El creador de 'El Hormiguero' cuenta que tiene cáncer y explica cómo lo afronta: «Me dieron seis meses de vida»

Las hormigas, Trancas y Barrancas, junto con Pablo Motos, son los iconos indiscutibles de este programa de entrevistas, en el que uno de los mayores atractivos también son los invitados que protagonizan el 'talk show'. Ciencia, trucos de todo tipo, retos extremos y humor completan una de las emisiones más seguidas en España.

Pero una emisión como esta no se sostiene solo por lo que se ve a través de la pantalla, aunque sea de gran imoprtancia. De nada sirtve todo lo que ocurre delante de las cámaras sin los que están detrás de ellas. Si nos remontamos a los orígenes de 'El Hormiguero', uno de los máximos responsables de su existencia es el guionista y creador, Juan Herrera. Puede que este nombre no sea conocido por muchos y mucho menos su cara, pero recientemente ha hablado en 'Transmite la SER' sobre su enfermedad y la importancia del humor en la vida, relacionandolo con lo que significa 'El Hormiguero' para él.

Durante la entrevista a cargo de Juan Carlos Ortega, uno de los creadores de 'El Hormiguero' ha contado que tiene cáncer desde hace ya cinco años. «Tuve la inmensa suerte de que un humorista, cómo no, me hizo el regalo de meterme en un experimento y gracias a la inmunoterapia ya llevo cinco años dando guerra y haciendo el gamba, porque inicialmente me dieron seis meses de vida», revelaba.

Durante este largo recorrido en el que ha sido tratado, Herrera agradece su estado actual tanto a la ciencia como al humor, que para él ha sido crucial durante toda su vida, y más todavía para hacer frente a la enfermedad. «El humor es una manera de ahorrar sufrimiento, y esto no es mío, es de Freud, pero me encanta esa visión económica de que el humor es una manera de evitar penas. Ahora estoy en una fase que llaman de mantenimiento, que quiere decir que la enfermedad no está superada pero sí controlada, pero en los primeros tiempos, sin el humor, habría sido francamente insoportable».

Dejando constancia de la capacidad para bromear sobre su propia realidad, Herrera también ha contado: «Yo tenía la suerte de que podía verme a mí mismo desde fuera. Como el que tiene un don. Y me decía: 'pero tío, si tú eres un gilipollas, tampoco va a pasar nada si te mueres», bromeó.

El guionista de 68 años también fue preguntado por cómo fue el inicio de crear, junto a otros compañeros, el programa que lleva tantos años siendo un éxito, a lo que respondía: «Cuando hice Humor Amarillo, descubrí el poder enorme de la mierda, que tiene un poder extraordinario para atrapar a la audiencia. Los japoneses tenían unos charcos llenos de barro sucio y ponían ahí un micro, para que el tipo que se fuese a pegar el leñazo, se llenase de barro. Era clave eso, porque sin barro solo hubiese habido dolor, pero el barro contrarresta el dolor de un tío quejándose».

Además, ha añadido que en España los programas se hacen «en un sofá», y él quiso apostar por algo mucho más dinámico, pretendiendo «hacer algo siempre en movimiento, generar ítems donde pudiera haber riesgo, generar elementos que hiciesen que la gente tuviese que estar atenta», explicaba.

Otro de los elementos que le inspiró a desarrollar este tipo de programa fue su propia infancia: «Yo siempre he pensado en los niños de pueblo como yo, que no tienen oportunidad, en muchos sitios de la España vaciada, de ver nunca un experimento. Yo todavía sigo siendo un niño de pueblo y pienso que eso es una manera de traerlos al mundo de la ciencia, el experimento, mezclado con los juegos... y bueno, ese revoltijo de ideas que luego Pablo y su tropa pues han conseguido armar como el bicharraco que es ahora el programa realmente», confesaba Juan Herrera en el programa de radio.