El suicidio de Caroline Flack, la exposición de los reality y la presión de los tabloides
Los editores ingleses piden que se deje de culpar a los medios de la trágica muerte de la estrella de «Love Island»
Ivannia Salazar
La muerte es siempre un golpe duro, y el suicidio es quizá una de las formas que más impacto producen. Cuando además quien se quita la vida es una persona muy conocida, l a muerte se convierte en un negocio . Y no solo eso: ... el escrutinio constante de los medios ha sido señalado como una de las causas de la desesperación que ha llevado al suicidio de personajes como la británica Caroline Flack, presentadora del reality de citas «Love Island». Su muerte era la tercera que sacudía al popular reality de la ITV en veinte meses: los exconcursantes Mike Thalassitis , de 26 años, y Sophie Gradon, de 32 años también se quitaron la vida. El trágico final de la popular Caroline Flack ha reabierto un debate en el que han participado políticos, periodistas y ciudadanos, sobre todo a través de las redes sociales. ¿El objetivo? Buscar un culpable. Y en este cruce de acusaciones muchos dedos criticaron a la cadena y apuntaron a la prensa, que también se ha defendido.
La Sociedad de Editores, que representa a los editores de periódicos de Reino Unido, ha publicado una declaración en la que pide a la gente que deje de culpar a los medios de comunicación por este suicidio. «La muerte de Caroline Flack es una tragedia, como siempre que alguien siente que no tiene a quién recurrir y decide quitarse la vida», dice el comunicado, y añade que «Caroline era una personalidad extremadamente popular» a la que se le dio «cobertura en los medios durante muchos años antes de los eventos recientes, la gran mayoría muy positivos ». «Sin embargo, no podemos saber las razones por las cuales Caroline decidió terminar con su vida», aseguran. El próximo mes, Flack tenía que declarar en un juzgado tras ser arrestada y acusada de agredir a su novio, el modelo Lewis Burton, de 27 años. A partir de ahí, la presentadora de televisión sufrió un acoso brutal por parte de los medios que según sus allegados se le estaba haciendo «insoportable» . La semana pasada, su familia hizo público un texto que escribió antes de quitarse la vida en el cual decía que había sufrido «un colapso emocional durante mucho tiempo» y en el que reconocía que aunque «la vergüenza y las opiniones tóxicas» eran parte de su trabajo, todos los muros había construido a su alrededor «han colapsado». «No estoy pensando en cómo recuperar mi carrera, sino en cómo recuperar mi vida y mi familia».
Los editores inglesas también insisten en que «es un error culpar a los medios de comunicación por su decisión sin conocer los hechos», ya que según las propias asociaciones de prevención del suicidio «la especulación sobre las causas a menudo simplifican demasiado las complejas razones detrás de la decisión de un individuo de terminar con su vida». De hecho, tal y como recoge la Organización Mundial de la Salud, «el suicidio es un problema multifactorial, que resulta de una compleja interacción de factores biológicos, genéticos, psicológicos, sociológicos y ambientales».
¿Y las redes sociales?
Asimismo, los medios británicos también dan un toque a los poderes públicos: «Es incorrecto que los políticos utilicen su trágica muerte como un medio para atacar a los medios y pedir cambios en la forma en que se informa sobre los propios políticos». En Reino Unido, más de 700.000 personas han firmado una petición en internet para que se ponga en marcha una «ley Caroline» que le ponga freno a la excesiva intromisión de la prensa rosa en la vida privada de los personajes públicos. Sin embargo, fuentes de los diarios han acusado a su vez al público de su doble moral, ya que son los lectores quienes devoran la información sobre sus estrellas favoritas, que además llegan a ese nivel por su exposición pública. La principal promotora de esta ley es la sustituta de Flack al frente del programa, Laura Whitmore, que asegura que la presión mediática fue una de las causas del suicidio de su amiga.
La actual presentadora de «Love Island» ha sido también una de las voces que ha defendido públicamente el programa, donde muchos ven una influencia perniciosa. Varios exconcursantes han denunciado, según CNN, lo complicado que es lidiar con «la popularidad y la ira» de las redes sociales durante el reality y tras pasar por él. En este sentido, ITV ha subrayado que siempre ofrece «apoyo psicológico». En el caso de Caroline Flack, añaden, que siempre estuvieron en contacto con ella y dejaron «la puerta abierta a su regreso».
El debate sobre los medios siempre es delicado, ya que la línea entre el control y la censura es muy delgada. La gran pregunta es, ¿hay forma de poner freno a los «haters» en las redes sociales? Porque como expresó la propia Flack, de todo lo que vivió estando en el ojo público, «lo peor es Twitter».
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