El primer cara a cara de la edición fue uno de los más tensos de las siete temporada del 'reality'. Andrea y Álvaro se reencontraban después que ella abandonara la ceremonia de collares y de la gran bronca que protagonizaron cuando él le concedió una cita a Mónica, la soltera con la que más química tenía su novio.
«Andrea y Álvaro, hay imágenes para vosotros», comunicaba Sandra Barneda en un primer intento de que entendieran lo que había pasado y decidieran si querían seguir con la aventura.
Andrea estalla contra Álvaro por su buen rollo con una soltera
Al presenciar a su todavía pareja pasárselo bien con Mónica, Andrea ya empezó a perder los nervios. «Qué asco me das, me das asco», lo atacaba, sin escuchar las justificaciones de Álvaro, que aseguraba que «no he hecho nada». «¿Meterte el culo en la cara de una no es asco?», reaccionaba la joven, a voz en grito.
Barneda intentó entonces poner cordura pidiéndoles que hablasen desde el corazón. Álvaro se derrumbaba y entre lágrimas le confesaba a su chica que solo había pensado en ella durante su estancia en la villa. Pero ella no estaba dispuesta a darle más oportunidades y ponía punto y final a la relación. «Ya no hay nada. Te lo has cargado todo. No sabes lo que me alegra haberme dado cuenta con 18 años. No me salen ni lágrimas. Nuestra relación no es sana. Ahora voy a levantar la cabeza por fin».
Muy segura de la decisión, Andrea abandonaba la 'La isla de las tentaciones' sola y dejaba desolado a su ex. «Que tu pareja de dos años, por sus inseguridades, por sus miedos… al igual que lo está haciendo conmigo, le va a pasar con la siguiente pareja que conozca…», laméntala Álvaro antes de despedirse del 'reality'.
En sustitución de los malagueños, 'La isla de las tentaciones' recibió a una nueva pareja dispuesta a poner a prueba su amor. Son Mariona y Adrián, dos tarraconenses que fueron recibidos en 'Villa Playa' y en 'Villa montaña' con enorme asombro por parte de sus compañeros. «¿Quién es este hombre?», preguntaron los otros habitante de la casa de los chicos, sin dar crédito. De hecho, tanto en la mansión de las mujeres como en la de los hombres los confundieron con tentadores.
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