Jesús y María tiene una hija con una enfermedad por diagnosticar, ya con un 63% de discapacidad reconocida. Ella, que vive en Rivas-Vaciamadrid, necesitaba ayuda y que la cuidaran, por lo que el matrimonio decidió vender el piso en el que vivían y ... comprar un inmueble cerca de ella. Tras meses de búsqueda y de visitar posibles residencias, se decidieron por un adosado que, pese a «estar en unas condiciones ruinosas», les cuadró por precio, y decidieron comprarlo. Cuál no sería su sorpresa cuando, al ir por primera vez a la propiedad como titulares, se encontraron con que estaba okupada.
Así han relatado su historia a Joaquín Prat en 'El tiempo justo' (Telecinco), que ha estallado al conocer los detalles de la historia de esta familia. «En un país serio, en una verdadera democracia, en un estado de derecho, llamas a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, le enseñas la escritura de tu casa y los señores que están dentro, con una patada en el culo y fuera. Pero no, aquí no tenemos esa suerte», ha dicho. Y es que lo que han contado María y Jesús ha dejado sin palabras a los tertulianos.
Cuando trataron de acceder a la casa por primera vez, la respuesta que le dieron fue esta: «Es que esta es la casa de mi padre, yo no se nada pero no me puedo ir». Es decir, parece ser que quien estaba okupando el inmueble era familiar de la persona que la compró previamente. Se negaba a irse y tras ir en sucesivas ocasiones se encontraron con capítulos similares. Es por ello que decidieron recurrir a una empresa de intermediación. Esta les está ayudando por lo legal, «por las buenas», pero siguen sin obtener respuesta.
«8.000 euros para que desokupen mi casa»
En estos meses de idas y venidas, la familia aha ido cayendo en la desesperación. María se ha mostrado apesadumbrada al ver esto. «Hasta les hemos ofrecido dinero. Empezamos por 3.000 euros, luego pasamos a 5.000 y finalmente llegué a decirles que les daba 8.000 euros si se iban del inmueble, pero nada, se negaban», ha explicado este ciudadano madrileño. Fue tras esas negativas que pensaron recurrir a intermediarios para que les echaran una mano. En esas se encuentran en estos momentos, desolados por la falta de recursos para plantar cara a estos okupas: «La policía ya ni nos hace caso, porque sabemos que no pueden hacer nada al respecto, están atados de pies y manos».
Joaquín Prat se ha despedido del matrimonio deseándoles lo mejor. Tanto él como Antonio Naranjo y otros colaboradores de esta tarde de martes han tratado de abordar la situación y cómo habría que plantarles cara a estos conflictos. El presentador ha sido el más contundente de todos.
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