Las telenovelas que arrasaron en España

El éxito de la telenovela generó una auténtica revolución en las parrillas. Las cadenas empezaron a emitir numerosos dramas zurcidos por la pasión, la venganza , los hijos secretos y amores fatales entre heroínas modestas y ricos galanes. A partir de «Cristal», emitida por TVE desde 1989, la telenovela se volvió enormemente popular. Esta serie cuenta la historia de Victoria, la dueña de una importante casa de moda que decide comenzar a buscar a Cristina, la hija que abandonó en su juventud.

En el año 1991, TVE se lanza a incorporar a su parrilla «Rubí» , otra producción venezolana protagonizada por Mariela Alcalá y Jaime Araque haciendo los papeles de Rubí y Víctor Alfonso. La historia es típica del género: Rubí, una joven que vive en un suburbio, se enamora del chico rico y guapo , que logra darle empleo en su propia casa, algo que a la madre de él, Palmira, no le gustará demasiado, por lo que no le pondrá las cosas fáciles. «Rubí» arrasó en las audiencias , convirtiéndose en uno de los programas más seguidos por los españoles.

Trece años después, Antena 3 emitió una versión mexicana de la misma historia que introducía un matiz revolucionario: Rubí no es ya la mujer sumisa al hombre, sino que se convierte en una persona ambiciosa que utiliza su físico para ascender socialmente . La historia, de más de cien capítulos, estaba protagonizada por Bárbara Mori, Eduardo Santamarina,Sebastián Rulli y Jaqueline Bracamontes. La telenovela, que centró sus temáticas en el poder, la ambición , las traiciones y la importancia de la belleza física llegó a Antena 3 en prime time tras el éxito de «Pasión de Gavilanes» .

Sin duda, otro de los clásicos del drama latinoamericano en España. Esta serie colombiana arrasaba en las tardes de Antena 3, y tal fue su éxito que Nova la repone todos los veranos . Al principio la serie apenas llegaba al 12% de cuota de share, pero con el tiempo la audiencia se fue enganchando y llegó a acaparar al 40% de los espectadores. La cadena decidió trasladar la emisión del última capítulo al horario nocturno, llegando a desbancar a «Gran Hermano» como emisión más vista del día. La historia de los hermanos Reyes y las hermanas Elizondo estarán para siempre en la memoria televisiva de nuestro país.

En julio de 2006, Mediaset estrenó en España «Yo soy Bea», una adaptación de la mítica «Betty la fea». Ruth Núñez, la actriz que interpretaba a Bea, rompió todos los estereotipos de las series españolas protagonizadas por chicas guapas. A «Yo soy Bea» le costó arrancar, pero poco a poco las cifras fueron creciendo y llegó superar la barrera del 30% a los dos meses de estrenarse. El momento clímax de la historia, cuando la protagonista cambia su aspecto en el capítulo 546, «Yo soy Bea» captaba la atención de todo un país al arrasar en prime time con un 42,1% y 8.226.000 espectadores (minuto de oro: 51,7% y 10.236.000 espectadores).

Una de las telenovelas que hizo historia fue «Amarte así, Frijolito», que marcó tendencia al poner como protagonista a Alejandro Felipe Flores, «Frijolito» , un niño de seis años. Estrenada por TVE en verano de 2005, la telenovela llegó a superar el 22% de cuota de share gracias a la simpatía y el desparpajo del pequeño. La historia de Frijolito y su familia tuvo un total de 119 capítulos repletos de entrañables momentos familiares, intrigas y secretos. Frijolito, nacido fruto de una confusa noche de alcohol entre Margarita y Nacho, busca tener un padre que ejerza como tal, y ahí empieza una larga historia de encuentros y desencuentros que resaltan el amor a la familia.

Tal fue la popularidad de Frijolito que, en 2011, seis años después de que acabase la serie, se grabó «Amar de nuevo», un spin off que tenía como coprotagonista al actor que encarnó a Frijolito. Sin embargo, en este caso su personaje era el del propio Frijolito una vez fallecido junto a Salvador , padre de su mejor amigo, en un accidente de tráfico. Desde el cielo, ambos y en especial el propio Frijolito, se encargarían de buscarle un nuevo padre. Y es que una de las marcas de distinción de la telenovela ha sido siempre la exacerbación del drama, la representación de situaciones trágicas y desesperadas que superan a sus personajes. Tal vez ahí resida la clave de su éxito.