La desconocida familia de Pepe Rodríguez: quién es su mujer Mariví y sus tres hijos

Es el caso de Pepe Rodríguez, chef y dueño de 'El Bohío', al que su tiempo en pantalla con Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera le ha llevado al estrellato. El cocinero, que sabe muy bien lo que es criarse entre cacerolas, ha conseguido labrarse una carrera profesional impecable, marcada ahora por el éxito de 'MasterChef', lo que le ha otorgado el 'push' que ansiaba al negocio familiar que regenta desde hace décadas en Illescas.

A pesar de que siempre ha tratado de mantenerse muy discreto en lo que respecta a su vida privada, sí sabemos que su gran apoyo durante este ascenso a la fama han sido también su mujer, Mariví, y sus tres hijos, María, Jesús y Manuela. Te contamos todo que debes saber sobre la desconocida familia de Pepe Rodríguez y los orígenes familiares de su pasión por la cocina.

La pasión por la cocina le viene a Pepe Rodríguez en las venas. El juez de MasterChef puede presumir de haberse criado entre fogones junto a su hermano, Diego, que ahora ejerce de jefe de sala en el restaurante 'El Bohío', que la familia del cocinero regenta desde 1934 en Illescas (Toledo).

Fue su abuela, Valentina, quien decidió fundar el mesón junto a su hermana y, desde entonces, ha ido pasando de generación en generación. Ahora, con su nieto al frente, el local ha conseguido aunar tradición y modernidad en perfecta armonía hasta conseguir una estrella Michelín, aunque no siempre fue así: cuando era un niño, el sueño de Pepe poco tenía que ver con la cocina.

«Yo quería ser cantante de rock o futbolista. Mis padres vivían por y para El Bohío. Y yo, cada día, al llegar del cole de pequeño, atravesaba el mesón repleto de clientes, pasaba por la barra del bar, y me sentaba calladito en la cocina a hacer los deberes. Pero, ni una cosa ni la otra porque ni sabía pegarle a la pelota con las piernas ni Dios me dio voz», bromeaba en un post de Instagram hace unos meses el cocinero, que terminó siguiendo los pasos de sus padres.

Sin embargo, aunque los platos tradicionales que conforman la impresionante propuesta del manchego siguen triunfando, no siempre fue tan bien. Justo antes de su salto a la televisión de la mano de 'MasterChef', el restaurante atravesaba uno de sus peores momentos: «Cuando me llamaron para ser juez estaba pasando el momento más crítico de mi vida. No sabía si seguir o no con El Bohío. Hoy, ocho años después, acabo de reformarlo y tiene más salud que nunca. Así que solo puedo corroborarlo: 'MasterChef' cambia vidas», reconoció el chef toledano hace un tiempo.

Al margen de su labor profesional al frente de 'El Bohío', Pepe Rodríguez también cuenta con una vida personal muy consolidada. El cocinero mantiene una relación muy estable con la que es su novia de toda la vida, su mujer Mariví, a la que conoció por casualidad en un bar de Illescas en el que él trabajaba de camarero.

Lo suyo fue un flechazo en toda regla: el toledano no le quitó el ojo en todo el rato que coincidieron. Ella venía de jugar al tenis con unas amigas y solo quería tomar un refresco. «Me fichó y cada vez que iba a Illescas ahí estaba él, esperándome», explicó hace un tiempo la mujer de Pepe Rodríguez, a la que enamoró con su insistencia, su gusto y la maña para la cocina. «Es una persona muy elegante, es un señor», aseguró entonces.

Mariví ha estado presente en los grandes logros de su marido al frente de su restaurante, como cuando consiguió la ansiada estrella Michelin. También en lo familiar, pues juntos han formado una familia numerosa con tres hijos: María, Jesús y la pequeña Manuela.

A pesar de los proyectos que ha protagonizado en los últimos años, su compromiso principal ha sido siempre con su mujer y sus tres hijos, María, Jesús y Manuela. Los cinco forman una consolidada familia numerosa y, aunque el trabajo de su padre a veces les mantiene separados, el chef trata de pasar todo su tiempo libre junto a ellos.

María, la mayor de los tres, está a punto de cumplir 24 años, aunque es la que peor lleva la fama de su padre, según admite el chef. Con motivo de su mayoría de edad, el cocinero le dedicó una preciosa publicación llena de fotos: «18 años pasan sin darte cuenta. Aquí en fotos toda una vida, madre mía... Felicidades María. No se puede expresar tanto amor», compartía entonces Rodríguez junto a unas fotos de su primogénita.

Jesús es el hijo mediano y, al contrario que su hermana mayor, sí se ha mostrado más orgulloso del éxito de su padre en el mundo de la televisión. Según el chef, ambos comparten una profunda afición por el deporte y es habitual verles juntos disfrutando de un partido de fútbol o de tenis.

La niña de sus ojos es la pequeña Manuela, que cada vez es más consciente de la gran fama que ha cosechado su padre en los últimos años.

Desde que se convirtió en padre, sus 30 días de agosto son intocables. «Ese mes quiero que me cansen, que me aburran, desayunar, comer y cenar con ellos, saber qué les gusta, qué no, echarnos la siesta todos juntos. Para mí eso es lo mejor del mundo», confesaba el de Illescas.