Los mensajes que llegan desde la Unión Europea, concretamente desde Bruselas, donde se empieza a alertar a los ciudadanos de que tomen precauciones por si se diera alguna emergencia bélica o catástrofe de algún tipo empiezan a tener consecuencia en la población. Un efecto de ... ello es el incremento de la demanda de construcción de búnkeres en España, un tema sobre el que han hablado en 'TardeAR' (Telecinco). Los presentadores, tanto Verónica Dulanto como Frank Blanco, se han referido a ello y han conectado en directo con Fernando Díaz, un especialista en la fabricación de estas instalaciones.
Fernando ha dado detalles al respecto e incluso ha desvelado alguna de las curiosidades de los colaboradores de la tarde. Frank Blanco ha sido claro: «¿Cuál es el perfil de cliente que tienes?». Este profesional se ha referido fundamentalmente a «empresarios, personas con recursos… y sí, famosos, algún que otro futbolista». «¿Y Ábalos?», le ha dicho Frank Blanco en tono irónico, a lo que Díaz ha respondido con una sonora carcajada.
Fernando Díaz ha confirmado lo que se apuntaba, que está cundiendo en parte la alarma entre la ciudadanía. Así, están teniendo alrededor de 20 y 30 peticiones de información diarias, con accesos a la web de hasta 300 personas en la última semana, datos que no son frecuentes por lo específico de este negocio. Cataluña está a la cabeza en comunidades autónomas donde más personas están invirtiendo en tener su propio refugio. El presentador ha vuelto a intervenir y ha dicho, en alusión a sí mismo, que «los catalanes somos muy previsores».
Manuel Díaz, que es uno de los colaboradores de la tarde, ha comentado cuánto podría estar alguien en un búnker metido y la respuesta «depende de varias circunstancias, de si está en la propia vivienda, si hay paneles solares, generadores de combustible…». Y es que se pueden construir tanto en el mismo lugar donde se reside, si hay opciones, o bien adquirir terreno y hacerlo desde cero en otra zona, según posibilidades y recursos del cliente.
Sea como fuere, ha insistido bastante en hilar el perfil de cliente de estos refugios de cara a catástrofes y situaciones de emergencia que podrían darse: «Mayores de 40 años, empresarios, preocupados por la situación, informados respecto a lo que sucede, con familia y que saben cómo está el mundo». Los precios de los búnkeres varían pero pueden llegar a costar hasta medio millón de euros: «Eso fue lo que costó el más caro que hemos hecho hasta el momento».
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