Escribano ha repasado la trayectoria personal y profesional propia y la vida que tuvo con Carlos. Se ha emocionado al ver algunas imágenes que le ha mostrado la presentadora y ha terminado llorando ante algunas fotografías y fotogramas que han proyectado en el programa, durante la entrevista: «Lo he echado mucho de menos en estos años, la verdad, sobre todo en los momentos difíciles, que lo habría necesitado a mi lado».
Sonsoles Ónega le ha preguntado sobre el fin de la relación, el porqué terminó. Ana Escribano ha desvelado que, pese a que él pudiera parecer «el mujeriego», con los años se puso muy maniático y complicado y «tenía celos hasta del aire, de cualquier hombre con el que me cruzara. No soportaba que me miraran». La convivencia se empezó a complicar más y finalmente dejaron la relación: «Terminamos estando los dos muy enamorados, nos queríamos muchísimo, pero no se podía seguir así».
Todo esto lo comentaba ante la atenta mirada de la hija de ambos, Paula Larrañaga Escribano. La joven se estrenaba en la pequeña pantalla pero ya está dando sus pasitos en el mundo de la interpretación y hace unas semanas que acudió sola a su primer photocall: «Quiero que mi padre esté orgulloso de mi». Sonsoles Ónega le ha preguntado si pesa mucho «el apellido Larrañaga Escribano» y la joven ha sido rotunda: «Sí, mucho». Ha comentado que se siente muy arropada por sus hermanos, pues Carlos Larrañaga tuvo seis hijos, y ha dejado claro que ahí Amparo «es la matriarca».
Paula llegó cuando Carlos tenía 70 años. «Mucha gente dijo que éramos unos inconscientes pero es fruto del amor. Él lo llevaba mal por dentro y decía que sabía que no la vería hacer la Primera Comunión o casarse, y así fue», ha terminado refiriendo Carlos Larrañaga.
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