería matar a Rubén Gisbert», admitió Jiménez, repitiendo varias veces que el reportero no es colaborador de 'Horizonte'. «Estaba haciendo un gran trabajo, eso no se lo quita nadie. Además, se que no hay ninguna maldad. Otra cosa es el caos, el desconcierto. Un vídeo bastante impropio en esta situación. Pero aunque seamos un equipo, soy responsable hasta de la última persona que entra aquí. Asumo lo que pasó», prosiguió explicando.

Hizo mucho hincapié en que «Gisbert llevaba cuatro o cinco días intentando ayudar a todo el mundo, eso no lo va a quitar ningún video». Al igual que lo defendió con que se encontraba en un caos psíquico, pues es de Catarroja y ha perdido amigos en la tragedia. Sin embargo, insistió en que él no estaba enterado de nada. «Me enteré después con ese vídeo viral que se le ocurrió mancharse las piernas con barro, en una situación en la que no puedes estar pensando en el 'racord', ni el maquillaje, ni en cómo estás». Como responsable del equipo del formato, pidió disculpas, «pero créanme, Rubén acaba después metido un garaje hasta la cintura», reafirmó.

Respecto al segundo error «más doloroso», el de Bonaire, el presentador arguyó que lo dijo en un momento en que todo era descoordinación, incluidas las fuentes. «Pasaba en los bomberos, en la Guardia Civil, en la Policía Nacional, etc. Ustedes no saben en qué condiciones ha estado trabajando esta gente al principio…». «Nunca me he alegrado más que mis fuentes fallen y de fallar yo, que con esto», quiso dejar claro.

«Por favor, que no les digan que yo he dicho que había 700 muertos. Aquí se habla de la capacidad de 700 vehículos del parking», señalaba. Si bien no pudo desvelar las fuentes, aseguró que «eran tres personas que acertaron con los guardias civiles muertos en Paiporta», así que se fiaron. Sin embargo, el error más grande fue su propia indignación. «Y un periodista no puede estar demasiado indignado. Pero me había convertido en parte de todo esto, había visto a la gente abandonada», explicó, perdiendo así la objetividad.

Fue entonces cuando lanzó el tuit a título personal vaticinando que habría muchos fallecidos. «No es Mediaset, ni 'Horizonte', ni este programa», incidió, tajante. Un error. «Fue en mi casa, de madrugada, hasta los cojones y pensando que nos estaban engañando. Lo creo realmente». Aun con todo, remató, «nunca me he alegrado tanto de fallar en algo, les doy mi palabra».