Un artista de gran personalidad que ha regalado algunas canciones míticas de la Movida madrileña: 'Quiero un camión', 'Cadillac solitario', ¡El rompeolas, 'Cruzando el paraíso', 'Rock 'n' Roll Star' o la archiconocida 'Feo, fuerte y formal'. Nos referimos a José María Sanz Beltrán, Loquillo, ... que ha acudido al programa de 'Y Ahora Sonsoles' (Antena 3) para presentar 'Corazones solitarios', un álbum en el que recoge temas emblemáticos y para el que cuenta con colaboraciones tan importantes como las de Miguel Ríos, Manolo García, Bumbury, Leiva o Miguel Poveda, entre otros.
La entrevista con Sonsoles Ónega ha permitido realizar una especie de viaje a través de la vida y las canciones más conocidas del artista, que se ha abierto en canal para recordar su infancia, cuando comenzó a demostrar su buenas dotes para subirse a los escenarios, y de qué manera ha ido superando los diferentes baches y complejos escenarios que se ha ido encontrando a lo largo de su trayectoria, en lo personal y en lo profesional. En ambas facetas fue fundamental la década de los 70 y los 80, la Movida madrileña, y es en este capítulo que se ha parado con la presentadora del programa para tener un recuerdo por quienes «no sobrevivieron» a aquellos años turbulentos.
Loquillo ha referido que la suya fue «una generación de excesos, una generación marcada por el sida, porque vivíamos muy deprisa. En cierto modo crecimos muy rápido y algunos no sobrevivieron. Todos éramos excesivos porque así eran los tiempos pero bueno». La periodista le ha preguntado si él también se dio con aquellas piedras, si tropezó pero se levantó, y aquí Loquillo ha sido categórico. Ha afirmado que si no entró en esa espiral de drogas fue porque le daban miedo las agujas. «Tuve hepatitis y la contraje cuando nos hacían una revisión médica durante el franquismo, por las inyecciones. Desde entonces le cogí mucho miedo a eso porque tuve que pasar tres meses encerrado en una habitación, al tratarse de algo infeccioso, y ese miedo atroz a las agujas hizo que me librara de una parte importante de aquello«, ha sentenciado.
De cualquier forma, Loquillo ha tratado de desmitificar y no culpabilizar a los jóvenes y a quienes estuvieron involucrados en aquello. «Creo que hicimos lo que habría hecho cualquier joven en aquel momento. Vivir la vida al máximo y exponernos a todo. No teníamos esa educación, no se sabía, y queríamos vivir al 200% sin pensar mucho más», ha terminado afirmando a Sonsoles Ónega.
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